Chile, 21 Sep. (ATIPIRI / Infobae).- Las estudiantes en ayuno voluntario son Johanna Choapa y Maura Roque Vivanco, ambas alumnas de 17 años. A ellas, que ya llevan 64 días en huelga, se sumaron Karla Fernández, de 15 años, y Francisco García, alumnos de otros establecimientos educativos de Santiago que han sostenido una huelga de hambre por más de 31 días.
"¿Por qué niños de 15 y 17 años tienen que hacer una huelga de hambre para mejorar algo que le corresponde por esencia, que es educarse?", dijo a DPA Sergio Yañez, apoderado que hace 32 días se sumó a la huelga de hambre. Y agregó: "De hecho, el ministro de Salud (Jaime Mañalich) está convencido de que esto es un juego, una farsa y que quienes nos estamos muriendo de hambre aquí somos casi unos payasos para él, y no entiende que esto tiene otro sentido".
Días atrás, el funcionario de Sebastián Piñera aseguró que los huelguistas "están en muy buena condición de salud, de modo que en este momento no hay tal huelga de hambre". Estas polémicas declaraciones de Mañanlich fueron desmentidas de inmediato por las escolares del colegio Darío Salas, que señalaron no haber ingerido alimentos.
Además de participar en la mesa de diálogo con el gobierno, los jóvenes demandan que el Ministerio de Educación sea quien se responsabilice de los colegios y no las municipalidades, como es actualmente el caso. Otras exigencias de los huelguistas son acelerar la reconstrucción de colegios dañados tras el terremoto que afectó a Chile en febrero de 2010, tarifa escolar gratuita en el transporte público todo el año y prácticas pagadas.
El movimiento estudiantil, que se mantiene tras cuatro meses de movilización de escolares y universitarios, demanda fin al lucro e "ir posicionando la necesidad de educación gratuita y de calidad", según señala su petitorio.
Aún lejos de hallar solución, el ministro de Educación, Felipe Bulnes, anunció este lunes que 70 mil escolares chilenos no aprobarán el año escolar 2011 debido a la cesación de actividades académicas en que han permanecido los alumnos durante los últimos meses.
El conflicto estudiantil desató una de las más agudas crisis políticas hundiendo el apoyo al presidente chileno a mínimos históricos, así como una baja adhesión a la oposición, compuesta en su mayoría por demócratacristianos y socialistas.
En Chile, país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las mensualidades universitarias fluctúan entre los 500 y 600 dólares. En la mitad de los hogares del país las familias reciben menos de 900 dólares al mes.
Otra movilización
La Confederación Nacional de Estudiantes de Chile (Confech) convocó a una nueva marcha para el jueves 22 de septiembre luego de que fracasara el intento de diálogo con el gobierno del presidente, Sebastián Piñera.
Camila Vallejo, vocera de la Confech, señaló que el movimiento estudiantil está consciente "de que la recuperación de la educación pública y el cambio estructural que requiere el sistema educacional chileno en su conjunto no es una tarea fácil". Sin embargo, apuntó: "Nunca pensamos, nunca imaginamos que el gobierno iba a jugar tan sucio en este proceso". Estas declaraciones de Vallejo se refieren, según afirmó, a la intención del Ejecutivo de "desviar el objetivo" de las movilizaciones "desacreditando a los estudiantes".
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