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| Foto:Continua Rescates en Brasil |
Brasil 19 Ene (Atipiri).- La cantidad de muertos que han dejado las lluvias en el sureste de Brasil se elevó este miércoles a 743, en medio del caos que se apodera cada vez más de las zonas afectadas y dificulta la entrega de ayuda a los damnificados, informó la prensa brasileña.
Pese a las eventualidades, la ayuda humanitaria comienza a llegar a Nova Friburgo, el municipio del estado de Río de Janeiro que más ha sufrido las inclemencias de los aguaceros.
En esta localidad, familias enteras que quedaron aisladas tras los aludes imploran por recibir algo de agua y comida a una semana del desastre natural que ha dejado a más de 90 mil personas sin hogar.
''Estamos pidiendo paz y pidiendo a Dios para ayudar a la gente que está aquí. Sólo Dios nos puede ayudar ahora. Si alguno de los funcionarios locales también podría ayudarnos a salir de aquí, lo agradecería, porque no queremos volver aquí nunca más'', indicó a la prensa local, Octavio Pereira, un afectado por las lluvias.
Cientos de voluntarios laboran incansablemente en el lugar para poder llegar hasta la zona donde están los mayores destrozos y socorrer a las víctimas.
Estas personas además de llevar alimentos, comida y medicamentos a los afectados por las lluvias, también prestan primeros auxilios a los pobladores de Nova Friburgo, donde el número de fallecidos ya supera las 300 personas.
''En colaboración con la oficina del alcalde y la armada, estamos llegando a algunos de los barrios donde todavía hay personas atrapadas. Hemos traído comida y agua. Como se puede ver los suministros no llegan a esta zona, así que estamos utilizando vehículos pequeños para venir aquí y y ayudar a esta comunidad'', sostuvo Luis Fernando, médico voluntario en Nova Friburgo.
Mientras tanto, continúan las operaciones de rescate para encontrar a los cientos de personas que aún continúan desaparecidas y que se encuentran debajo de las toneladas de lodo, piedras, tierra y cuerpos sin vida.
Por su parte, el vicegobernador de Río de Janeiro y secretario regional de Obras, Luiz Fernando Pezao, expresó a la prensa internacional más temprano que, aparte de las áreas que permanecen aisladas bajo toneladas de escombros, también es posible que en otras partes donde hay menos desastre se encuentren cuerpos en el transcurso de las labores de limpieza.
"Estamos llegando a todas las áreas afectadas. Algunas por aire, pero la gran mayoría por tierra. Hoy conseguimos llegar hasta Village (un suburbio de Nueva Friburgo), en donde, según relatan sus habitantes, hay más de 20 automóviles sepultados", dijo.
El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva, hizo un llamado al país a rezar para que deje de llover.
Por su parte, la jefa de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, pidió al Banco Mundial un préstamo por más de 480 millones de dólares para usarlo en la reconstrucción de las regiones afectadas por las lluvias.
Unos 20 millones de dólares de los 485 serán destinados a las acciones de la Defensa Civil en el estado de Río de Janeiro.
El préstamo global estaba previsto para 2012, pero a pedido de la presidenta Rousseff se anticipó el total para este año.
Pese a las eventualidades, la ayuda humanitaria comienza a llegar a Nova Friburgo, el municipio del estado de Río de Janeiro que más ha sufrido las inclemencias de los aguaceros.
En esta localidad, familias enteras que quedaron aisladas tras los aludes imploran por recibir algo de agua y comida a una semana del desastre natural que ha dejado a más de 90 mil personas sin hogar.
''Estamos pidiendo paz y pidiendo a Dios para ayudar a la gente que está aquí. Sólo Dios nos puede ayudar ahora. Si alguno de los funcionarios locales también podría ayudarnos a salir de aquí, lo agradecería, porque no queremos volver aquí nunca más'', indicó a la prensa local, Octavio Pereira, un afectado por las lluvias.
Cientos de voluntarios laboran incansablemente en el lugar para poder llegar hasta la zona donde están los mayores destrozos y socorrer a las víctimas.
Estas personas además de llevar alimentos, comida y medicamentos a los afectados por las lluvias, también prestan primeros auxilios a los pobladores de Nova Friburgo, donde el número de fallecidos ya supera las 300 personas.
''En colaboración con la oficina del alcalde y la armada, estamos llegando a algunos de los barrios donde todavía hay personas atrapadas. Hemos traído comida y agua. Como se puede ver los suministros no llegan a esta zona, así que estamos utilizando vehículos pequeños para venir aquí y y ayudar a esta comunidad'', sostuvo Luis Fernando, médico voluntario en Nova Friburgo.
Mientras tanto, continúan las operaciones de rescate para encontrar a los cientos de personas que aún continúan desaparecidas y que se encuentran debajo de las toneladas de lodo, piedras, tierra y cuerpos sin vida.
Por su parte, el vicegobernador de Río de Janeiro y secretario regional de Obras, Luiz Fernando Pezao, expresó a la prensa internacional más temprano que, aparte de las áreas que permanecen aisladas bajo toneladas de escombros, también es posible que en otras partes donde hay menos desastre se encuentren cuerpos en el transcurso de las labores de limpieza.
"Estamos llegando a todas las áreas afectadas. Algunas por aire, pero la gran mayoría por tierra. Hoy conseguimos llegar hasta Village (un suburbio de Nueva Friburgo), en donde, según relatan sus habitantes, hay más de 20 automóviles sepultados", dijo.
El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva, hizo un llamado al país a rezar para que deje de llover.
Por su parte, la jefa de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, pidió al Banco Mundial un préstamo por más de 480 millones de dólares para usarlo en la reconstrucción de las regiones afectadas por las lluvias.
Unos 20 millones de dólares de los 485 serán destinados a las acciones de la Defensa Civil en el estado de Río de Janeiro.
El préstamo global estaba previsto para 2012, pero a pedido de la presidenta Rousseff se anticipó el total para este año.
Fuente: teleSUR - Uol - Efe /jl - MM.
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