Miles de delegados de organizaciones sociales, académicos y científicos del mundo comenzaron a llegar ayer a la ciudad de Cochabamba para participar en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que diseñará políticas en defensa de la naturaleza.
Autoridades del Órgano Ejecutivo, como el canciller del Estado Plurinacional, David Choquehuanca; la ministra de Medio Ambiente y Agua, María Esther Udaeta; el embajador ante la ONU, Pablo Solón, y otros ultimaban pequeños detalles para la cita internacional. El centro de acreditación, instalado en el coliseo cerrado, no tiene tregua porque hasta a las 17.00 de ayer los funcionarios acreditaron a 20.400 delegados, entre nacionales y extranjeros.
El responsable de la comisión de acreditación de la conferencia, Clarems Endara, dijo que las acreditaciones continuarán hoy, por lo que la cifra de inscritos sobrepasará cualquier previsión tomada por las autoridades.
Los periodistas que cubrirán el acontecimiento también llegan a Tiquipaya. Medio millar de periodistas nacionales y 300 de medios extranjeros se acreditaron para cubrir el encuentro global, entre ellos los de importantes cadenas internacionales.
La Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) instaló dos modernas salas de prensa con todos los equipos para facilitar el trabajo de los periodistas que cubrirán la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. En tanto, el director de Comunicación del encuentro, Luis Crespo, informó que líderes de organizaciones sociales de Ecuador, Perú, Brasil, Argentina y Chile llegan a la ciudad de Cochabamba para acreditarse. Unas 400 personas de Ecuador arribaron en vuelos charter.
En el coliseo de Tiquipaya se instaló casi una centena de máquinas para el registro de los participantes en el evento. Ciudadanos de diferentes países del mundo, como delegados de Canadá, Sudáfrica, Chile, Argentina, Angola y otros países fueron vistos en las filas de registro de inscripciones.
Y en ese escenario se escucharon diversos idiomas. Chaytanya Kalevar, de Toronto, por ejemplo, con dificultades para expresarse en español enseña su polera y dice: “‘My’ vive en Toronto, Canadá, ‘my’ es de la Mamapacha…”. Un traductor ocasional afirma que Kalevar indicó que no tenía idea de cómo, pero quería hacer todo lo que se pueda para mejorar la Tierra.
“¿Por qué no traduces mi idea en mi polera?, son diez mandamientos para defender la Tierra”, indica Kalevar a su traductor. Tras la entrevista, el canadiense se dedicó a repartir pins (prendedores) con mensajes en inglés, contra el uso del carbón y el uranio.
Kalevar es uno de los miles de asistentes a la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Defensa de la Tierra, donde se incluyen diversas actividades y debates con la participación de representantes de gobiernos, de movimientos sociales y especialistas en la temática.
TIQUIPAYA, A PUNTO
Mientras tanto, las calles de la población de Tiquipaya, a 10 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, se ponen a punto para recibir a los miles de visitantes. Las vías aledañas al hotel Regina y al coliseo cerrado se terminaron de asfaltar y los obreros del municipio recogen los últimos escombros que yacen en las calles.
En la Prefectura, representantes de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) se reúnen para ultimar detalles de su participación en las 17 mesas de trabajo, además de recibir la acreditación para sus afiliados.
“Hay mucha fuerza, nuestros hermanos delegados de la CSUTCB están llegando de a poquito, hoy nos hemos adelantado como la avanzada para coordinar el apoyo logístico en todo lo que se va a desarrollar en los 17 temas, estamos listos para empezar el día de mañana (hoy)”, sostuvo Jeannette Villegas, comunicadora social de la CSUTCB.
La participación campesina se basará en la propuesta elaborada hace semanas en la Casa Campestre. “Tenemos listo todo, conocemos el tema, tenemos divididas las comisiones, así que hay mucha fuerza para este importante encuentro de pueblos, de naciones, de organizaciones sociales, de países, va a resultar muy bien”, dijo.
Los movimientos sociales de Bolivia están conscientes de que el país será el epicentro de la atención y por ello debemos defender nuestra propuesta sobre la Tierra, señala.
Por su lado, Mónica Mabanga, de Sudáfrica, otra de las asistentes, añadió: “Yo participo en este evento para ayudar a crear conciencia de la destrucción del hábitat de la Tierra, estoy interesada en el tema suscrito en el protocolo de Kioto, con el que los países ricos deben reducir las emisiones de seis gases que causan el calentamiento global, los pueblos tienen algo que decir de esto. Agradezco al gobierno de Evo Morales por hablar del cambio climático, porque en Copenhague fue muy opresora para denunciar los problemas de la Tierra”.
Por su parte, Lino Poma, mallku de Gestión Territorial Indígena del Conamaq, declaró a Cambio que hoy llegarán a Tiquipaya más de 500 participantes.
“Van a llegar a Cochabamba, vienen de Potosí, Oruro, La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, parte de Tarija y Santa Cruz. Todos nos distribuiremos para participar en las 17 mesas porque consideramos que es importante nuestra participación en las 17 mesas… no tenemos alojamiento, pero lo importante es apoyar y proponer”, aseguró el líder indígena.
“Ya tenemos una propuesta a nivel nacional de las cinco organizaciones, es una propuesta macro para las 17 mesas”, añadió.
Inaguración del encuentro será en el estadio Tiquipaya
La masiva asistencia de representantes de Estados, movimientos sociales, científicos y de otras organizaciones ha obligado a cambiar a un estadio de fútbol el acto de inauguración de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Defensa de los Derechos de la Madre Tierra, informó Pablo Groux, coordinador del encuentro que se abrirá este martes.
“Las expectativas han rebasado nuestros cálculos y hemos decidido cambiar al estadio de Tiquipaya, que tiene más aforo que el coliseo deportivo, donde inicialmente estaba programado el acto de inauguración”, detalló. Explicó que el coliseo deportivo de la universidad Univalle tiene una capacidad para 4.000 personas, insuficiente para el número de inscritos, que ha rebasado los 20.000.
El estadio de esta localidad, a 12 kilómetros de Cochabamba y conocida como la ciudad de las flores, tiene un aforo para 15.000 espectadores, lo que, según Groux, alcanzará para no dejar fuera a los participantes.
El encuentro fue convocado por el presidente Evo Morales tras el fracaso de la Cumbre de Copenhague, que se realizó en diciembre del año pasado. (Tiquipaya, Cochabamba-ABI)
Romper el cerco imperial
A pocas horas del inicio de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, la ministra de Medio Ambiente y Agua, María Esther Udaeta, sostuvo ayer que Bolivia está lista para ofrecer la palabra a los pueblos del mundo que fueron escamoteados en Copenhague en defensa de la naturaleza.
“Aquí estamos para dar espacio a todos los que no han podido decir en Copenhague, porque era un espacio muy restrictivo. Eso es lo más rico que tenemos, que Bolivia está abriendo un espacio muy importante a escala mundial”, señaló.
Ratificó el desarrollo de 17 mesas de trabajo habilitadas y descartó la instalación de la mesa 18 por parte del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), que propuso inicialmente discutir conflictos socioambientales.
“El evento tiene sus objetivos muy claros y es un debate que hemos recogido desde la Conferencia en Copenhague, hay una agenda ahí y esos temas son los que se han trabajado. Sobre nuestros asuntos internos tenemos, los espacios y los tiempos para poder verlos, eso será posconferencia”, señaló. Según datos del centro de registros habilitado en el coliseo de Tiquipaya, las acreditaciones superaron las 20.400 personas.
Udaeta sostuvo que la masiva asistencia fue prevista y ante la posibilidad de que la capacidad operativa no cubra las necesidades de los asistentes, “como anfitrión, Bolivia va a solucionar situaciones de alojamiento y comida, incluso para los que no estaban previstos, hay una buena organización”.
Más de 70 grupos y organizaciones participan en la Cumbre en calidad de “autoconvocados”, coadyuvan en la parte operativa y participarán desde stands con la exposición de temas propios relacionados con el cambio climático y la defensa de la Tierra. Los grupos de las mesas de trabajo realizaron talleres de ajuste a la presentación que hoy realizarán en la primera sesión. “Se trata de poner para el intercambio y el debate abierto la síntesis de los trabajos de mesa alcanzados, para que los miles de asistentes puedan enriquecer las propuestas”, afirmó.
Canciller: El poder de cambiar las políticas está en los pueblos
El canciller boliviano, David Choquehuanca, aseguró ayer que el poder de cambiar las políticas globales a favor de la Tierra se encuentra en manos de los pueblos, no de los presidentes de los países del mundo.
“El poder de cambiar las cosas no está en manos de los presidentes, el poder de cambiar las cosas está en manos de los pueblos. No está en manos de los ministros, no está en manos de los parlamentarios, sino el pueblo tiene el poder de cambiar las cosas, ellos son los que cambian a los presidentes”, dijo en puertas de la Prefectura de Cochabamba.
La cita mostrará que “los pueblos tienen el poder de cambiar las cosas” en defensa de la Madre Tierra, sintetizó Choquehuanca.
Delegados de Asia, África, Canadá, Argentina, Chile y otros países fueron vistos en el proceso de registro en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, mientras centenares de representantes de movimientos indígenas de tierras bajas y altas de Bolivia comenzaron ayer, en instalaciones de la Prefectura, a bosquejar sus propuestas temáticas en mesas de análisis.
El Canciller afirmó que hasta el mediodía, más de 18 mil personas se registraron, pero esa cifra subió a 20.400 hasta pasadas las 17.30.
Los movimientos sociales que portan su cultura y cosmovisión para encarar la crisis climática son considerados por el Gobierno como el eje de nuevas ideas para salvar la Tierra, ideas que se perfilan distintas a las propuestas del neoliberalismo.
La autoridad criticó las versiones que minimizan la importancia de las futuras conclusiones del evento y dejó en claro que desde Bolivia saldrá un plan de acción global. “Aquí se van a estructurar, diseñar las estrategias de acción para ver de aquí en adelante qué vamos a hacer. Quienes vienen aquí ven la importancia de hacer algo para salvar nuestro planeta, salvar la vida, nuestra vida y la vida de nuestros hijos”, sostuvo.
Solón: La humanidad se encamina hacia la catástrofe
El embajador de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Pablo Solón Romero, advirtió ayer que si los países industrializados no se ponen de acuerdo para una drástica reducción de los gases de efecto invernadero, se viene una catástrofe de consecuencias imprevisibles para la humanidad.
El diplomático recordó que la Comisión Europea –cuyos resultados fueron presentados tras el fracaso de la Cumbre de Copenhague– señala que habrá una subida del 4 al 6 por ciento de la temperatura, lo que puede tornar inviable cualquier forma de vida en el planeta Tierra.
Solón manifestó que el mismo estudio subraya que para frenar una subida en dos por ciento, es necesario reducir un 40 por ciento de los gases de efecto invernadero, lo que es visto como improbable por el capricho de los países industrializados y las empresas transnacionales que se niegan a asumir un costo económico.
Las transnacionales, de la mano de sus gobiernos, se niegan a dejar de lado el lucro, se niegan a invertir en nuevas tecnologías para restablecer la armonía con la naturaleza y se niegan a anteponer los intereses de la humanidad, indicó.
A los países industrializados, como Estados Unidos, no les importan los lineamientos del Protocolo de Kioto, que es un acuerdo internacional asumido en 1997 en el ámbito de Naciones Unidas que trata de frenar el cambio climático. En tanto, algunos países en Europa tienen propuestas razonables, aunque al final su postura es: “si ellos no quieren, nosotros tampoco lo haremos”. El acuerdo que tomaron algunos países en Dinamarca es inaceptable porque se estableció una disminución de apenas el dos por ciento para la emisión de gases de forma voluntaria, cuando el Protocolo de Kioto muestra el camino para una reducción del 40 por ciento hasta el año 2020.
Sin embargo, Bolivia tiene una propuesta más razonable. Los países deben reducir un 50 por ciento los gases tóxicos para el año 2020, de modo que se estabilice la temperatura en dos grados centígrados en el presente siglo.
Asimismo, Solón señaló que las conclusiones de la Conferencia de los Pueblos serán elevadas a la 16ª Sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se desarrollará en México en diciembre de este año.
Opinó que el encuentro que se desarrollará en la población de Tiquipaya es el primer paso para articular un movimiento de países para presionar a fin de que las conclusiones de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra sean incluidas en las negociaciones que se llevarán adelante en Cancún.
Dijo que los ojos del mundo volcaron su mirada hacia Cochabamba, donde los movimientos sociales, presidentes, académicos, científicos y activistas defensores del medio ambiente tomarán decisiones para diseñar políticas en defensa y los derechos de la Madre Tierra.
FUENTE: PERIODICO CAMBIO
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