LOS VECINOS DE LA ZONA ‘SAN LUCAS’ DE EL ALTO CLAMAN LA DOTACIÓN DE AGUA PORTABLE HACE 14 AÑOS

Vecinos y vecinas de zona San Lucas de distrito 7 (ATIPIRI).

El Alto, 19 Sep. (ATIPIRI).- Los vecinos y vecinas de la zona ‘San Lucas’ del distrito municipal 7 de la ciudad de El Alto claman la dotación de agua potable desde hace 14 años. Los pobladores al momento consumen el agua de pozo y varios compran el agua de algunas cisternas a precios elevados, razón por la cual exigieron a las autoridades municipales y de la Empresa Pública y Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) la pronta instalación provisional de una pileta pública.

Francisco Quispe, presidente electo de la zona San Lucas del distrito municipal 7 de El Alto ha denunciado, este lunes, que desde hace 14 años sufren por la falta de conexiones domiciliarias de agua potable.  Los vecinos y vecinas presentaron las solicitudes y documentaciones de dotación de agua a la Empresa Pública y Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) para contar con la instalación de una pileta pública.

Los vecinos y vecinas de la zona se aprovisionan de agua de algunos pozos domiciliarios y varios compran el turril de 200 litros de agua a 7 y 10 bolivianos. Algunas veces esta agua no se puede consumir porque las cisternas de agua les distribuyen turbias.  La zona San Lucas tiene ocho sectores donde hay más de 800 adjudicatarios.

A su turno, Eleuterio Cari, uno de los vecinos de esta zona manifestó su molestia porque continuamente insistieron ante la empresa EPSAS para la dotación de agua potable, sin embargo afirmó que el Gerente de esta firma les dijo ‘tomen agua de lluvia’.

“Hace 14 años sufre este sector de agua. Nosotros estamos insistiendo ante las autoridades para que instalen la matriz de agua aunque sea una pileta pública, no tenemos una pileta pública. Lamentablemente ahora los pozos están secos, los niños van al colegio muy sucios y la cisterna que trae esa agua (que) es muy contaminada”, afirmó Cari.

Por su parte, la vecina Jesica Pari, manifestó que las amas de casa son las que más sufren en la búsqueda de agua potable. A veces las madres deben hacer todo lo posible para racionar el turril que reciben en el día para hacer alcanzar de dos, tres días y otras hasta una semana. Muchas veces se prohibieron de asearse con tal de tener el agua para el consumo humano. 

“Cada turril nos venden a 10 bolivianos y a nosotros no nos conviene, porque también somos gente humilde y que no haya agua, el alumbrado es muy difícil vivir para nosotros. Necesitamos el agua para que nuestros hijos vayan limpios, porque ahora no hay donde lavarse”, complementó Parí. 

En cambio, la vecina Nansi Marca demandó a las autoridades municipales y a EPSAS de El Alto a ejecutar la construcción de la matriz de agua con el objetivo de proveerse de este liquido elemento. Señaló que a veces por consumir el agua turbia de las cisternas sufren de algunas infecciones estomacales.

“No tenemos agua, la cisterna viene a la zona una vez a la semana y no nos alcanza el turril que recibimos. Yo quisiera agua, porque es un derecho que nosotros tenemos”, señaló Marca.