Cristina Fernández, al asumir su segundo mandato
Argentina, 10 Dic. (ATIPIRI / Télam).- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que seguirá “trabajando con todos y por todos, sin dejar las convicciones”, y agradeció a todos los argentinos que “creyeron en el proyecto colectivo” que encabeza para gobernar cuatro años más. La jefa de Estado arribó a la Casa de Gobierno, saludará a las delegaciones extranjeras y luego tomará juramento al nuevo gabinete.
Cristina aseguró también que no es "la Presidenta de las corporaciones" sino "de los 40 millones de argentinos" y sostuvo que con su gobierno "hay derecho a huelga, pero no de chantaje y de extorsión".
Su mensaje, que fue difundido tras prestar juramento por cadena nacional desde el Congreso de la Nación, duró una hora y 10 minutos.
"No soy la Presidenta de las corporaciones; soy la Presidenta de los 40 millones de argentinos", dijo la mandataria en uno de los pasajes destacados, tras señalar que el país debió "soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones hicieron y creyeron que este gobierno iba a ceder".
En otro momento del mensaje, la jefa de Estado destacó "el derecho de huelga que asiste a todos los trabajadores", y aclaró que "con nosotros hay derecho a huelga, pero no de chantaje y de extorsión".
En su discurso, la Presidenta reseñó los logros económicos y sociales alcanzados desde 2003 a la fecha y recordó emocionada en distintas oportunidades al ex presidente fallecido Néstor Kirchner.
En otro orden, anunció la creación de una secretaría de Comercio Exterior en el ámbito del Ministerio de Economía, que funcionará "junto con la de Comercio Interior, como en todos los países del mundo".
"Para que las dos sean al mismo tiempo las dos caras de una moneda, que es en definitiva el comercio de la República Argentina, y no puede estar dividida", delineó la Presidenta en el marco de la "sintonía fina" que le pidió a todos sus colaboradores para el segundo mandato.
La mandataria también hizo un pedido al Poder Judicial para que se aceleren las causas que juzgan las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar, y dijo que "si bien se registra un gran avance, lo único que le pido a la Justicia de mi país es que el próximo presidente" pueda "dar vuelta la página trágica de nuestra historia".
Hacia el final, la jefa de Estado reelecta agradeció "a todos los argentinos que creyeron en nosotros: no en esta Presidenta sino en este proyecto colectivo" y destacó que ella representa "un proyecto colectivo, nacional y popular, y profundamente democrático".
"Agradezco que confíen en este proyecto nacional, popular y democrático y en esta persona, como la persona capaz de llevarlo adelante con todos los argentinos", sostuvo la Presidenta.
Su mensaje, que fue difundido tras prestar juramento por cadena nacional desde el Congreso de la Nación, duró una hora y 10 minutos.
"No soy la Presidenta de las corporaciones; soy la Presidenta de los 40 millones de argentinos", dijo la mandataria en uno de los pasajes destacados, tras señalar que el país debió "soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones hicieron y creyeron que este gobierno iba a ceder".
En otro momento del mensaje, la jefa de Estado destacó "el derecho de huelga que asiste a todos los trabajadores", y aclaró que "con nosotros hay derecho a huelga, pero no de chantaje y de extorsión".
En su discurso, la Presidenta reseñó los logros económicos y sociales alcanzados desde 2003 a la fecha y recordó emocionada en distintas oportunidades al ex presidente fallecido Néstor Kirchner.
En otro orden, anunció la creación de una secretaría de Comercio Exterior en el ámbito del Ministerio de Economía, que funcionará "junto con la de Comercio Interior, como en todos los países del mundo".
"Para que las dos sean al mismo tiempo las dos caras de una moneda, que es en definitiva el comercio de la República Argentina, y no puede estar dividida", delineó la Presidenta en el marco de la "sintonía fina" que le pidió a todos sus colaboradores para el segundo mandato.
La mandataria también hizo un pedido al Poder Judicial para que se aceleren las causas que juzgan las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar, y dijo que "si bien se registra un gran avance, lo único que le pido a la Justicia de mi país es que el próximo presidente" pueda "dar vuelta la página trágica de nuestra historia".
Hacia el final, la jefa de Estado reelecta agradeció "a todos los argentinos que creyeron en nosotros: no en esta Presidenta sino en este proyecto colectivo" y destacó que ella representa "un proyecto colectivo, nacional y popular, y profundamente democrático".
"Agradezco que confíen en este proyecto nacional, popular y democrático y en esta persona, como la persona capaz de llevarlo adelante con todos los argentinos", sostuvo la Presidenta.
UN MENSAJE QUE RATIFICA EL RUMBO Y APUNTALA LOS PILARES DEL MODELO DE CRECIMIENTO
Fiel a sus convicciones la Presidenta asumió hoy su segundo mandato constitucional con un mensaje que no dejó dudas, ni a propios ni a extraños, acerca de cuáles van a ser los pilares en los que sustentará su nuevo período al frente del Ejecutivo Nacional.
Con un mensaje que hizo hincapié en lo económico Cristina hizo un repaso de los logros de su administración y advirtió sobre la necesidad de "no escupir al cielo" lo que dicho en criollo supone un pedido a todos los sectores acerca de cuidar lo conseguido en estos años ante la inocultable crisis económica y de empleo que viven los países de Europa y que salpica también a los Estados Unidos.
El recuerdo a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, se vio reflejado también en varios pasajes del mensaje de una hora y diez minutos ante el Parlamento. Desde el propio juramento la figura del ex mandatario estuvo presente en las primeras y emocionadas palabras de la Presidenta.
"Juro por Dios, por la Patria y por él", dijo Cristina antes que su hija Florencia le colocara la banda presidencial en medio de un abrazo interminable entre las dos y ante la emocionada mirada de su hijo Máximo ubicado en el palco oficial.
Al avanzar en su mensaje la jefa del Estado recorrió las decisiones adoptadas en la política sobre los derechos humanos centrados en el eje de la memoria, la verdad y la justicia.
Allí aprovechó para reclamar que "si bien hemos conseguido avances importantes le pido a la Justicia que el próximo presidente que asuma en 2015 no tenga que pronunciar la frase que pronuncie en el mensaje de 2007 y que los juicios estén terminados para dar una vuelta de página a nuestra trágica historia".
En otro orden Cristina aseguró que "hay una nueva Argentina y también hay un nuevo mundo con mayores desafíos" tras lo cual recordó aquella frase de Kirchner al decir "cambio es el nombre futuro".
Firme en sus dichos la Presidenta no dudó en destacar las leyes concretadas en su anterior mandato y en ese marco subrayó la Asignación Universal por Hijo y para embarazadas, la reestatización de las AFJP, la movilidad jubilatoria obligatoria y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Ante los legisladores dijo también que "muchos creen que los mejores gobiernos son los que aprueban muchas leyes y yo les digo que aunque sólo hubiéramos aprobado estas leyes ya estaría feliz" y recomendó "a que no se guíen por las letras de molde sino por la mirada de la gente".
En medio de importantes anuncios como el de la creación de una Secretaria de Comercio Exterior y de las órdenes impartidas a sus ministros y secretarios para establecer un trabajo conjunto entre todas las áreas, la Presidenta advirtió sobre las cinco corridas bancarias que su gobierno debió soportar alentadas por grupos de presión a quienes advirtió: "Sepan que no soy la presidenta de las corporaciones, sino la presidenta de los 40 millones de argentinos".
Los reclamos para la pronta sanción de una Ley de Tierras y de una Ley Penal Tributaria también formaron parte del mensaje presidencial de asunción del nuevo período.
Como no podía ser de otra manera, Cristina también hizo mención a la integración regional como la herramienta para "mejorar nuestras defensas ante un mundo que ha cambiado" y reconoció la decisión de las jefas y jefes de Estado de la región porque "el futuro va de la mano de esa integración, codo a codo, como decía (Mario) Benedetti".
Pero si algo quedó claro en los 70 minutos que la Presidenta utilizó para dar su mensaje al país fue la ratificación del modelo iniciado hace ocho años. Su profundización y adecuación a los tiempos del país y del mundo forman parte del nuevo período que hoy se inicia en la Argentina que celebra además la inauguración de un nuevo turno democrático.
Y eso, por peso propio, es suficiente motivo de festejo y de esperanza para una Nación que necesita volver a creer en sí misma para seguir creciendo hacia adentro y hacia el mundo.
El recuerdo a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, se vio reflejado también en varios pasajes del mensaje de una hora y diez minutos ante el Parlamento. Desde el propio juramento la figura del ex mandatario estuvo presente en las primeras y emocionadas palabras de la Presidenta.
"Juro por Dios, por la Patria y por él", dijo Cristina antes que su hija Florencia le colocara la banda presidencial en medio de un abrazo interminable entre las dos y ante la emocionada mirada de su hijo Máximo ubicado en el palco oficial.
Al avanzar en su mensaje la jefa del Estado recorrió las decisiones adoptadas en la política sobre los derechos humanos centrados en el eje de la memoria, la verdad y la justicia.
Allí aprovechó para reclamar que "si bien hemos conseguido avances importantes le pido a la Justicia que el próximo presidente que asuma en 2015 no tenga que pronunciar la frase que pronuncie en el mensaje de 2007 y que los juicios estén terminados para dar una vuelta de página a nuestra trágica historia".
En otro orden Cristina aseguró que "hay una nueva Argentina y también hay un nuevo mundo con mayores desafíos" tras lo cual recordó aquella frase de Kirchner al decir "cambio es el nombre futuro".
Firme en sus dichos la Presidenta no dudó en destacar las leyes concretadas en su anterior mandato y en ese marco subrayó la Asignación Universal por Hijo y para embarazadas, la reestatización de las AFJP, la movilidad jubilatoria obligatoria y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Ante los legisladores dijo también que "muchos creen que los mejores gobiernos son los que aprueban muchas leyes y yo les digo que aunque sólo hubiéramos aprobado estas leyes ya estaría feliz" y recomendó "a que no se guíen por las letras de molde sino por la mirada de la gente".
En medio de importantes anuncios como el de la creación de una Secretaria de Comercio Exterior y de las órdenes impartidas a sus ministros y secretarios para establecer un trabajo conjunto entre todas las áreas, la Presidenta advirtió sobre las cinco corridas bancarias que su gobierno debió soportar alentadas por grupos de presión a quienes advirtió: "Sepan que no soy la presidenta de las corporaciones, sino la presidenta de los 40 millones de argentinos".
Los reclamos para la pronta sanción de una Ley de Tierras y de una Ley Penal Tributaria también formaron parte del mensaje presidencial de asunción del nuevo período.
Como no podía ser de otra manera, Cristina también hizo mención a la integración regional como la herramienta para "mejorar nuestras defensas ante un mundo que ha cambiado" y reconoció la decisión de las jefas y jefes de Estado de la región porque "el futuro va de la mano de esa integración, codo a codo, como decía (Mario) Benedetti".
Pero si algo quedó claro en los 70 minutos que la Presidenta utilizó para dar su mensaje al país fue la ratificación del modelo iniciado hace ocho años. Su profundización y adecuación a los tiempos del país y del mundo forman parte del nuevo período que hoy se inicia en la Argentina que celebra además la inauguración de un nuevo turno democrático.
Y eso, por peso propio, es suficiente motivo de festejo y de esperanza para una Nación que necesita volver a creer en sí misma para seguir creciendo hacia adentro y hacia el mundo.
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