La Paz, 11 Abr. (GAIA).- De acuerdo a información proporcionada por expertos en el ámbito de la educación, a Bolivia todavía le falta mucho camino por recorrer en esta temática; incluso podría decirse que la situación es preocupante. Únicamente un porcentaje mínimo de niños entre 0 a 10 años de edad reciben educación, esto sin tomar en cuenta la calidad de la enseñanza impartida.
En tal sentido, nuestro país se encuentra muy retrasado en el cumplimiento del segundo Objetivo de Desarrollo del Milenio que es “Lograr la enseñanza primaria universal”. Estas metas traducen el concepto de desarrollo humano como desafío multidimensional en objetivos factibles de alcanzar; ofrecen un marco general en el cual medir los avances en la reducción de la pobreza mundial, señala Naciones Unidas en una publicación.
Conversamos con María Oviedo, secretaria técnica de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación, quien señaló que este derecho universal es violado en Bolivia por omisión. De los niños entre 0 a 10 años, solamente cuatro a cinco por ciento tiene acceso a un centro educativo de primera infancia.
“Quiere decir que el otro porcentaje sufre una violación de su derecho a la educación por omisión. También se viola el derecho a la educación en la escuela primaria y la escuela secundaria; porque finaliza el nivel secundario aproximadamente el 50% y la otra mitad no termina su educación secundaria”, advirtió.
Oviedo explicó que el Derecho a la Educación en el país no es progresivo, es decir que no se debe esperar llegar a cierto porcentaje, sino intentar cubrir a todos “y hacerlo ya”, subrayó. El Derecho a la Educación debe cumplirse desde que los niños y niñas nacen, añadió. Pero, ¿cuál la importancia?
La educación inicial
“Sabemos que hay muchos estudios que plantean que educando a los niños en la primera etapa de la vida, las posibilidades de desarrollar mucho mejor las habilidades sociales, psicológicas, afectivas, emocionales y físicas son mayores que en los niños que no reciben educación en esta primera infancia”, aseguró.
En este sentido se vienen desarrollando iniciativas a nivel nacional que buscan que todos los niños en primera infancia puedan recibir educación.
De acuerdo al informe “La educación encierra un tesoro” de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI “La finalidad principal de la educación es el pleno desarrollo del ser humano en su dimensión social. Esta finalidad no está asociada a una etapa inicial de la vida humana, ni siquiera solo al período de aprendizajes en instituciones educativas. El derecho a la educación debe ser disfrutado en todas las etapas de la vida. La educación a lo largo de toda la vida y la necesidad de avanzar hacia una ‘sociedad educativa’ son (…) elementos clave para entrar al siglo XXI”.
Añade que “se ha podido comprobar que los niños a los que se imparte una educación destinada especialmente a la primera infancia están más favorablemente dispuestos hacia la escuela y es menos probable que la abandonen prematuramente que los que no han tenido esa posibilidad. Una escolarización iniciada tempranamente puede contribuir a la igualdad de oportunidades al ayudar a superar los obstáculos iniciales de la pobreza o de un entorno social o cultural desfavorecido. Puede facilitar considerablemente la integración escolar de los niños procedentes de familias inmigradas o de minorías culturales o lingüísticas. Además, la existencia de estructuras educativas que acogen a niños en edad preescolar facilita la participación de las mujeres en la vida social y económica”. (GAIA Noticias)
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