La Paz, 25 Abr. (NAN).- Miles de
trabajadores fabriles, mineros, maestros, médicos y estudiantes universitarios
cumplieron este miércoles el plan denominado “bloqueo de las mil esquinas”,
ocupando
desde tempranas horas de la mañana rutas troncales que colapsaron
nuevamente el centro paceño, en el segundo día de un paro de 48 horas dispuesto
por la Central Obrera Boliviana en su disputa con el Gobierno por mayor
incremento salarial.
Trabajadores afiliados al
organismo laboral tomaron acceso de la autopista La Paz-El Alto ocasionando que
los ciudadanos alteños caminen desde el ingreso hasta el centro de la ciudad,
donde también maestros y médicos cumplían una marcha que bordeó Plaza Murillo
activando petardos para llamar la atención sin provocar la reacción de las
fuerzas policiales que coparon el centro del poder político.
Las fuerzas policiales fueron
desplegadas en Plaza Murillo acompañado de los “Néptunos” carros con bombas de
agua para evitar nuevos enfrentamientos, como los producidos el martes cuando
mineros de la empresa estatal Huanuni atacaron con dinamitas a los policiales
dejando cuatro heridos, mientras universitarios de la carrera de medicina se
enfrentaron en plaza del Estudiante dejando un saldo de tres detenidos que
serán llevados a medidas cautelares acusados de lesiones leves y graves.
El “bloqueo de las mil esquinas”
tomó la avenida troncal de La Paz ocasionando un caos vehicular en todo el
centro citadino, donde mineros de Huanuni nuevamente activaron cachorros de
dinamita que ocasionó otra jornada de zozobra en la ciudadanía que reprobó esta
modalidad de protesta social.
Paralelamente, médicos y
estudiantes de la Facultad de Medicina de la UMSA así como de la carretera de
Bioquímica y Farmacia, tomaron la otra ruta troncal, Avenida Saavedra,
impidiendo el acceso de Miraflores con la zona sur, mientras cuadras más
arriba, otro grupo de manifestantes bloquearon los acceso al estadio Hernando
Siles, que bloqueó la conexión con otras zonas de La Paz.
Pasado el medio día, algunos los
transportistas prestaron servicios con serios obstáculos para el cumplimiento
de las rutas habituales, debido a que la otra de escape, la Av. Armentia, al
norte de La Paz, también era copada por otro grupo, lo cual colapsó todas las
rutas de salida e ingreso, mientras los servidores públicos, en su mayoría,
decidieron merendar en restaurantes cercanos a sus fuentes de trabajo.
Los servicios de educación fiscal
fueron suspendidos, mientras los privados se vieron reducidos por la tolerancia
dispuesta ante el riesgo que podrían sufrir los estudiantes porque las
manifestaciones alcanzan su cúspide entre las 12:30 hasta las 14:00 horas, lo
cual perjudica el transporte de los escolares y estudiantes.
Sin embargo, los bancos
atendieron en forma normal así como la administración pública central, mientras
el comercio tomó sus precauciones ante las manifestaciones callejeras cerrando
momentáneamente sus puertas cuando la marcha pasaba por sus calles. Los
gremiales –trabajadores por cuenta propia- trabajaron en forma normal porque en
jornadas de protesta encuentran una buena oportunidad para incrementar sus
ventas. Los mercados de abasto también atendieron normalmente.
Pese a las manifestaciones, el
Gobierno y la Central Obrera Boliviana no logran acuerdos en las mesas de
diálogo, debido a que el margen del incremento salarial, se planteó
como un eje transversal, la derogación del decreto supremo que
aumenta la jornada laboral de 6 a 8 horas, algo que el Ministerio de Salud se
resiste a atenderlo.
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