Argentina, 14 Sep. (ATIPIRI / Erbol).- Edwin Huanca (22), su esposa Yamila Machaca (19) y el bebé de ambos Kevin Huanca (1) son los ciudadanos bolivianos que perdieron la vida en la trágica colisión de un bus con dos trenes, que ocurrió la mañana de este martes en el barrio porteño de Flores de Buenos Aires. Además en el hecho resultaron heridos otros cuatro bolivianos.
La información fue confirmada por el dirigente de la Comunidad Boliviana en Argentina, Alfredo Ayala, quien indicó que la muerte de los miembros de esta joven familia fue confirmada después de acudir a la morgue judicial, donde sus cuerpos desfigurados aún se encuentran depositados.
Yamila, Edwin y el bebé estaban recién en Buenos Aires aproximadamente hace dos meses y tenían planes de quedarse a trabajar en este país, para ello esta mañana iban en la parte delantera del bus siniestrado, casi junto al chofer, a realizar el respectivo trámite migratorio.
Esta familia llegó de La Paz a visitar inicialmente al hermano de Edwin, es decir, Juan Huanca, quien con lágrimas en los ojos, pidió por medio de Erbol, ayuda a las autoridades bolivianas para que los familiares, principalmente de su cuñada Yamila, puedan arribar a fin de que puedan hacer los trámites burocráticos para sacar su cuerpo de la morgue.
“Pedirles a las autoridades que me colaboren con los pasajes para que vengan de El Alto (La Paz) aquí a (Buenos Aires) a ver a mi hermano fallecido, a mi cuñada y su bebé, por favor”, dijo Juan, quien durante toda la jornada recibió el apoyo de la comunidad boliviana en Argentina.
En este trágico accidente en Argentina, la cifra de los muertos aumentó a 11 y de los heridos a 212, entre ellos otros cuatro bolivianos.
Junto a la familia boliviana fallecida, iban en el bus y resultaron heridos: Cristina Apaza (30), quien se conoce que es de La Paz y su familia vive en la zona Villa Adela de la ciudad de El Alto; Sergio Puña Chura (20), quien sería del sector de los Yungas paceño; Milton Kantuta Cruz (23), quien tendría a familiares en la zona de Ciudad Satélite de la ciudad alteña; y Caterine Kantuta de sólo seis años.
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