El candidato vicepresidencial de PPB reivindicó su inocencia en los hechos de Porvenir, acusó al Ejecutivo de autoritario y de estar vinculado con el narcotráfico. Aseguró que el prefecto Rubén Costas pudo haber “dado más”.
El vicepresidenciable Leopoldo Fernández burló el control penitenciario y concedió una entrevista al programa Usted elige, desde donde acusó al gobierno de Evo Morales de autoritarismo y de estar sostenido por el narcotráfico. Reclamó al prefecto Rubén Costas que pudo haber “dado más” y reiteró que apuesta a una segunda vuelta electoral.
El candidato del Plan Progreso para Bolivia (PPB) se encuentra recluido desde hace 14 meses en la cárcel de San Pedro por los hechos de violencia de Porvenir y hace 24 días su organización política solicitó que haga campaña electoral desde la cárcel. La Corte Nacional Electoral (CNE) encaminó el pedido, pero el Gobierno le cerró esta posibilidad.
Fernández consiguió hablar con el programa Usted elige de la red Uno, que difundió ayer la entrevista. El vicepresidenciable, que aparece en las imágenes en su celda y vestido con una camisa de color negro, se declaró inocente de los hechos de Porvenir. “El Gobierno no me cree culpable, sino que me quiere y me necesita culpable”, denunció.
Luego de los hechos del 11 de septiembre, donde murieron 13 personas, el entonces prefecto fue detenido y encarcelado en La Paz. El 12 de octubre, la Fiscalía lo imputó por la comisión de los supuestos delitos de terrorismo, asesinato, homicidio, lesiones graves y leves, y asociación delictuosa. El 1 de septiembre oficializó su postulación a la vicepresidencia.
Fernández aseguró que su candidatura no tiene como fin beneficiarse de su eventual triunfo, aunque reivindicó que le corresponde un juicio especial y, en caso de reafirmarse un juicio ordinario, éste debería realizarse en Cobija, Pando.
Aprovechó la ocasión para acusar al Gobierno de autoritarismo. “No existe libertad de expresión; en este momento no hay una vigencia del Estado de Derecho, hay una seudodemocracia”, cuestionó y seguidamente vinculó a la actual administración con el narcotráfico.
“Hay una asociación directa con el narcotráfico; eso solo no lo ve quien no quiere verlo... Evo Morales es el presidente de las Seis Federaciones de Productores del Trópico de Cochabamba y es, precisamente, la coca del Chapare la que está dirigida al narcotráfico”, sentenció.
Durante la etapa preelectoral, la oposición intentó formar un bloque único para enfrentar a Morales, pero la iniciativa fracasó. Ante esta situación, el aspirante recordó que se consolidó su postulación desde la cárcel y que hoy apuntan a lograr los suficientes votos como para forzar una segunda vuelta electoral.
El prefecto Costas formaba parte de estas negociaciones. Fernández se refirió al Prefecto cruceño y señaló: “Podría haber dado más; al Gobierno hay que enfrentarlo... no hay que dejarse intimidar (pues) aquí se está jugando el futuro del país y todo lo que hagamos es poco, no hay que retacear el concurso de nadie”.
El 15 de octubre, el PPB demandó a la CNE que garantice el derecho de su candidato a hacer campaña desde la cárcel. La institución electoral falló a favor de la demanda, que fue ratificada el 28 del mismo mes. El Gobierno censuró la decisión y aseguró que no la cumpliría.
El ex prefecto pandino reconoció que una campaña desde la cárcel es compleja, sobre todo cuando Morales considera enemigos y no adversarios a sus oponentes.
El candidato del Plan Progreso para Bolivia (PPB) se encuentra recluido desde hace 14 meses en la cárcel de San Pedro por los hechos de violencia de Porvenir y hace 24 días su organización política solicitó que haga campaña electoral desde la cárcel. La Corte Nacional Electoral (CNE) encaminó el pedido, pero el Gobierno le cerró esta posibilidad.
Fernández consiguió hablar con el programa Usted elige de la red Uno, que difundió ayer la entrevista. El vicepresidenciable, que aparece en las imágenes en su celda y vestido con una camisa de color negro, se declaró inocente de los hechos de Porvenir. “El Gobierno no me cree culpable, sino que me quiere y me necesita culpable”, denunció.
Luego de los hechos del 11 de septiembre, donde murieron 13 personas, el entonces prefecto fue detenido y encarcelado en La Paz. El 12 de octubre, la Fiscalía lo imputó por la comisión de los supuestos delitos de terrorismo, asesinato, homicidio, lesiones graves y leves, y asociación delictuosa. El 1 de septiembre oficializó su postulación a la vicepresidencia.
Fernández aseguró que su candidatura no tiene como fin beneficiarse de su eventual triunfo, aunque reivindicó que le corresponde un juicio especial y, en caso de reafirmarse un juicio ordinario, éste debería realizarse en Cobija, Pando.
Aprovechó la ocasión para acusar al Gobierno de autoritarismo. “No existe libertad de expresión; en este momento no hay una vigencia del Estado de Derecho, hay una seudodemocracia”, cuestionó y seguidamente vinculó a la actual administración con el narcotráfico.
“Hay una asociación directa con el narcotráfico; eso solo no lo ve quien no quiere verlo... Evo Morales es el presidente de las Seis Federaciones de Productores del Trópico de Cochabamba y es, precisamente, la coca del Chapare la que está dirigida al narcotráfico”, sentenció.
Durante la etapa preelectoral, la oposición intentó formar un bloque único para enfrentar a Morales, pero la iniciativa fracasó. Ante esta situación, el aspirante recordó que se consolidó su postulación desde la cárcel y que hoy apuntan a lograr los suficientes votos como para forzar una segunda vuelta electoral.
El prefecto Costas formaba parte de estas negociaciones. Fernández se refirió al Prefecto cruceño y señaló: “Podría haber dado más; al Gobierno hay que enfrentarlo... no hay que dejarse intimidar (pues) aquí se está jugando el futuro del país y todo lo que hagamos es poco, no hay que retacear el concurso de nadie”.
El 15 de octubre, el PPB demandó a la CNE que garantice el derecho de su candidato a hacer campaña desde la cárcel. La institución electoral falló a favor de la demanda, que fue ratificada el 28 del mismo mes. El Gobierno censuró la decisión y aseguró que no la cumpliría.
El ex prefecto pandino reconoció que una campaña desde la cárcel es compleja, sobre todo cuando Morales considera enemigos y no adversarios a sus oponentes.
Las frases
“El Gobierno no me cree culpable (de Porvenir), sino que me quiere y me necesita culpable”.
“No podemos entrar al juego de este Gobierno, no podemos dejarnos intimidar con este Gobierno”.
“ (El prefecto Rubén Costas) podría haber dado más; al Gobierno hay que enfrentarlo” .
LEOPOLDO FERNÁNDEZ
Candidato a la vicepresidencia
El MAS dice que Fernández incumplió medidas cautelares
Para el Movimiento Al Socialismo (MAS), las declaraciones del candidato a la vicepresidencia por PPB, Leopoldo Fernández, evidencian que el ex prefecto de Pando incumple las medidas cautelares que rigen su detención en el penal de San Pedro.
El diputado del MAS René Martínez, consultado por La Razón, aseguró: “Está burlando una determinación que corresponde a una instancia cautelar y no a la Corte Nacional Electoral (CNE)”.
El legislador oficialista consideró que la entrevista sostenida por Fernández con el programa Usted elige, de la red Uno, demuestra la desobediencia de la ex autoridad departamental.
“Si esto (la entrevista) significa una violación, va a tener que ser la misma instancia ordinaria la que tome sus propias medidas y las partes procesales harán lo suyo”, adelantó.
En todo caso, Martínez insistió en que el MAS no está de acuerdo con que el vicepresidenciable realice campaña desde la cárcel.
El diputado apuntó al hecho de que Fernández aceptó la candidatura después de haber conocido las medidas cautelares.
El Gobierno anunció el sábado que recurrirá a la justicia ordinaria para solucionar la divergencia con la CNE, que reconoció y ratificó los derechos electorales de Fernández.
Antes de iniciar el proceso, el MAS espera la respuesta del Órgano Electoral a un recurso de ampliación de revisión de la resolución.
Martínez, además, restó importancia a las críticas vertidas por Fernández en contra del presidente Evo Morales y su gestión.
“Es un afán político de ponerse en la vitrina con palabras que buscan el desprestigio del Gobierno”, calificó. “Es un discurso de desacreditación —reiteró el congresista— que además va mezclado con su interés electoral”.
FUENTE: http://www.la-razon.com
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