Madrid.- La NASA ha enviado con éxito al espacio a nuestra principal baza para proteger a la Tierra del impacto de un asteroide no detectado. La sonda WISE (siglas en inglés de Wide-Field Infrared Survey Explorer), un potente telescopio espacial, escaneará el cielo entero en luz infrarroja con el objetivo de descubrir miles de objetos que permanecen ocultos.
El «disparo» se ha llevado a cabo desde la base aérea de Vandenberg, en California (EE.UU.), dos días después de que el mal tiempo y algunos problemas técnicos de última hora abortaran el primer intento de lanzamiento.
Al parecer, los ingenieros detectaron el sábado durante las pruebas previas al «go» un fallo en un motor de refuerzo de dirección. Los técnicos decidieron retirar y reemplazar un componente sospechoso. Una vez solucionada la avería, todo ha funcionado a la perfección. Después de la cuenta atrás, los motores del cohete han comenzado a rugir a las 9.09 hora local (15.09 en España), justo cuando estaba previsto, y se ha producido el despegue. Treinta minutos más tarde, todo parecía funcionar como es debido.
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