La Paz, 28 Mayo (ANF).- El
presidente Evo Morales admitió este lunes que las relaciones diplomáticas de
Bolivia con Estados Unidos están actualmente “mal”, pero al mismo tiempo dijo
que “tampoco quisiera tener buenas relaciones”, porque a su Gobierno no le
interesa ni lo necesita.
En una extensa entrevista
concedida al diario español “El País”, el mandatario dijo también que “un grupo
de hermanos indígenas”, habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro Sécure (TIPNIS), “se ha juntado con la derecha para desencadenar una
gran política de oposición al Gobierno, con el pretexto de defender el medio
ambiente”.
Asimismo, negó que existan
sectores descontentos con su gobierno, como se vio en las últimas protestas
sociales, y describió a los ex colaboradores que le critican como “resentidos”.
“Son resentidos. Algunos hablan
en la prensa contra mí, y luego me envían mensajes diciendo ‘presidente, yo
quiero seguir aportando al proceso’ (…). Hay los resentidos, te digo. Hay mucha
ambición dentro de los movimientos sociales. Quieren más, sólo piensan en ellos
y no en el pueblo”, declaró.
Al referirse al conflicto del
TIPNIS, dijo que está “convencido” de que en “la consulta que haremos la gente
dirá hagan el camino”.
Tras señalar que el proyecto de
la carretera “no es nuevo”, señaló que busca “integrar y crear tres puertas de
entrada y salida de la zona amazónica al altiplano y del altiplano a la zona
amazónica: por Santa Cruz, La Paz y Cochabamba”.
Asimismo, negó que detrás del
proyecta exista intereses de los cocaleros para extender los cultivos de hoja
de coca o intereses económicos de Brasil.
“Pero si los cocaleros son los
mayores interesados en evitar nuevos asentamientos. Hay un pequeño grupo que
quisiera ampliar cultivos, pero la gran mayoría defiende el parque nacional
Isiboro Sécure. La acusación viene justamente del imperio, de satanizar al
cocalero (…). El productor de coca no es narcotraficante, ni el consumidor de
hoja de coca es narcodependiente”, dijo.
“En cuanto a supuestos intereses
brasileños –agregó-, acabamos de expulsar a la empresa constructora OAS, porque
no estaba cumpliendo las condiciones del contrato”.
Morales dijo que en el Trópico de
Cochabamba “hay conciencia de reducir los cultivos de hoja de coca”, porque los
cocaleros “saben que una parte va a un problema ilegal, y por eso han tomado
esa decisión voluntariamente, sin erradicación forzosa ni campesinos muertos”.
Tras admitir que “no hay libre
cultivo de coca, pero tampoco puede haber coca cero”, dijo que “hay una
reducción permanente de cultivos de coca” y citó como ejemplo la supuesta
reducción de 1.000 hectáreas de cultivos en Los Yungas de La Paz el año pasado.
“Fue algo histórico e inédito”, subrayó.
Sin embargo, señaló que “mientras
haya un mercado ilegal que va a la cocaína siempre habrá desvío de hoja de
coca”, ya que el origen del narcotráfico es el mercado ilegal.
“Pregunte a los países capitalistas, a Estados Unidos. ¿Cuánto se ha reducido el mercado en Estados Unidos? No me mire a mí, dirija su mirada a (Barack) Obama”, respondió.
Consultado sobre el estado actual
de las relaciones con Estados Unidos, respondió “mal”. Y agregó: “Tampoco
quisiera tener buenas relaciones. No nos interesa. Hemos empezado a liberarnos
económicamente y, por lo tanto, no necesitamos a Estados Unidos”.
“¿Qué ha sido Bolivia durante
tantos años que ha durado su alianza con Estados Unidos? Era el penúltimo país
de América. En corto tiempo nos hemos levantado, hemos expulsado al embajador,
hemos acabado con la base militar norteamericana, hemos expulsado a la DEA
[agencia antidrogas de EEUU]. Cuando estamos sin Estados Unidos, estamos
mejor”, subrayó.
Sin embargo, admitió que “sería
deseable” una relación normal con Washington.
Durante la extensa entrevista, Morales
dijo que el problema que más le dolió en los seis años que lleva de gestión fue
el violento enfrentamiento en Huanuni entre mineros cooperativistas y del
Estado, en 2006, en el que hubo más de diez muertos y heridos. “No era una
lucha contra el Estado y el Gobierno, sino entre hermanos mineros enfrentados a
dinamitazos”, dijo.
También citó la “liberación de
precio de los combustibles”, que se negó a llamar “gasolinazo”, porque “eso es
lo que dice la derecha” y la subvención “viene de los gobiernos neoliberales”.
Al respecto, reiteró que la subvención costará este año al Estado “por los
menos, 800 millones de dólares”. “Y además, entre el 30 y el 40 por ciento se
va de contrabando”.
Al comentar la nacionalización de
la empresa Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica Española,
dijo que “toda empresa que haya invertido en Bolivia y cumpla las condiciones
pactadas será respetada”, pero que “hay empresas que no invierten, como la
empresa eléctrica española, que apenas había invertido cinco millones de
dólares”.
“No me hablen de Justicia, por
favor, no me hablen”, dijo al ser consultado sobre las elecciones judiciales y
los votos nulos que le restaron credibilidad. “La derecha pidió a la gente que
no fuera a votar. Y la verdad es que la derecha ha perjudicado a la clase
media. Es la primera vez que abogadas de pollera, de poncho están en los más
altos tribunales. Es un cambio profundo y total”, agregó.
Asimismo, rechazó que su partido
hubiese impuesto a sus propios candidatos. “Esto es discutible porque antes
sólo podían presentarse quienes tenían carrera. ¿Qué es la meritocracia? Es un
grupo de la clase dominante que manejaban la Justicia. Lo hemos eliminado. De
eso sí nos pueden acusar, sí. Quiero creer en la Justicia, porque hasta hace
poco no creía en ella.
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