El tercer  boletín conjunto de ambas organizaciones revisan el impacto laboral de  la crisis económica y de la incipiente recuperación de las economías de  América Latina y el Caribe a lo largo del 2009. Concluyen que el impacto  laboral de la crisis no fue tan fuerte como se pronosticó  inicialmente. 
Si bien la crisis causó una caída en los niveles de empleo,  aumentos de la tasa de desempleo y un deterioro en la calidad del  empleo, el impacto fue amortiguado por la recuperación económica que se  inició a mediados de 2009 a nivel global, las políticas anticíclicas  aplicadas y la estabilidad del poder de compra de los salarios a causa  de la inflación descendiente, con lo cual se frenó la caída de la  demanda interna.
Además, el desempleo aumentó menos de lo esperado, en parte por el  hecho de que muchos jóvenes dejaron de buscar trabajo ante las  condiciones desfavorables del mercado laboral.
 Hacia fines de 2009, en muchos países ya se observaban importantes  mejoras en los indicadores laborales, y en el cuarto trimestre la tasa  de empleo a nivel regional alcanzó el mismo nivel registrado el mismo  trimestre del año anterior. Este proceso se vio acompañado por una mayor  calidad del empleo, ya que en todos los países con datos disponibles,  el empleo formal volvió a crecer.
 El mejoramiento del mercado laboral continuó a inicios de 2010, si  bien varios países todavía están lejos de superar el impacto de la  crisis y el grado de reactivación difiere significativamente de un país a  otro en la región, señalan. ANF
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