Asunción, PARAGUAY, y Tarija, BOLIVIA 24 dic (Atipiri / tomado de ABI).- El suspendido gobernador de Tarija, Mario Cossío, acusado en Bolivia por al menos 20 cargos de corrupción pública, apareció sorpresivamente el viernes en Asunción y la local Comisión Nacional para Refugiados (Conare) de Paraguay le concedió "refugio provisorio", confirmó este organismo paraguayo.
Cossío -cuyo domicilio en la ciudad de Tarija, a 800 km de La Paz y a la misma distancia de Asunción, era celosamente resguardado desde el pasado martes, cuando la Asamblea Legislativa Departamental de su jurisdicción le suspendió el mandato que lo ungió, por vía de las urnas, en la Gobernación autónoma de Tarija, en abril último- se presentó en Asunción en medio de la confusión de autoridades locales.
El escritorio de la Agencia France Presse (AFP) en Asunción informó que el Conare señaló que "en cumplimiento de sus atribuciones expidió un documento de duración provisoria" que autoriza a Cossío a residir en territorio paraguayo "hasta que su caso sea resuelto".
Cossío, sobre quien pesaba una orden de arraigo en Bolivia, se escabulló entre martes y miércoles últimos de la ciudad de Tarija, pese la vigilancia policial, y en cuestión de horas se puso en Asunción.
No se conoce a ciencia cierta las vías, conductos e influencias de que echó mano el cuestionado gobernador de Tarija para llegar a Asunción.
Los detalles que rodearon la salida de Cossío de Bolivia se desconocían en todas las órbitas, tanto así que personeros de la oficina regional de la Migración boliviana mantenían este viernes la misma versión vigente durante la semana: el Gobernador suspendido no pasó los controles de los puestos fronterizos en la frontera boliviano paraguaya, de 700 km longitudinales.
En el mismo bamboleo, la cancillería paraguaya entró en una suerte de contradicciones, así como la mismísima Embajada de Bolivia en Asunción a propósito del paradero de Cossío.
Un funcionario de la Embajada boliviana dijo incluso que Cossío, que el jueves ya caminaba las calles de la tórrida Asunción, había "huido" a Perú, donde se han refugiado, entre 2008 y 2009, ex funcionarios bolivianos incorporados en un juicio por genocidio al ex presidente conservador, Gonzalo Sánchez de Lozada, por paradoja, correligionario del suspendido gobernador de Tarija.
En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay dijo que la Conare convocará a sus miembros para estudiar la solicitud del ex gobernador boliviano, dentro de un plazo de 90 días, reseñó la AFP.
La Ley 1938/02 General sobre Refugiados determina un plazo de 90 días para expedirse, apuntó la española EFE.
El organismo ya expidió un documento de duración provisoria, por el cual autoriza al ciudadano boliviano a residir en territorio paraguayo hasta que su caso se resuelto.
Tal situación de registra poco menos de cinco años después que Asunción, durante el gobierno del conservador Nicanor Duarte, y Bolivia, en el comienzo del primer gobierno de Evo Morales, se enfrascaran en una pugna diplomática por los paraguayos Angel Acosta Centurion y Blas Franco.
El Consejo Nacional de Refugiados (Conare), concedió "asilo político" en Bolivia a ambos paraguayos acusados de participar en el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo, Raúl Cubas Grau, entre septiembre de 2004 y febrero de 2005.
Costa y Franco, a quienes finalmente se les revocó el status de refugiados en Bolivia, huyeron del país andino amazónico.
Cossío llegó a Paraguay y solicitó el asilo tras afirmar ser un perseguido político del gobierno de Morales.
Cossío, cuyo paradero se desconocía en Bolivia, tiene 27 procesos por supuestas irregularidades en su primera gestión, entre 2006 y 2009, y fue imputado por la justicia por la pérdida de 1.339 millones de bolivianos (190 millones de dólares) por un error administrativo, en favor de una empresa de construcción privada.
La Policía boliviana buscaba este mismo viernes a Cossío para detenerlo después que una autoridad judicial librara un mandamiento de aprehensión y que 5 de sus principales colaboradores, inclusive el prefecto transitorio Mauricio Lea Plaza (diciembre de 2009 y mayo de 2010), fueron puestos tras de rejas, por la misma causa.
La oposición boliviana acusa al gobierno de Morales de utilizar los procesos judiciales para sacar del camino a sus adversarios políticos.
Ex presidente de la Cámara de Diputados en el período 2002-2005, Cossío, electo prefecto de Tarija en diciembre de 2005 y reelecto primer gobernador autónomo de ese departamento del sur boliviano, en las elecciones subnacionales de abril pasado, debería asumir defensa de los cargos levantados en su contra en los estrados de justicia ordinaria.
Sólo en caso que la justicia ordinaria, fundada en la recentísima Ley de Autonomías, encontrara culpable a Cossío y los sentenciara, sólo entonces perderá definitivamente su mandato.
Hasta que el Conare entregó una muestra de la presencia en Asunción de Cossío, el jueves último, la Policía boliviana buscaba al gobernador suspendido y a 3 de sus ex colaboradores prófugos.
La Gobernación de Tarija, que administra cerca de 300 millones de dólares año provenientes de la renta petrolera, y que ahora preside el asambleísta Lino Condori, de las filas del oficialista Movimiento Al Socialismo, no se pronunció sobre la aparición de Cossío en Asunción.
Las relaciones de Bolivia y Paraguay, tirantes desde 1932 cuando estalló la guerra que sembró 100.000 muertos de ambos países en las arenas del Chaco boreal, y luego, hasta principios del siglo XXI, signadas por la indiferencia y la distancia, atraviesan un momento de realce bajo los mandatos de los presidnetes Morales y Fernando Lugo.
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