La Paz, 12 Abr. (GAIA).- Algunos datos compartidos por la Confederación Nacional de Trabajadores por cuenta Propia de Bolivia, reflejan que el 72 por ciento de la población dedicada al comercio informal en vía pública, entre otras actividades, cerca de tres millones de habitantes, son mujeres, que a diario percibirían un ingreso neto mayor a los diez bolivianos.De acuerdo a declaraciones de una de las ejecutivas de esa organización, Amalia Quaquira, la población femenina dedicada al comercio o trabajo informal sufren la descomposición de su hogar, divorcio, abandono o están en condición de madres solteras; factores que ocasionan que sean ellas quienes paguen las cuentas del hogar y tengan que cuidar de sus hijos.
“Como usted puede ver ante la magra situación, hemos involucrado a nuestro hijos más a la venta, como que no nos alcanza a nosotras, entonces que vaya a vender mi hijo mayor, mi hijo menor. No es porque nosotras queramos, sino es por aumentar un poquito más la ganancia para poder ‘sobrevivir’, es por eso que decimos al Estado Plurinacional, cuando estamos conociendo nuestros derechos, como nosotras nos insertamos a un empleo formal para poder vivir bien”, cuestionó la dirigente.
Datos indican que no existe una cifra oficial sobre la cantidad de cuentapropistas que existen a nivel nacional, pero se atribuye directamente a estas tareas a mujeres de las ciudades capitales e intermedias de todo el país, siendo Santa Cruz, El Alto, Cochabamba y La Paz, por la gran concentración poblacional, las regiones donde más se concentran estas actividades económicas.
Según la representante, solo las mujeres que realizan actividades diarias – comideras, comerciantes o jornaleras – son aquellas que perciben recursos directos (al día), mientras que el resto de este sector laboral invertiría sus capitales en la adquisición de productos que muchas veces no les generan réditos, sino pérdidas.
“La ganancia es para sobrevivir el día, a esos extremos llegamos en las áreas periurbanas o vivimos con diez bolivianos para llenar la olla, aparte pagamos el tema de la luz, el agua, el alquiler (…) El ingreso neto es diez bolivianos para nosotros, eso sería para poder sobrevivir”, destacó.
Asimismo, Quaquira señaló que descontando el pago de alquiler, servicios de luz y agua, cada trabajadora apenas percibe un ingreso de diez bolivianos, dinero que debe cubrir la alimentación y cuidado de los hijos. Otros datos oficiales indican que en todo el territorio nacional el 55,9 por ciento de los cuentapropistas están sumidos en la pobreza.
16 horas de trabajo
Otro diagnóstico realizado por la institución “Gregoria Apaza” indica que las mujeres cumplen jornadas laborales equivalentes a la explotación. Ocupan 7,7 horas diarias en actividades productivas, 8,4 horas en actividades reproductivas y 0,2 en trabajo comunal, lo que supone 16,3 horas diarias de trabajo agotador.
De igual forma, de cada 100 mujeres, 38 son trabajadoras por cuenta propia, 27 sin remuneración y 14 son empleadas, cinco asalariadas del hogar y cuatro obreras.
Sin dinero suficiente
En el país, casi el 60 por ciento de los obreros asalariados y de los trabajadores por cuenta propia de las ciudades capitales no ganan lo suficiente para mantener a sus familias.
Oficialmente, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Unidad de Análisis de Política Económica (UADEPE) revelan que el 55,7 por ciento de los obreros asalariados están sumidos en la pobreza, el 67,6 por ciento de los trabajadores familiares, el 55,9 por ciento de los trabajadores por cuenta propia y el 25,4 por ciento de los empleados.
En el área rural la situación es peor
Cuadros estadísticos reflejan que de dos millones de mujeres que habitan en el área rural, el 45 por ciento se encuentra en situación de discriminación, porque no tienen acceso a necesidades básicas de salud y educación.
Estas situaciones de desventaja inician desde la niñez, pues las menores no acuden a establecimientos educativos, por ello dejan las escuelas a muy temprana edad. (GAIA Noticias)
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