Rusia, 7 Mayo (AFP).- Vladimir
Putin asumió este lunes sus funciones de presidente para un tercer mandato
"determinante para el destino de Rusia", un día después de una gran
manifestación de la oposición que se opone a su retorno al Kremlin y que fue
violentamente reprimida por la policía.
"Hoy entramos en una nueva
etapa del desarrollo nacional. Los años próximos será determinantes para el
destino de Rusia en las décadas futuras", declaró Putin durante una breve
alocución.
Putin, que ocupaba el cargo de
primer ministro después de haber sido presidente de 2000 a 2008, sucedió
oficialmente a Dimitri Medvedev durante una ceremonia en la fastuosa sala San
Jorge del Kremlin, ante unos 3.000 invitados.
Unos soldados con uniforme de
gala entraron desfilando con la bandera tricolor rusa. Después de caminar sobre
una alfombra roja, entre los aplausos de los asistentes, Putin juró ante la
Constitución.
"Juro, como presidente de la
Federación de Rusia, respetar y proteger los derechos y las libertades de los
ciudadanos, respetar y proteger la Constitución de la Federación de Rusia",
declaró Putin.
Entre los asistentes se
encontraban el patriarca de la iglesia Ortodoxa rusa, Kirill, el gran rabino
Berl Lazar, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, el ex presidente
soviético Mijail Gorbachov y el ex canciller Gerhard Schroeder.
Tras su investidura, Putin
propuso al Parlamento la candidatura de su predecesor, Dimitri Medvedev para el
cargo de primer ministro, indicó el presidente de la Duma (cámara baja),
Serguei Naryshkin, citado por las agencias rusas. De esta forma, el tándem que
desde hace años dirige el destino político del país, sigue en pie.
Medvedev, presidente durante
cuatro años pero siempre a la sombra de Putin, iniciará el proceso para su
nombramiento como jefe de gobierno con un encuentro con dirigentes de grupos
parlamentarios de la Duma.
En vísperas de la investidura de
Putin, una manifestación de la oposición que reunió a varios miles de personas,
8.000 según las autoridades, fue violentamente reprimida por la policía, que
golpeó a los manifestantes y detuvo a 436 personas, entre ellas el líder del
Frente de Izquierda, Serguei Udaltsov, el bloguista anticorrupción Alexey
Navalny y el antiguo viceprimer ministro, Boris Nemtsov.
Además, 29 policías resultaron
heridos durante los incidentes.
Las autoridades abrieron una
investigación por "llamamiento a perturbar el orden público" y
"violencias contra personas que representan a la autoridad pública",
delitos que pueden merecer penas de entre tres y 10 años de cárcel.
En medio de este clima de
tensión, un impresionante dispositivo de seguridad fue instalado este lunes en
los alrededores del Kremlin y en el centro de Moscú y miles de policías fueron
desplegados para garantizar la seguridad de la investidura.
Elegido el 4 de marzo con casi el
64% de los votos tras unos comicios marcados por las denuncias de fraude, según
la oposición, Putin, un ex agente del KGB, consiguió de esta forma volver al
Kremlin, del que había salido en 2008, ya que la Constitución no le permitía
realizar más de dos mandatos consecutivos.
Su victoria mereció una ola
inédita de protestas por parte de la población, que salió masivamente a las
calles para denunciar el fraude en las elecciones y la corrupción que gangrena
el país.
Los primeros ocho años de Putin
como presidente (2000-2008) estuvieron marcados por un fuerte control del país
y una cierta estabilidad, después de los años liberales y caóticos del mandato
de Boris Yeltsin.
Este tercer mandato, que tras la
reforma constitucional será de seis años, se anuncia todavía más difícil en una
sociedad donde el ansia de cambios nunca había sido tan importante desde la
desmembración de la Unión Soviética en 1991.
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