Estados Unidos, 29 Jul. (ATIPIRI).- La Cámara de Senadores de los Estados Unidos, de mayoría demócrata, votó 59-41 contra la propuesta que sólo dos horas antes había aprobado la Cámara de Representantes, dominada por opositores a la administración de Barack Obama.
De este modo, se prolonga el desconcierto político en Washington, donde el Capitolio estadounidense trabaja contra reloj. De acuerdo con el Departamento del Tesoro, el 2 de agosto el país se quedará sin recursos para pagar sus obligaciones internacionales, lo que podría forzarlo a cortar gasto corriente para honrar sus deuda.
La iniciativa del presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, había sido aprobada el viernes por 218 votos contra 210: mientras que sólo contó con apoyos republicanos, la bancada demócrata fue acompañada por 16 legisladores opositores que votaron en disidencia con su bancada.
Boehner tuvo dificultades para reunir los votos para su plan, que sabe destinado al fracaso. Consciente de que no contaba con el apoyo necesario para aprobar el proyecto, el líder republicano postergó el jueves de noche la votación y agregó el viernes una enmienda constitucional para imponer un "presupuesto equilibrado" -es decir, no gastar más que lo que se recauda-, algo reclamado por la derecha nacionalista y conservadora del Tea Party. Dicha enmienda constitucional es absolutamente inviable pues para ser aprobada requiere el voto de las dos terceras partes del Congreso y los republicanos están muy lejos de esa mayoría.
El plan de Boehner eleva en US$900 mil millones la capacidad de endeudamiento hasta noviembre del 2012, condicionado a la adopción de un presupuesto balanceado con recortes por cerca de US$917 mil millones en la próxima década. Una segunda suba tendría lugar a principios de 2012, es decir en plena campaña para los comicios presidenciales y legislativos de noviembre.
Los demócratas rechazan firmemente ese plan en dos tiempos, y prefieren un único incremento del límite legal de la deuda pública que pueda mantenerse hasta 2013. Así, favorecen un incremento de US$2,5 billones en el límite de endeudamiento con cerca de US$2,2 billones en recorte de gasto. El actual techo de la deuda está fijado en 14,294 billones de dólares.
El plan demócrata reduciría el gasto en la misma proporción y sacando de los mismos programas (917 mil millones), pero añade otros 900 mil millones en recortes que salen de los gastos previstos para las guerras de Irak y Afganistán, bajo el supuesto de que esta factura se irá reduciendo en los próximos diez años.
Los republicanos se oponen a esa ampliación porque consideran que la plata que se dejaría de gastar en las guerras no puede ser sumada como recorte al gasto o al déficit pues es un dinero aún no comprometido.
Agencias de calificación internacionales han advertido que la falta de acuerdo en Washington y la posibilidad de una suspensión de pagos podría desestabilizar los mercados financieros internacionales y desatar una nueva recesión mundial.
La mayoría de los analistas cree que la disputa se resolverá en el último minuto, cuando los líderes de ambos partidos acepten que tendrán que ceder. Boehner aportaría los votos de los conservadores moderados, Obama y los demócratas los de centro, dejando de lado los extremos como el Tea Party, que votarían en contra pero sin los sufragios suficientes para detener el proyecto.
La mayoría republicana en la Cámara de Representantes de los EEUU había impuesto su proyecto. Sin embargo, sólo dos horas y media más tarde fue reprobado en la Cámara alta.
Fuente: Infobae – AFP - BBC Mundo - Reuters
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