El Alto, 13 Sep. (ATIPIRI).- Se llama ‘pito’ al cereal tostado y luego molido para el consumo humano. Varios vecinos y vecinas de la ciudad de El Alto se aproximan a diferentes molineras de ‘pito’ para adquirir este rico y nutritivo cereal molido denominado en la lengua Aymara ‘pito’. El molido de este alimento sufrió en las últimas semanas el incremento del precio, pese a ello la población consume por su valor nutritivo.
La Radio Atipiri visitó la molinera de Carlos David Condori, uno de los propietarios de una pequeña molinera artesanal. El trabaja desde hace 15 años moliendo diferentes cereales como el trigo, la cebada, el haba, el maíz, la cañanua, la soya, la arveja y otros alimentos previamente tostados o crudos, según el pedido del cliente. Luego del proceso de molido, el cereal se convierte en ‘harina de cereal’ denominado ‘pito’, el cual es más fácil de consumir por la población.
El pito puede ser consumido al diluirlo en el desayuno, el almuerzo o de la forma que a uno más le gusta. Algunos diluyen el pito en un vaso de agua y la toman en reemplazo de una gaseosa. Aclaró que el trigo y la cebada son los cereales más molidos en su molinera y buscados por la población. A veces muelen el azúcar.
“Ahora mayoría están consumiendo. Toda la gente que pasa por esta calle ven y compran el pito. Desde que el presidente (Evo Morales) ha entrado el precio ha subido, porque la gente empieza a comprar y a consumir por su riqueza alimenticia”, sostuvo Condori.
Según Condori el pito es demandando mayormente por los reclutas que se dirigen a inicios de gestión y a medio año a prestar su Servicio Militar. Además, para la fiesta de ‘Todos los Santos’ muchas personas llegan hasta las molineras con su cereal para moler y tener el alimento a fin de prepararlo con otros productos.
Condori contó que antes del fallido ‘Gasolinazo’ de diciembre de 2010 el molido de pito costaba la arroba a 3 bolivianos. Ahora su precio llega a costar entre 6 y 8 bolivianos. El precio de la libra, el kilo y la arroba de cereal son vendidos según el bolsillo de la población. Pese a ello, el negocio prospera porque a diario llegan varios vecinos y vecinas de las provincias trayendo consigo una arroba de granos, cebadas u otro cereal, previamente tostados o crudos para ser molido en la máquina.
“Hay mucha competencia. Tenemos cuatro molineras que también trabajan moliendo cereales. Antes no compraban mucho el cereal molido, pero ahora todos lo consumen, porque tiene hierro, fosforo, calcio y es bueno para la digestión si se muele granulado”, dijo Condori.
La molinera de la familia Condori y de otras se encuentran asentadas en la calle 4 y la avenida Raúl Salmón de la Ceja de El Alto. Esta calle es conocida por los ‘molinos del pito’.
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