Iglesia del Cabildo Indigena de Trinidad. |
Beni, 12 Mar. (Atipiri).- El Cabildo Indigenal de Trinidad del departamento del Beni, celebró el carnaval de acuerdo a sus costumbres y tradiciones vigentes por más de tres siglos. Las parcialidades, apóstoles y autoridades conforman las tres jerarquías que se encargaron de aplicar los saberes ancestrales en estas fiestas.
Según el periodista Raúl Romero de la Agencia Plurinacional de Comunicación, la fiesta lejos del consumismo y materialismo, indica que el cabildo de Trinidad es una festividad con una profunda reflexión, orientándose a Dios a través del rezo y cántico religioso completo, intentando expresar la convicción espiritual que tiene el ser humano hacia el creador.
Lorenzo Vare, anciano que guarda importantes vivencias en Trinidad, comentó que las fiestas de carnaval para los pueblos indígenas son celebradas de distinta manera, lo que no implica que sean fanáticos por la religión, en todo caso mencionó que es una señal de la fuerza espiritual que tiene el ser humano, la intención.
“Agradecer por los favores recogidos en un mundo que está inundado por la malicia, codicia, envidia y orgullo”, según explica Vare.
Desde el pasado domingo como primer día de carnaval y las tres fechas siguientes, quienes conforman el Cabildo trinitario se trasladan temprano a la catedral, ahí se celebra una misa especial y se incorpora a otras hermanas y hermanos que ocupan algunas carteras dentro del cabildo.
Se destacan en la celebración las señoras de mayor edad que integran el grupo de las “abadesas”, mujeres que realizan una promesa individual para servir de cerca al Todopoderoso. Las abadesas limpian el pecado con las escobas que portan, es un acto especial donde se coloca el atuendo tanto a las abadesas como a las nuevas autoridades, luego el párroco echa agua bendita a los participantes y les aconseja asumir con humildad y respeto el nuevo cargo.
Cada día del carnaval los integrantes de la organización indígena caminan desde el cabildo hasta el templo a las 08:00 de la mañana y permanecen hasta las 12:00 del mediodía, posteriormente retornan a su Sede, que reúne a todos los participantes. En el lugar se prepara un banquete con pollo criollo y algunos otros alimentos, los mayordomos son los encargados de preparar la comida en una “olla común”, de tal manera que alcance para todos; a cada plato se le coloca una vela para que junto al rezo el alimento este bendecido y se lo pueda compartir entre los presentes.
Este tipo de ágape es una forma de agradecer a Dios por los frutos que da todo el año para hacer producir la tierra, asimismo, se le pide el pan nuestro de cada día. En esta ocasión los presentes que así lo desean, elevan en voz alta una oración para cada uno de los familiares fallecidos.
El mensaje, la tradición y el buen ambiente entre hermanos, es una práctica que se realiza para ser replicada a las nuevas generaciones, se busca vivir la realidad y alejarse del desenfreno como único camino que lleva al bien.
Luego de los tres días, el miércoles de cenizas comienzan las intensas jornadas de preparativos, ya que los integrantes del cabildo participarán los siguientes 40 días de una vivencia más intensa de fe y alabanzas al señor.
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