Foto:Continuan los entierros en Brasil/efe |
Brasil 18 Ene (Atipiri).- Las autoridades brasileñas continúan contabilizando fallecidos por la intensa ola invernal que castiga al estado de Río de Janeiro, al sureste de Brasil. Este martes la cifra alcanzó las 702 víctimas, mientras el Gobierno fortalece las labores de rescate y ayuda y se sistematiza el registro de desaparecidos, informaron fuentes oficiales.
Según un boletín de Defensa Civil en Brasil, el total de muertos ascendió a 702 este martes, siendo el distrito de Nova Friburgo el que más difuntos presentó con 335.Por su parte, Teresópolis tuvo 285 víctimas fatales, Petrópolis contabilizó 62 y el municipio de Sumidouro se registraron 20 muertes por el desastre.
Sumado a esto, se inició también el proceso de sistematización de la información disponible sobre los desaparecidos, debido a que este número cambia constantemente.
Ante esto, un representante de la municipalidad de Petrópolis, explicó que en horas de la mañana de este martes se contaron 177 desaparecidos pero en la tarde esta cantidad cambió a 151, puesto que algunos cuerpos fueron identificados y otros fueron hallados con vida.
Nova Friburgo presentó un total de 10 personas desaparecidas hasta el momento y en Sumidouro se contabilizaron cinco.
Mientras tanto, en el distrito de Itaipava, donde se encuentra Petrópolis, se instaló una base de operaciones desde donde despegan helicópteros civiles y militares y se desarrolla la mayor actividad de los cuerpos de rescate.
Debido a la gran magnitud del desastre, las fuerzas armadas de Brasil mantienen desplegados en las zonas afectadas a unos 700 efectivos con una docena de helicópteros, equipos de rescate y para reabrir los caminos, así como también puentes flotantes.
Además de los militares, en la región también se encuentran unos 800 miembros del cuerpo de bomberos, de Defensa Civil y voluntarios de la Cruz Roja.
La situación en el sureste de Brasil por las lluvias ha sido considerada como la segunda mayor tragedia natural en la historia de la nación suramericana, apenas superada por la vivida durante las inundaciones de enero de 1967, cuando las víctimas mortales llegaron a 785, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff prometió que para ayudar a los afectados por el desastre se dispondría de 450 millones de dólares, y 60 de éstos ya fueron desembolsados inmediatamente.
Adicionalmente, el Gobierno pretende adoptar para el 2014 un nuevo sistema de alertas y prevención de desastres para reducir el número de víctimas en un 80 por ciento.
Según un boletín de Defensa Civil en Brasil, el total de muertos ascendió a 702 este martes, siendo el distrito de Nova Friburgo el que más difuntos presentó con 335.Por su parte, Teresópolis tuvo 285 víctimas fatales, Petrópolis contabilizó 62 y el municipio de Sumidouro se registraron 20 muertes por el desastre.
Sumado a esto, se inició también el proceso de sistematización de la información disponible sobre los desaparecidos, debido a que este número cambia constantemente.
Ante esto, un representante de la municipalidad de Petrópolis, explicó que en horas de la mañana de este martes se contaron 177 desaparecidos pero en la tarde esta cantidad cambió a 151, puesto que algunos cuerpos fueron identificados y otros fueron hallados con vida.
Nova Friburgo presentó un total de 10 personas desaparecidas hasta el momento y en Sumidouro se contabilizaron cinco.
Mientras tanto, en el distrito de Itaipava, donde se encuentra Petrópolis, se instaló una base de operaciones desde donde despegan helicópteros civiles y militares y se desarrolla la mayor actividad de los cuerpos de rescate.
Debido a la gran magnitud del desastre, las fuerzas armadas de Brasil mantienen desplegados en las zonas afectadas a unos 700 efectivos con una docena de helicópteros, equipos de rescate y para reabrir los caminos, así como también puentes flotantes.
Además de los militares, en la región también se encuentran unos 800 miembros del cuerpo de bomberos, de Defensa Civil y voluntarios de la Cruz Roja.
La situación en el sureste de Brasil por las lluvias ha sido considerada como la segunda mayor tragedia natural en la historia de la nación suramericana, apenas superada por la vivida durante las inundaciones de enero de 1967, cuando las víctimas mortales llegaron a 785, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff prometió que para ayudar a los afectados por el desastre se dispondría de 450 millones de dólares, y 60 de éstos ya fueron desembolsados inmediatamente.
Adicionalmente, el Gobierno pretende adoptar para el 2014 un nuevo sistema de alertas y prevención de desastres para reducir el número de víctimas en un 80 por ciento.
Fuente: teleSUR - Afp - El periódico de méxico /jl - MM.
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