Bolivia 22 Ene (Atipar/erbol).- En un discurso poco ordenado, con un lujo de detalles numéricos sobre sus logros y que ya rebasó la hora y media, el presidente Evo Morales pidió a los bolivianos no echarle la culpa de la vigencia de un Estado centralista, que, en su criterio, de a poco transita a un régimen Plurinacional. “Del Estado centralista no me echen la culpa a mi, sino a los distintos gobiernos que pasaron por el Palacio”, reclamó el mandatario en la primera hora de informe-mensaje, cuyos cuadros y cifras, de manera inusual, están siendo difundidos paralelamente por la estatal Bolivia TV.
Al contrario, se atribuyó una incidencia personal en la historia del país. Soy “un Presidente para dos estados: un estado colonial que muere y un estado plurinacional que nace; un Estado centralista que se va y un Estado con autonomías que llega”, dijo Morales, que este sábado cumplió el primer año de su segundo mandato.
“Gracias a la rebelión de nuestros antepasados –los indígenas, durante la colonia, y los obreros, durante la Republica, y los mestizos y criollos— contra la dominación, llega esta revolución democrática y cultural para una descolonización definitiva”, afirmó el mandatario.
Morales secundó en su discurso a la exposición magistral del vicepresidente Álvaro García Linera, que destacó la necesidad de darle utilidad a las tensiones del país para afianzar la unidad nacional.
Ante sus ministros, invitados especiales y cuerpo diplomático en la Asamblea Legislativa Nacional, y dos millares de ciudadanos afuera del edificio, en la plaza Murillo, Morales comenzó su comparecencia con números, incluso habló de las medallas ganadas por las distintas delegaciones estudiantiles en los Primeros Juegos Plurinacionales.
Así, por ejemplo, comparó las inversiones en los últimos diez años. Dijo que entre 2001 y 2005, en periodos “neoliberales”, el Gobierno tuvo una inversión total de 886 millones de dólares, a diferencia de los 1.714 millones de dólares de sus dos periodos de administración, entre 2006 y 2010.
Aprovechó estas cifras para cuestionar una vez más a sus antecesores. Vivíamos “un Estado divorciado de la economía nacional, de sus regiones y de los pueblos indígenas. (…) Lamentablemente, los gobiernos del liberalismo, el militarismo y el neoliberalismo funcionalizaron a Bolivia al sistema capitalismo, que saca los recursos naturales y (deja a) Bolivia pobre y más pobre”, reclamó.
Bolivia sufrió la “extranjerización del excedente económico”, insistió.
Ahora, dijo, la situación ha cambiado con la institución del Estado Plurinacional con autonomías, que permite a los gobiernos subnacionales (Gobernaciones, alcaldías y autonomías indígenas) ejecutar sus políticas con autodeterminación.
Así, explicó que entre 2001 y 2005 las alcaldías percibieron 9.343 millones de bolivianos de transferencias, a diferencia de los 28.560 millones de bolivianos entre 2006 y 2010. Esto implica un crecimiento de más de 200 por ciento. Entretanto, las prefecturas (ahora gobernaciones) recibieron entre 2001 y 2005 7.717 millones de bolivianos, y 22.374 millones entre 2006 y 2010, un crecimiento del 190 por ciento.
Es el resultado de la nacionalización de los hidrocarburos, justificó Morales.
Tras el informe. El mandatario asistirá a los festejos preparados en ocasión del primer aniversario del Estado Plurinacional, cuyo epicentro será la plaza Villarroel de La Paz.
Al contrario, se atribuyó una incidencia personal en la historia del país. Soy “un Presidente para dos estados: un estado colonial que muere y un estado plurinacional que nace; un Estado centralista que se va y un Estado con autonomías que llega”, dijo Morales, que este sábado cumplió el primer año de su segundo mandato.
“Gracias a la rebelión de nuestros antepasados –los indígenas, durante la colonia, y los obreros, durante la Republica, y los mestizos y criollos— contra la dominación, llega esta revolución democrática y cultural para una descolonización definitiva”, afirmó el mandatario.
Morales secundó en su discurso a la exposición magistral del vicepresidente Álvaro García Linera, que destacó la necesidad de darle utilidad a las tensiones del país para afianzar la unidad nacional.
Ante sus ministros, invitados especiales y cuerpo diplomático en la Asamblea Legislativa Nacional, y dos millares de ciudadanos afuera del edificio, en la plaza Murillo, Morales comenzó su comparecencia con números, incluso habló de las medallas ganadas por las distintas delegaciones estudiantiles en los Primeros Juegos Plurinacionales.
Así, por ejemplo, comparó las inversiones en los últimos diez años. Dijo que entre 2001 y 2005, en periodos “neoliberales”, el Gobierno tuvo una inversión total de 886 millones de dólares, a diferencia de los 1.714 millones de dólares de sus dos periodos de administración, entre 2006 y 2010.
Aprovechó estas cifras para cuestionar una vez más a sus antecesores. Vivíamos “un Estado divorciado de la economía nacional, de sus regiones y de los pueblos indígenas. (…) Lamentablemente, los gobiernos del liberalismo, el militarismo y el neoliberalismo funcionalizaron a Bolivia al sistema capitalismo, que saca los recursos naturales y (deja a) Bolivia pobre y más pobre”, reclamó.
Bolivia sufrió la “extranjerización del excedente económico”, insistió.
Ahora, dijo, la situación ha cambiado con la institución del Estado Plurinacional con autonomías, que permite a los gobiernos subnacionales (Gobernaciones, alcaldías y autonomías indígenas) ejecutar sus políticas con autodeterminación.
Así, explicó que entre 2001 y 2005 las alcaldías percibieron 9.343 millones de bolivianos de transferencias, a diferencia de los 28.560 millones de bolivianos entre 2006 y 2010. Esto implica un crecimiento de más de 200 por ciento. Entretanto, las prefecturas (ahora gobernaciones) recibieron entre 2001 y 2005 7.717 millones de bolivianos, y 22.374 millones entre 2006 y 2010, un crecimiento del 190 por ciento.
Es el resultado de la nacionalización de los hidrocarburos, justificó Morales.
Tras el informe. El mandatario asistirá a los festejos preparados en ocasión del primer aniversario del Estado Plurinacional, cuyo epicentro será la plaza Villarroel de La Paz.
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