La Paz, 9 Abr. (Atipiri).- El gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB) fracasaron la noche de este viernes en el intento de reponer las mesas de diálogo, debido a que el organismo sindical insistió en conversar de manera directa con el presidente Evo Morales y no con los ministros, mientras el gobierno advirtió que a partir de la fecha ya no son responsables de lo que vaya a pasar en el país.
Tras la invitación del gobierno, el secretario ejecutivo Pedro Montes acudió solo a la cita de las 18:00 horas en el ministerio de Planificación para entregar una carta a la comisión de ministros a la cabeza del titular de la Presidencia, Oscar Coca, haciéndole conocer que la COB solamente deseaba hablar con el Jefe de Estado.
Coca exhortó a que la COB y los trabajadores recapaciten y vean que la fórmula de enfrentamiento y amedrentamiento a la población no es el camino para resolver los problemas, por lo reiteró su invitación a retornar a las mesas de diálogo.
“No seamos ciegos, demos una buena lectura de lo que está pasando en la ciudad de La Paz y en los otros departamentos. Nosotros queremos pedir la atención al pliego petitorio”, dijo por su lado Montes quien aclaró que la intención de la COB de “encontrar una solución” con el presidente, no los ministros.
Montes le advirtió al gobierno que “después, más allá en el tiempo, cuidado las cosas cambien” y se repitan hechos como el año 2006 cuando se avisó al Ejecutivo de los posibles enfrentamientos, no hicieron caso, y se tuvo que lamentar pérdidas humanas.
“Lo que ocurra de aquí en adelante, es responsabilidad de la Central Obrera, la dirigencia y quienes están manejando los cachorros de dinamita y quienes están provocando la violencia”, replicó el ministro de la Presidencia.
CRECE CONVULSION EN LA PAZ
Antes del encuentro, Montes instruyó a las centrales obreras departamentales centrales obreras departamentales y regionales a preparar y hacer cumplir la determinación de la huelga general indefinida, con bloqueos de las mil esquinas y marchas permanentes en el día, y marchas de teas en las noches en todas las ciudades capitales.
De hecho este viernes, la Sede de Gobierno fue nuevamente asediada en horas de la mañana por marchas de miles de trabajadores que parcelaron la ciudad para mítines de protesta y bloqueo de vías, ocasionando un caos vehicular, en el tercer día violencia por los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales.
Las delegaciones del interior del país se turnaron para las marchas en medio de fuertes estribillos de condena al gobierno de Evo Morales, a la que hasta antes del conflicto, apoyaban militantemente por entender que era un “gobierno de cambio”, equivalente a un “gobierno de obreros”.
SE MILITARIZÓ PLAZA MURILLO
El asedio de los manifestantes sobre las fuerzas policiales en una cuadra de la Plaza Murillo, obligó al gobierno a sacar las fuerzas militares para reforzar las cuatro esquinas del máximo centro de poder político en Bolivia, que al medio día de este viernes nuevamente respiró gases lacrimógenos, mientras en calles aledañas detonaron cachorros de dinamita y explotaron petardos sobre Palacio de Gobierno y edificios comerciales.
Carros antidisturbios del Ejército y efectivos militares fueron llevados a Plaza Murillo para resguardar en segunda fila a las policiales que también ha sido atacados por los manifestantes con proyectiles de piedras y petardos que cayeron sobre las barreras de los uniformados que impedían el acceso de marchistas a la plaza donde está Palacio Quemado.
LISTA LA LEY PARA DESAPARECER LA CNS
En medio de las escaramuzas, el vicepresidente Alvaro García Linera salió a pedir a los obreros que retornen a sus fuentes de trabajo y amenazó con despidos masivos a los trabajadores de la Caja Nacional de Salud (CNS) que ingresan a seis días de huelga general.
El diputado Javier Zabaleta informó que el MAS tiene lista la ley por la cual se anulará la obligación de los empleados públicos de afiliarse a la Caja Nacional de Salud, que significaría su virtual desaparición porque el Estado es el mayor aportante. El proyecto de ley ingresaría a la Cámara de Diputados la próxima semana.
El ministro de Trabajo, Félix Rojas, dijo que el mayor perdedor de este conflicto serán los trabajadores en salud porque estará en riesgo su fuente laboral, porque los cerca de 400.000 empleados estatales, dejarían de pertenecer a la Caja Nacional de Salud, a la que irónicamente llamó “caja nacional de ataúd” por el pésimo servicio a los afiliados.
FUENTE: NAN
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