martes, 30 de noviembre de 2010

Los cables diplomáticos enfurecieron al régimen iraní.

Irán, 30 de Nov. (Atipiri / tomado de Infobae.com).- Teherán llamó "complot", "trampa" e "iranofobia" a la revelación de documentos con opiniones muy negativas de países vecinos sobre su programa nuclear.

El aislamiento de Irán en la región es una de las principales revelaciones de orden político contenidas en los cables diplomáticos estadounidenses filtrados por WikiLeaks. La inquietud por la posibilidad de que ese país se convierta en potencia nuclear no era exclusiva de los Estados Unidos e Israel, sino de la mayoría de los vecinos árabes de Teherán.

Eso explica que, curiosamente, mientras Washington no desmiente la autenticidad de los documentos, sí lo hace el régimen iraní. En efecto, el canciller de ese país, Manouchehr Mottaki, instó a "no caer en la trampa" de las revelaciones de WikiLeaks que, según él, apuntan a "sembrar la discordia" en el seno del mundo musulmán.

El vocero del ministerio de Relaciones Exteriores, Ramin Mehmanparast, llegó incluso a calificar la difusión de los documentos como un "complot dudoso" de los propios Estados Unidos. Es entendible. Los cables muestran con toda crudeza la preocupación y la animosidad de los países árabes hacia la República Islámica de Irán y no pueden sino causar desazón en el régimen de los ayatolás.

"Los enemigos del mundo islámico siguen sembrando la iranofobia (sic) y la discordia", dijo el vocero iraní. "Pero su proyecto sólo apunta a proteger los intereses del régimen sionista y de sus partidarios, y los países de la región no deben caer en esa trampa", agregó.







En la misma línea que el presidente, Mahmud Ahmadinejad, Mehmanparast insistió en que "la publicación de estos documentos no habría sido posible sin la cooperación de los servicios de inteligencia occidentales, en particular estadounidenses". "El hecho de que (la secretaria de Estado Hillary) Clinton concentrara su atención, entre todos esos documentos, en los que tienen relación con las actividades nucleares de Irán arroja dudas sobre su autenticidad", agregó.







Los datos de la realidad no parecen respaldar esta visión conspirativa. Es cierto que, tal como lo hizo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Hillary Clinton destacó el hecho de que los documentos permitan concluir que "los temores concernientes a Irán son fundados y ampliamente compartidos". Pero de ahí a pensar que Washington reveló más de 200 mil cables confidenciales con el sólo fin de perjudicar a Irán, hay un largo trecho.







Lo cierto es que no debe ser agradable para Teherán descubrir que la inmensa mayoría de los países con los que se considera unido por una visión común del mundo, derivada de la fe musulmana, no sólo no lo ven con simpatía sino que aprobarían una intervención militar en su contra, aún prefiriendo una solución negociada.







Temor, desconfianza y poca simpatía hacia Irán







En un cable del embajador de los EEUU en Riad, James Smith, publicado por el diario español El País, puede leerse: "El rey [Abdalá, de Arabia Saudita] le ha dicho al general [James] Jones [consejero de Seguridad Nacional] que si Irán logra desarrollar armas nucleares, todos en la región harán lo mismo".







Según el informe diplomático antes citado, "el rey [saudí] le dijo al general Jones que la agitación interna iraní [tras las elecciones de junio de 2009] constituye una oportunidad para debilitar al régimen (algo que él anima a hacer), pero también instó a que esto se haga de forma encubierta y subrayó que las declaraciones públicas en apoyo a los reformistas son contraproducentes".







También el embajador estadounidense en Omán, Gary Grappo, informa al Departamento de Estado que el sultanato "no se opondría a la imposición de más medidas contra Irán por parte de las organizaciones internacionales; sin embargo, no quiere mostrarse activo en la promoción de esas medidas".







Según otro cable, en una visita a Moscú en junio de 2009, Alexander Vershbow, secretario adjunto de Defensa, dice a sus interlocutores que "el mundo islámico está muy preocupado por el programa nuclear de Irán" y que "varios de sus vecinos árabes han pedido a EEUU misiles Patriot y otras medidas para protegerse contra un ataque iraní".







Otro despacho de la embajada estadounidense en Riad, firmado por el ministro consejero Michael Gfoeller, da cuenta "de los frecuentes llamamientos que el rey ha hecho a EEUU para que ataque Irán y ponga fin a su programa de armas nucleares". Citando a un funcionario local, agrega: "Les dijo que cortaran la cabeza de la serpiente".







"El objetivo de Irán es causar problemas", le habría dicho Abdalá a John Brennan, asesor para la lucha antiterrorista del presidente Barack Obama, durante en marzo del año pasado. El rey saudí también trató de "desequilibrados" a los iraníes y definió a Irán como "un vecino al que uno trata de evitar". "Qué Dios nos libre de ser víctimas de la maldad iraní", fue el deseo de Abdalá. "Una guerra convencional ahora sería preferible a un Irán nuclear", concluyó.







A esto se suman las preocupaciones del heredero de Abu Dhabi y verdadero hombre fuerte de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohammed bin Zayed, que se muestra "convencido de que se desatará un infierno si Irán llega a hacerse con la bomba, con Egipto, Arabia Saudita, Siria y Turquía desarrollando su propia capacidad nuclear militar, e Irán instigando el conflicto entre sunitas y chiítas por todo el mundo", según el relato del embajador Richard Olso. Además Al Nahayan, vicecomandante supremo de las Fuerzas Armadas de los Emiratos, definió a "una guerra convencional con Irán en el corto plazo como claramente preferible a las consecuencias a largo plazo de un Irán dotado del arma nuclear".







Informes sobre opiniones análogas a éstas formuladas por el primer ministro de Qatar y el ministro del Interior de Kuwait fueron enviados al Departamento de Estado. Se trata de dos países que públicamente se muestran más cercanos a Irán.







"Nos mienten y les mentimos", dice el premier de Qatar, Hamad Bin Jasim, en referencia a Teherán. "Irán está decidido a exportar su revolución y solo puede ser disuadido por la fuerza de alcanzar sus ambiciones nucleares", confía el ministro kuwaití, Yaber al Jaled al Sabah.







Por último, los cables revelan las duras opiniones del rey Hamad bin Isa al Khalifa de Bahrein. "Hay que parar ese programa", habría dicho en una reunión con el general Petraeus, en noviembre de 2009. Según el informe del embajador Adam Ereli, el monarca abogó por que se actuase "con fuerza (para) acabar con el programa nuclear iraní, por cualquier medio necesario". "El peligro de dejarlo avanzar es mayor que el peligro de pararlo", habría dicho textualmente el rey.

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Agencia Regional de Noticias -- ARN

1 comentario:

  1. yo estoy de acuerdo con los paises que estan encontra del gobierno Irani, el gobierno solo busca mas poder y fuerza para alzarse encontra de Occidente, sus propios vecinos estan de acuerdo en frenarlo a toda costa AHORA, que todavia es mas convencional su fuerza, y no esperar a que forme su plan nuclear y desarrollarlo... Gracias..

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