La Paz, 26 May. (ATIPIRI / Erbol).- Los trabajos civiles de construcción y la contaminación, ocasionada por la producción minera, provocan que el sábalo del río Pilcomayo desaparezca y las familias weenhayek queden en la ruina.
Un claro ejemplo de lo que sucede en este río es lo ocurrido en el Festival Internacional de la Pesca (21 de mayo), que se realizó en Villamontes, Tarija, pero sin el tradicional concurso de pesca.Incluso destacados artistas como Yalo Cuellar y el Negro Palma, llamaron la atención de las autoridades, por el evidente trato displicente e indolente que recibe la fauna del río Pilcomayo.
“Yalo, se mostró apesadumbrado por la situación del Pilcomayo”, sostiene Esteban Farfán, en su blog.
“Es paradójico la realización del Festival del Pesca, cuando no hay pescado. Se tuvo que suspenderse el concurso de pesca, sencillamente porque no hay peces”, sostuvo Farfán.
Esta situación motivó la protesta de los nativos weenhayek que recurrieron al bloqueo para hacer conocer la difícil situación que viven las comunidades ribereñas que viven de la pesca, pero a pesar de las gestiones, a todos los niveles, nadie les da importancia.
El capitán Grande Moisés Sapiranda y otros dirigentes indicaron que desde hace mucho tiempo hacen gestiones ante las autoridades locales, regionales, departamentales y nacionales, sin lograr resultados concretos en los últimos cinco años de la gestión del presidente Evo Morales.
Los pobladores de esta región exigen respuestas sobre lo que ocurre en el río Pilcomayo, que virtualmente está muriendo a consecuencia de la desmedida intoxicación que sufre por ser el vertedero de los tóxicos que echan las empresas mineras, así como por la construcción en el lado argentino del denominado Proyecto Pantalón (en la zona de la vieja comunidad de Santa Teresa), acuerdo realizado en tiempos del gobierno de Menem entre Argentina y Paraguay, que preveía la distribución de las aguas del río en partes iguales entre los dos países.
El río Pilcomayo nace en la Cordillera Oriental del altiplano boliviano y discurre por regiones de la Argentina y Paraguay (límite entre las regiones del Chaco Boreal, al norte, y el Chaco Central, al sur) tiene una longitud de 2.426 kilómetros.
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