La Paz, 8 Sep. (ATIPIRI / ABI).- El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, exhortó el jueves a colonizadores del punto de bloqueo de Yucumo, a evitar actitudes de enfrentamiento con la marcha indígena que exige la paralización de la construcción de la carretera entre las poblaciones de San Borja y Rurrenabaque.
"Hemos pedido a los dirigentes de los colonizadores que están en Yucumo a deponer cualquier actitud beligerante y levantar el bloqueo de caminos", expresó.
Señaló que se ha comunicado con los dirigentes de esa población para solicitarles que el conflicto con los indígenas sea resuelto mediante el diálogo y la voluntad genuina y sincera de parte del Gobierno.
Advirtió que el Ministerio de Gobierno tomará todas las previsiones del caso en el marco legal para evitar un escenario de violencia entre colonizadores y marchistas.
El Ministro dijo que los colonizadores han solicitado su inclusión en el diálogo que llevan adelante las autoridades con los dirigentes de los pueblos indígenas del oriente.
Indicó que algunos puntos planteados por la marcha promovida por la dirigencia de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) atañen a ciudadanos de otras regiones del país.
De acuerdo con el pliego de demandas de los marchistas, el Gobierno debería suspender las operaciones de exploración, explotación y comercialización de gas de Aguaragüe, en el Chaco de Tarija, y las obras viales en el sur de Bolivia y en el norte de los departamentos de La Paz y del Beni, entre ellos la carretera San Borja- Rurrenabaque que pasa por el Yucumo.
Llorenti aseveró que "a quienes les conviene la violencia son a los que tratan de prolongar la marcha. Nos preguntamos cómo se sostiene esta movilización que se inició en Trinidad el 15 de agosto contra la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos".
Agregó que la marcha se encuentra más de siete días en San Borja. "Habría que preguntarse con qué recursos se usan vehículos y se sostiene este movimiento indígena que sacrifica a niños y mujeres", dijo.
Recordó que el Gobierno solicitó a los dirigentes de la CIDOB que no participen niños y mujeres en la marcha, además de que permitan que grupos médicos les asistan.
Llorenti resaltó que esos médicos fueron rechazados por los marchistas sin medir las consecuencias de su marcha y la aparición de enfermedades.
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