EE.UU., 2 Dic. (Atipiri / infobae.com).- El soldado estadounidense Bradley Manning se contactó con el hacker Adrian Lamo. Sus mensajes son una crónica del robo de información más grande de la historia.
En las charlas que fueron reveladas, el soldado revela por qué decidió filtrar los documentos que hoy dominan las portadas de los diarios mundiales. Además, comento cómo lograba apropiarse de los cables diplomáticos secretos y transferirlos a Julian Assange, el fundador de de Wikileaks. Los textos son además un fotografía de su atormentada personalidad.
El detalle de los chat es el siguiente:
Mannings (M): Ya no creo en los chicos malos versus los buenos, sólo hay muchos Estados que actúan según su interés personal...con distinta ética, pero en interés propio.
M: Supongo que soy demasiado idealista.
Lamo : ¿Qué harías si tu papel con WikiLeaks corriera el peligro de ser divulgado?
M: Trataría de pensar en cómo hacer para difundir mi versión, antes de que se tergiversara todo para hacerme aparecer como Nidal Hassan (sospechoso de las fatales matanzas de Fort Hood).
M: No creo que vaya a pasar.
M: Lo que quiero decir es que nunca fui descubierto.
M: En general me ignoraban, excepto cuando tenía algo importante, luego volvían al clásico "tráeme café y después barre el piso". Me sentía como un caballo de fuerza maltratado.
M: Es triste.
M: Lo que quiero decir es qué hubiera pasado si yo fuera alguien más malintencionado.
M: Lo podría haber vendido a Rusia o a China y hacer caja.
Lamo : ¿Por qué no lo hiciste?
M: Porque se trata de información pública.
Lamo: Me refiero a los cables.
M: Pertenece al dominio público. La información debería ser libre.
M: Quiero que la gente vea la verdad más allá de quiénes sean, porque como público no es posible tomar decisiones sin información.
Su conversación con Lamo había comenzado como una forma de escape del mal momento por el que estaba atravesando. Fue dado de baja en la misión estadounidense en Irak por "problemas de adaptación", motivado probablemente por su condición de homosexual.
M: ¡Hola, soy M! Soy analista de inteligencia del Ejército, emplazado en el este de Bagdad, a la espera de mi baja por "trastorno de adaptación".
M: Imagino que estarás bastante ocupado.....
M: Si tuvieras acceso a redes clasificadas 14 horas por día los 7 días de la semana durante 8 meses ¿qué harías?
M: No puedo creer lo que te estoy confesando....
M: Estuve tanto tiempo aislado..., sólo quería ser amable y llevar una vida normal..., pero los hechos me obligaban siempre a imaginar formas para sobrevivir..., lo suficientemente inteligente como para saber lo que está pasando, pero incapaz de hacer nada..., nadie me prestaba atención.
M: Me automedico como loco cuando no estoy trabajando en la oficina de suministro (mi nuevo lugar, como me van a dar de baja, ya no soy de inteligencia).
El soldado también confesó que logró superar fácilmente los escasos controles de seguridad del sistema. Sostuvo que era una generalidad el hecho de que hubiera una permanente entrada y salida de datos en las computadoras, lo cual permitió que su actividad no levantara sospechas.
M: Lo más curioso es que.... hayamos transferido tanta información en Cds sin marcas.
Todo el mundo lo hacía... videos... música. Todo a la vista de todos.
Lamo: ¿Así es como sacabas los cables?
M: Tal vez.
M : Yo entraba con música en un CD-RW con etiqueta de algo como Lady Gaga..., borraba la música.... y registraba luego un archivo partido comprimido.
M: Nadie sospechaba nada.
M : Todo el mundo se sentaba en sus consolas... miraba videos de música/persecuciones de autos/explosiones de edificios... y escribía otras cosas en Cd/DVD... la cultura creaba oportunidades.
M : De modo tal que... era un derrame masivo de datos... facilitado por varios factores.... físicos, técnicos y culturales. Un ejemplo perfecto de lo que no se debe hacer en seguridad informática.
M : Escuchaba y doblaba con mis labios (el tema) Telephone de Lady Gaga, mientras hacía el vertido de datos más grande, tal vez, de la historia de los EEUU.
M : Bastante sencillo y nada glamoroso.
M: Servidores débiles, registros débiles, seguridad débil, contrainteligencia débil, análisis distraído de señales... los ingredientes para una tormenta perfecta.
También habló respecto de su relación con Julian Assange, uno de los fundadores de WikiLeaks y principal objetivo de la ira diplomática estadounidense. Ambos mantenían conversaciones a través de programas de chat encriptados que garantizaban la confidencialidad de sus conversaciones.
M : Soy una fuente, no un voluntario. Lo que quiero decir es que soy una fuente de elevado perfil... y creé una amistad con Assange.
M: No sé mucho más de lo que él me cuenta, que es muy poco.
M: Me llevó cuatro meses confirmar que la persona con la que me estaba comunicando era, de hecho, Assange.
M: No estoy seguro de si podrían considerarme un tipo de hacker, un loco, un activista hacker, un soplón u otra cosa....
M : Sólo soy yo en realidad.
No fueron sus conversaciones con Assange las que lo delataron, sino su intercambio con Lamo, quien recurrió a los agentes federales para que Manning sea detenido. Actualmente cursa una condena de 52 años en una cárcel militar. A pesar de ello, sus amigos que lo visitaron en su lugar de detención dijeron haberlo visto de buen humor.
Mientras tanto, afuera se genera una importante controversia sobre quién realizó la más importante filtración de documentación secreta en la historia de la diplomacia mundial.
Ex diplomáticos y hasta el ex candidato presidencial estadounidense, Mike Huckabee, pidieron la ejecución de Manning. En diversas declaraciones, aquellos afectados sostuvieron que podría ser condenado a muerte por traición.
La embestida contra Manning generó también una ola de solidaridad. Una organización creó un fondo que espera recaudar unos 130 mil dólares, por medio de la venta de remeras con la inscripción "Liberen a Bradley Manning" para costear la representación legal del ex soldado. El documentalista Michael Moore inició, también, una campaña por su liberación.
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