5 de Nov. (Atipiri / infobae.com).- Las fuerzas de seguridad arrestaron a 45 cómplices de la organización mexicana en Atlanta. El grupo criminal tiene un manual espiritual y un líder religioso.
La operación Choke Hold -asfixia- había comenzado en mayo de 2009, con el objetivo de limitar las operaciones en el país de La Familia Michoacana, "uno de los cárteles más poderosos y violentos del mundo" según la DEA. Las autoridades explicaron que "se sabía que la zona metropolitana de Atlanta, EEUU, se había convertido en un importante centro de distribución para los narcos mexicanos".
Fueron confiscados 20 kilos de metanfetaminas, 43 kilos de cocaína, 1.868 kilos de marihuana, 20 armas de fuego, seis vehículos y cerca de 2,3 millones de dólares en efectivo durante la investigación. Se calcula que las drogas incautadas tienen un valor de mercado de más 10 millones de dólares. La red distribuía los estupefacientes en Florida, Alabama, Indiana, Illinois y Carolina del Norte.
'"Esta de aquí es una montaña de drogas y mucho dinero y armas. Para los cárteles, todo eso es reemplazable", sostuvo Jack Killorin, director del programa High Intensity Drug Trafficking Area (area de narcotráfico de alta intensidad) de Atlanta. "Lo que no es reemplazable son sus confiables cómplices, muchos de los cuales fueron arrestados en esta operación".
Es la segunda vez que los EEUU capturan a integrantes de La Familia. En octubre de 2009, el director del FBI, Robert Muller, afirmó que habían dado "un paso adelante para desbaratar a un grupo que se esconde detrás de un escudo de ideología, mientras que aterrorizan a las comunidades en México y trafican droga en nuestros barrios".
En efecto, La Familia es un cártel con características peculiares. El grupo cuenta con un documento que hace las veces de biblia. En ella, el jefe máximo Nazario "el Más Loco" Moreno escribió: "Es preferible ser dueño de un peso que ser esclavo de dos; es preferible morir peleando de frente que de rodillas y humillado; es preferible ser un perro vivo que un león muerto; es preferible ser un pobre bendecido por Dios y vivir en paz que ser un rico sinvergüenza y sin la gracia del Señor".
La Familia justifica las torturas y los asesinatos contra sus rivales -el grupo está enfrentado con Los Zetas por el control de territorios- como parte de un mandato de "Justicia Divina". Los miembros son adoctrinados con cursos y lecturas apuntados a consolidar los valores y principios de la organización, y se les exige que no consuman drogas ni alcohol.
Según las autoridades, el objetivo de esas prácticas "pseudo evangélicas" es mantener firme el control motivacional y emocional sobre los subordinados. Mientras tanto, La Familia expande sus redes de tráfico de drogas, incluso más allá de la frontera.
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