Ejecutiva de mujeres, Mercedes Márquez (ATIPIRI). |
El Alto, 28 Sep. (ATIPIRI).- Mercedes Márquez, Ejecutiva de la Federación de Mujeres de El Alto ha exigido, este miércoles, a todas las instituciones del Estado Plurinacional de Bolivia no dejar en la impunidad la violenta represión policial a indígenas marchistas del TIPNIS ordenada por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) el 25 de septiembre.
Márquez en declaraciones a Radio Atipiri repudió la violenta represión policial que ejercieron los 500 efectivos uniformados contra los marchistas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en el sector de San Lorenzo del departamento del Beni el pasado 25 de septiembre. Exigió sanciones ejemplarizadores contra los autores intelectuales y directos de la brutal represión policial a mujeres, niños y niñas marchistas. Comparó la actitud Gubernamental con la acción que ejercieron Gobiernos dictatoriales al amordazar a mujeres.
“Ahora la más falta a sido a los derechos humanos de las mujeres, de los niños, niñas y personas de la tercera edad. Queremos saber quienes son los policías que han hecho (la brutal represión). A través de (la Asamblea Permanente de) Derechos vamos a exigir que se investigue y que paguen. El autor tiene que saberse, no tiene que quedar en la impunidad”, afirmó Márquez.
Demandó al Gobierno mostrar la orden Fiscal que justifique la brutal represión policial a indígenas del TIPNIS. Por otra parte, criticó la marcha indígena de mujeres gestantes, adultos, niños y niñas quienes atentaron contra su vida al seguir con la caminata hacia la ciudad de La Paz.
Por su parte, Sebastián Condori, Secretario General de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de El Alto (APDHEA) manifestó que estos hechos violentos de la policía contra indígenas marchistas del TIPNIS no deben quedar en la impunidad como quedó la masacre de octubre del año 2003 y la masacre de Pando – Porvenir.
Recordemos que este domingo a las 17:00 horas cerca de 500 policías armados con balines y gases lacrimógenos intervinieron violentamente el campamento donde los indígenas se encontraban descansando, misma que dejó el fallecimiento de una bebe de tres meses y la desaparición de varios niños. Detuvieron a los marchistas, les cerraron la boca con cinta y los obligaron a subirse en cinco buses policiales para ser llevados a su lugar de origen en forma de prisioneros, pero este lunes la población enardecida en la localidad de Rurrenabaque, liberaron a los indígenas de las manos policiales.
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