Haití, 18 de Nov. (Atipiri / infobae.com).- La violencia ha regresado una vez más a la capital de Haití, donde los enfrentamientos con fuerzas de paz ya dejaron dos muertos. Los habitantes acusan a los soldados por el brote de cólera.
Según pudo constatar la agencia AFP, varios centenares de manifestantes atacaron a los soldados y levantaron barricadas en el centro de la ciudad.
Los jóvenes atacaron a una decena de integrantes de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), que se encontraban detrás de un vehículo descubierto.
Los haitianos se congregaron en el Campo de Marte, muy cerca del Palacio presidencial, al grito de "La Minustah nos trajo el cólera" o "¡Qué se vaya la Minustah!". Una pancarta en creole indicaba: "La Minustah extiende excrementos por la calle".
Mientras tanto, la ONU, la ONG Oxfam y la OMS suspendieron algunos programas contra el brote de cólera debido a las manifestaciones.
El resentimiento contra los 12 mil soldados que componen las fuerzas de paz de la ONU en Haití no es nuevo. Sin embargo, el Gobierno no tiene capacidad para afrontar las consecuencias del devastador terremoto de enero y del brote de cólera, que ya se cobró más de 1.100 vidas, lo que ha renovado la necesidad de una respuesta internacional a la seria crisis social en la que está inmerso el país más pobre de Latinoamérica.
En este contexto, el rumor de que fueron los Cascos Azules nepalíes los que importaron el brote de cólera terminó en un repudio a los militares de las Naciones Unidas. Esta situación se tradujo en violentas manifestaciones, en las que el lunes fallecieron dos personas, una de ellas por una bala de un militar de la ONU que, de acuerdo con ell organismo, actuó en legítima defensa.
Si bien la intensidad de las manifestaciones fue menor este miércoles, otra persona murió. En Cabo Haitiano, donde comenzaron los disturbios el lunes, un vehículo blindado de las Naciones Unidas cayó en una zanja cavada por los manifestantes. Cuando los soldados salieron para empujarlo, les arrojaron piedras.
Los efectivos comenzaron a disparar y además de matar a un manifestante, hirieron a otros: uno en la cara, otro en el estómago y otro en la pierna, según relataron los testigos a un camarógrafo de la agencia AP Television News. No obstante, esta información fue negada por la ONU.
Las autoridades de la ONU han evitado tratar de determinar la fuente de la infección y niegan cualquier responsabilidad en el brote. En cambio, sostienen que el mensaje contra la organización en los disturbios busca crear un clima de inseguridad antes de las elecciones del 28 de noviembre.
Mientras, la ONU canceló los vuelos que transportaban jabón, equipo médico y personal a Cabo Haitiano y Puerto de la Paz debido a la violencia. Además, el grupo humanitario Oxfam suspendió los proyectos de purificación de agua con cloro, y la Organización Mundial de la Salud detuvo el entrenamiento del personal médico.
"Tenemos que llevarle ayuda a estas personas ahora, y estos disturbios están demorándolo", sostuvo Julie Schindall, vocera de la ONG internacional Oxfam. Y señaló que se está perdiendo tiempo vital para combatir una enfermedad diarreica de acción rápida, en la que unas pocas horas marcan la diferencia entre la vida y la muerte.
Mientras la prensa local denuncia el abandono de cadáveres muertos por cólera en las calles -una fuente de infección-, este martes el presidente René Préval, en sintonía con la ONU, llamó a la calma y dijo que los disturbios sólo entorpecerían las tareas de ayuda a las víctimas del cólera.
El cólera se contagia por el agua y la comida contaminada, pero si es diagnosticado de forma temprana, puede ser tratado fácilmente mediante fluidos de rehidratación oral. Sin tratamiento, puede provocar la muerte en horas.
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