jueves, 3 de mayo de 2012

ACOBOL CALCULA 4 MIL CASOS DE VIOLENCIA POLÍTICA CONTRA LAS MUJERES EN 12 AÑOS

La Paz, 3 Mayo (Enlared).- La Asociación de Mujeres Concejalas de Bolivia (Acobol) estima que en Bolivia desde el año 2.000, con el propósito de obtener la renuncia al cargo o a la organización política
a la que se pertenecía por medio de la violencia física, psicológica e incluso sexual empleada por los agresores, se presentaron cuatro mil casos de acoso y violencia política en contra de mujeres que incursionaron en la esfera pública y ocuparon espacios políticos.

De estos casos originados por sus propios colegas hombres, incluso de su misma organización política, sólo se han denunciado verbalmente una cuarta parte, es decir mil casos, de los cuales alrededor de 300 están registrados en Acobol que entre el año 2000 y 2001 desarrolló una labor de denuncia, analizó la legislación nacional y municipal en busca de artículos que permitieran pedir un amparo legal para las mujeres electas y, al constatar su inexistencia, propuso la elaboración de la Propuesta de Ley Contra el Acoso Político que está pendiente de su promulgación para entrar en vigencia.

De acuerdo a una investigación que cita Acobol y al que tuvo acceso Enlared Municipal, la violencia contra las mujeres autoridades, que ocupan cargos y funciones públicas, electas por voto popular, generan cuestionamientos en cuanto al avance y desarrollo legislativo frente a la instauración de mecanismos e institucionalidad de los mismos para su cumplimiento. 

"En Bolivia, año tras año, cientos de mujeres que incursionan en la esfera pública y ocupan espacios políticos, sufren acoso y violencia política por motivos de género", señala el documento.

Esta situación también se constituye en un obstáculo para el logro de muchas de las metas de desarrollo, es una de las mayores amenazas para la salud pública, un obstáculo y una barrera en el acceso a la participación política de mujeres y el afianzamiento de la democracia y la buena gobernabilidad.

"El acoso y la violencia política, es un problema paulatinamente más generalizado y tolerado social y políticamente, que puede manifestarse bajo diferentes formas. En este caso se presenta en la esfera pública, bajo formas de abusos, amenazas, hostigamientos y otros, considerados no muy graves. En el trabajo, contra este tipo de violencia hacia las mujeres sino se adopta un posición activa, significa una aprobación silenciosa de la sociedad en su conjunto", agrega.

En el nivel local municipal, los diversos tipos acoso y violencia política, frena la gestión pública, por tanto, puede constituir el mayor ítem (un costo hundido para el municipio-gobernación) al momento de prestar o ejecutar servicios.

La violencia política está definida por acciones, conductas y/o agresiones que causan daño físico, psicológico, o sexual en contra de la mujer candidata, electa o en ejercicio de la representación política y/o de su familia, para impedir, restringir el ejercicio de su cargo o inducirla a tomar decisiones en contra de su voluntad, sus principios y de la Ley, cometida por una persona o grupo de personas directamente o a través de terceros.

Mientras que el acoso político es el acto o conjunto de actos de presión, persecución, hostigamiento o amenazas, cometidos por una persona o grupo de personas directamente o a través de terceros, o en contra de una mujer candidata, electa o en ejercicio de la función política o de su familia con el propósito de impedir y/o inducir en contra de su voluntad a una acción u omisión, en el cumplimiento de sus funciones, derechos o deberes.

La Ley
La Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las mujeres, se enmarca en lo dispuesto en el Decreto Supremo 29850 Plan Nacional para la Igualdad de Oportunidades "Mujeres construyendo una nueva Bolivia para Vivir Bien", donde uno de sus ejes de desarrollo es la participación de las mujeres en espacios de decisión. La meta fijada es que:"Hasta el 2020, el Estado boliviano, en los niveles de la gestión pública, ha generado las condiciones para la reducción de barreras que limitan la participación de las mujeres en espacios de decisión, bajo los principios de equidad e igualdad de oportunidades".

Sin embargo, organizaciones e instituciones que impulsaron la agenda legislativa en favor de las mujeres establecieron que las mujeres víctimas de acoso y violencia política estuvieron principalmente ubicadas entre los rangos de edad de 36 a 40 años y de 51 a 60 años. 

Las mujeres más jóvenes es decir menores a 30 años parecen ser aquellas que presentan menores casos de acoso y violencia política (con un 4 por ciento). Por otro lado, mujeres entre 31 y 35 años, entre 41 y 45 años y aquellas mayores a 60 años, presentan participaciones similares de casos de acoso y violencia política.

De acuerdo a los casos de acoso y violencia política que sufrieron las mujeres autoridades que terminaban su gestión en 2010, un 46 por ciento fue tipificado como presión que recibieron en su entorno y en el cumplimiento de sus funciones políticas. Un 38 por ciento declaró haber recibido amenazas, un 9 por ciento identifico el acoso

recibido como hostigamiento y un 7 por ciento como persecución.

Juana Quispe
Hace algunas semanas, justo cuando la el proyecto de ley contra el acoso y violencia políica en razón de género estaba siendo objeto de debate en instancias de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Juana Quispe Apaza, concejala del municipio de Ancoraimes, en el departamento de La Paz, fue brutalmente asesinada y no se descartan móviles políticos, pues ACOBOL en su momento recibió las quejas y el testimonio de la concejala que fue víctima de acoso y violencia política. 

En vida, Juana Quispe, manifestó haber sufrido maltratos por parte de los concejales y el Alcalde de su población, presentó dos amparos denunciando abusos físicos y verbales, y según información proporcionada por la víctima, en reiteradas ocasiones no le permitieron ejercer sus derechos políticos.

Acobol tiene en sus registros el siguiente antecedente del año 2010:
"La Señora Juana Quispe Apaza, fue reconocida legalmente por la corte Departamental Electoral de La Paz, como ganadora de un curul edil en las elecciones municipales realizadas el 4 de abril de 2010, por tanto, fue elegida Concejala Titular del Municipio de Ancoraimes. No obstante, los concejales de su municipio apoyados en resoluciones de organizaciones sociales de la comunidad y otros dirigentes, determinaron de manera arbitraria, impedir el ejercicio del cargo edil de la concejala, ejercitando conductas de acoso político, para este propósito, dichos concejales solicitaron al Tribunal Electoral Nacional del Estado Plurinacional, la habilitación de otra persona en reemplazo de la Sra. Juana Quispe Apaza, en franco desconocimiento a su condición de concejala titular."

En cuanto a mujeres autoridades salientes en 2010 que fueron alguna vez víctimas de acoso y violencia política, de acuerdo a lo declarado por las propias víctimas, el agresor más frecuente dentro del gobierno municipal fueron los concejales, un 35 por viento de ellas admitió ser víctima de una agresión causada por algún concejal y un 15 por ciento reconocieron a alcaldes y concejales juntos, como los principales agresores. Un 9 por ciento admitió que el acalde fue el principal autor del hecho de acoso y/o violencia política sufrido, mientras que el 29 por ciento de mujeres autoridades consultadas prefirieron no responder a esta pregunta.


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Agencia Regional de Noticias -- ARN

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