Haití, 25 de Nov. (Atipiri / infobae.com).- El terremoto destruyó casi todos los edificios públicos. No hay reemplazo para los funcionarios muertos. La desocupación trepa al 30% y el cólera hace estragos. Quien sea electo este domingo asumirá en un escenario de caos.
Un presidente que gobierna desde una tienda de campaña en los jardines de su palacio en ruinas: más allá de ese símbolo, el vencedor de las elecciones en Haití va a dirigir un gobierno amputado por el sismo. Orgullo de los haitianos y símbolo de la independencia del primer Estado negro, el Palacio Nacional inaugurado en 1921 fue parcialmente destruido por el sismo de enero, que dejó al menos 250 mil muertos (ver galería).
Francia propuso reconstruirlo unos días después de la catástrofe. Sin embargo, el embajador Didier Le Bret afirmó luego que París mantiene "la idea de contribuir a su reconstrucción", pero que no puede "comprometerse en inversiones que serían mal comprendidas por las poblaciones" haitianas y francesas en un momento tan delicado.
Haití tuvo que resignarse a demoler los restos del edificio. Los servicios de la presidencia se alojaron en tiendas de campaña. Además del Palacio Presidencial, la Corte Suprema, el Senado, la Asamblea Nacional y el 90% de los ministerios quedaron en ruinas.
Es difícil en esas condiciones reconstruir al país más pobre de América Latina, pese a los miles de millones de dólares prometidos por la comunidad internacional, cuya presencia más visible, la de los cascos azules de las Naciones Unidas, es cada vez peor vista. Una parte de la población haitiana los acusa de haber introducido el cólera.
Los propios funcionarios de gobierno sufrieron bajas por el sismo. "Hubo muchos muertos. En buen número de casos, no hubo contrataciones para reemplazarlos", admitió Joseph Jasmin, ministro encargado de las relaciones con el Parlamento. "Tuvimos que arreglarnos sin esos funcionarios. Algunos de ellos ocupaban funciones estratégicas y no se encontraron reemplazantes. El Estado prefirió cerrar esos puestos y hacer funcionar el aparato administrativo con las capacidades de las que dispone".
Jasmin reconoció que "el nuevo poder tendrá muchos problemas para utilizar a la administración pública y ponerla al servicio de la población. La administración funciona en tiendas de campaña, no cuenta con cuadros competentes y ha perdido sus expedientes e instrucciones".
El nuevo presidente se podrá apoyar hasta el 15 de octubre de 2011 en el estado de urgencia, que aumenta los poderes del Ejecutivo en materia de reconstrucción, de solicitudes y de aprobación de contratos sin convocar a licitaciones.
En cuanto al estado de la economía, se espera que el PBI caiga un 8,5% en 2010. El 30% de la población está oficialmente desempleada, según datos del Banco Mundial. El perjuicio económico del sismo -destrucción, detención de la producción, desempleo- equivale al 119% del PBI. El terremoto destruyó 1300 escuelas.
El 58% de los presos haitianos aprovechó para escapar de las prisiones. Los que fueron recapturados están bajo condiciones carcelarias inhumanas. Sobre los 5.601 detenidos censados en octubre de 2010, las tres cuartas partes se encuentran en detención preventiva, algunos "desde hace cinco o seis años".
El nuevo presidente tendrá al menos una buena noticia: Francia devolverá dos cuadros del Palacio Nacional que fueron dañados por el terremoto y que expertos franceses están restaurando.
El 60% de los enfermos de cólera son niños
La organización Plan Internacional reveló que el segmento infantil es "el más golpeado" de la población. En un comunicado, sostiene que cerca de 14.400 de los 24 mil enfermos son menores de edad.
El cólera ataca con especial virulencia a los más pequeños, porque su sistema inmunológico no está desarrollado. Los niños se deshidratan más rápido que los adultos, por lo que "la prevención y detección temprana de la enfermedad es sumamente importante. En total, ya se registraron 1.523 muertos por la epidemia.
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