El Mundial de Fútbol 2018 se jugará en Rusia y el 2022 en Qatar.

Zurich, 2 Dic (Erbol/tomado de agencias).- Se develó el misterio: el Mundial 2018 ya tiene sede oficial y será Rusia, un verdadero peso pesado en el plano económico y político que nunca recibió el torneo. Así lo votó este mediodía el Comité Ejecutivo de la FIFA que se reunió en Zúrich para realizar una votación secreta. La candidatura rusa se impuso por sobre las propuestas conjuntas de España-Portugal, Holanda-Bélgica y sobre la de Inglaterra. En tanto, Qatar se impuso en la elección de la sede para 2022.

Así, la incertidumbre y las horas de presiones y negociaciones –con las visitas de gobernantes, príncipes, modelos y figuras del fútbol como una forma de intentar meter presión a la hora de la elección- le dieron paso a la certeza de que Rusia y Qatar tendrán finalmente el desafío de organizar un Mundial.

En total, nueve países presentaron candidaturas. Bélgica y Holanda; Inglaterra, Rusia, España y Portugal lo hicieron para ser anfitriones en 2018 o 2022. En tanto, Australia, Japón, Corea del Sur, Qatar y Estados Unidos lo hicieron sólo para 2022.

Rusia tuvo la ausencia del premier Vladimir Putin en Suiza, tras su queja de que todo el proceso se había convertido en "una competencia injusta'' tras el escándalo por supuesta compra de votos que salpicó a la FIFA. Es que, recientemente, una investigación con cámaras ocultas de un diario británico había derivado en la inhabilitación para votar de dos miembros del ejecutivo. Además, un documental de la BBC acusó a otros, entre ellos el paraguayo Nicolás Leoz y el brasileño Ricardo Teixeira, de aceptar sobornos. "Ya hubo diez Mundiales en Europa Occidental y ninguno en Europa Oriental. En nuestra área empezó una nueva era con la caída del Muro de Berlín en 1989. Con un Mundial en Rusia se caería otro muro simbólico para iniciar un nueva era en el fútbol", afirmó Vitaly Mutko, ministro de Deportes ruso.

El país, que cuenta con las distancias entre las sedes como principal escollo a resolver –aceitando las redes ferroviarias y las conexiones por aire- propuso 16 estadios, de los que trece serán construidos y tres remodelados. También elevar la capacidad hotelera para llegar hasta las 100 mil camas.

En la previa, Inglaterra fue el país más agresivo en las últimas y frenéticas horas de postulación. El primer ministro David Cameron, el príncipe Guillermo y David Beckham trabajaron fuerte para conseguir los votos, apelando a la historia y tradición del fútbol en ese país, que cuenta con una de las mejores Ligas del mundo. También personalidades como Alex Ferguson, Bobby Charlton, Rio Ferdinand, Steven Gerrard o Arsene Wenger colaboraron con su imagen y sus palabras para transmitir en imágenes a los miembros del comité ejecutivo el sabor del fútbol inglés. Finalmente, no alcanzó.

Tampoco a España-Portugal, que también presionaron tras bambalinas. En su presentación, estuvieron el presidente portugués José Socrates y el jefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien afirmó que "España y Portugal están listas para celebrar el Mundial el mes que viene, si fuera necesario". La postulación intentó marcar su fortaleza en la infraestructura vial, hotelera y turística ya disponible, y en la tradición del fútbol en ambos países.

Por su parte, la de Bélgica-Holanda era la candidatura considerada con menos chances. El astro holandés Johan Cruyff fue el principal responsable designado para captar apoyos. La oferta contó con 12 ciudades-sedes, 14 estadios. Los puntos fuertes fueron el medio ambiente y el sistema de transporte. La flaqueza vino por el lado de una baja capacidad hotelera.

OBJETIVO 2022

Qatar causó el mayor impacto de los cinco países que buscan la sede de 2022, al tratar de derribar el argumento de que jugar en el desierto es demasiado caluroso en los meses de junio y julio. Por eso, le pidió a la FIFA que se "arriesgue". "Le ofrecemos la oportunidad histórica de expandir las fronteras del Mundial'', afirmó el jeque Mohammed bin Hamad Al-Thani, director de la candidatura. Finalmente, le dieron el gusto.

La nación árabe se impuso por sobre las candidaturas de Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur, que ya aparecían con pocas chances tras la reciente experiencia en 2002.