La mancha de petróleo del tamaño de Jamaica en el norte del Golfo de México llegó a la costa de Luisiana. El crudo habría llegado a una isla del delta del Mississippi, según le dijo a BBC un funcionario local.
Los estados de Mississippi, Alabama y Florida  también están amenazados por el derrame que avanza hacia sus costas.
Según los expertos, esto podría convertirse en  el peor desastre ecológico de Estados Unidos y podría afectar a cientos  de especies que viven en el litoral, además de perjudicar la pesca y la  economía de la región.
Las autoridades dicen que el crudo más denso aún  se encuentra a unos ocho kilómetros de la costa.
Algunos residentes de áreas costeras le  confirmaron al corresponsal de la BBC en Luisiana, Andy Gallacher, que  ya se podía oler el petróleo. Por ejemplo Margaret Guidry, de Nueva  Orleans, calificó el aroma de "apestoso".
Algunos habitantes del área han expresado su  preocupación por los pantanos de la zona, que tanto han demorado en  recuperarse tras el impacto del huracán Katrina. Otros mostraron su  inquietud por el impacto en la economía local.
Kamah Asha Wilson Gonzales, de Luisiana, le  comentó a la BBC: "Me preocupa nuestra industria alimenticia , pero a la  vez me alegra saber que esto es prioridad para el gobierno".
"Duro golpe"
Ashleigh Cox, de Alabama, que es dueña de un  restaurante de mariscos, dijo que no sólo podía oler el petróleo, sino  que además un pescador que abastece a su local le advirtió que su  negocio podría quedarse sin pescado durante las próximas semanas.
"No se ha pescado en estos días y tampoco  tendremos turistas que vengan a aguas contaminadas. Esto va a significar  un duro golpe a nuestra economía personal y local, tan cerca de los  meses de verano", advirtió Cox.
Unos 5.000 barriles de crudo -cinco veces más de  lo que se pensaba- se vierten diariamente en las aguas del Golfo de  México, luego de la explosión y el posterior hundimiento de la  plataforma de extracción petrolera Deepwater Horizon, operada  por British Petroleum (BP).                      
Once trabajadores siguen desaparecidos, aunque  se presumen muertos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama,  anunció que se desplegarían "todos los recursos disponibles" para ayudar  a contener el derrame. La marina fue enviada para tratar de prevenir un  inminente desastre ecológico.
"Importancia nacional"
"Esto es muy, muy serio", expresó David Kennedy,  de la Dirección Nacional para la Atmósfera y Océanos.
El jueves se declaró una temporada de emergencia  de pesca de camarones, para permitir que los pescadores que lleven su  producto a tierra antes de que se contamine con petróleo.
También el jueves, el gobierno estadounidense  calificó el derrame "de importancia nacional", ya que amenaza con ser  uno de los mayores desastres ambientales en la historia del país.
La medida permite movilizar los recursos  necesarios para tratar de aliviar las consecuencias de la mancha de  crudo.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, declaró  el estado de emergencia y pidió el envío de uno 6.000 efectivos de la  Guardia Nacional para ayudar en las labores de limpieza.
La costa de Luisiana, la más amenazada por el  derrame, es rica en criaderos de ostiones y camarones.
Desafío para Obama
Este viernes, el gobierno de Obama prohibió las perforaciones  petroleras en nuevas áreas de la costa estadounidense hasta que  concluyan las investigaciones sobre la causa del derrame de la  plataforma de BP.
"No se han autorizado ni autorizaremos nuevas  perforaciones hasta determinar qué ocurrió y si fue algo que se podría  haber prevenido", declaró David Axelrod, asesor de la Casa Blanca, a la  cadena de televisión ABC News.
Según los observadores, esto significa un cambio  de postura respecto de la decisión del presidente Obama de  habilitar  franjas de la costa estadounidense para la perforación en  busca de  crudo.
Hasta el jueves, la Casa Blanca había defendido  los planes del mandatario a pesar de las presiones de grupos  ambientalistas y políticos demócratas que representan a  zonas costeras,  que insistían en repensar esta política tras el desastre en el Golfo de  México.
BP en problemas
Este viernes, las acciones de BP continuaron  cayendo y registraron una pérdida del 12%. Esto ya representa pérdidas  de alrededor de US$20.000 millones.
Según analistas, esta cifra parece menor en  comparación con losperjuicios que el derrame por lo que el derrame  podría causarle en demandas por compensación, que podrían costarle hasta  US$450.000 millones.
Los pescadores de camarones de Louisiana ya  interpusieron una demanda por negligencia contra BP y otras compañías  involucradas en la extracción de crudo como Transocean, Halliburton y  Cameron.
Obama anunció que que altos funcionarios estadounidenses viajan este  viernes a la zona del desastre para asegurarse de que la petrolera  británica y el gobierno están haciendo todo lo posible no sólo para  responder al incidente, sino también para determinar sus causas.
La secretario de Seguridad Interior, Janet  Napolitano, dijo que la responsabilidad última del derrame es de BP.
El corresponsal de BBC Mundo en Washington,  Carlos Chirinos, comentó que durante la rueda de prensa ofrecida en la  Casa Blanca los portavoces oficiales señalaron una y otra vez la  responsabilidad de la compañía en el accidente.
Chirinos informa que en incontables ocasiones  tanto el vocero de la presidencia, Robert Gibbs, como Napolitano se  refirieron al desastre como "el derrame de BP" y, aunque aseguraron que  no se trata de adjudicar culpas, está claro que para Washington la  empresa británica es la única responsable.
Sin embargo, el corresponsal añade que BP no  termina de aceptar esa culpa y, de hecho, ha sugerido que los controles  de seguridad industrial eran competencia de la empresa contratista que  operaba la plataforma.
"Sin embargo, será muy difícil para la petrolera  distanciarse de las eventuales demandas legales y exigencias de  reparación laborales y ambientales que puedan venir en el futuro",  explica Chirinos.(BBC-mundo)

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