Guatemala 19 Dic (Atipiri/elpais).- El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, ha decretado hoy el estado de sitio en el departamento de Alta Verapaz (norte del país), para tratar de recuperar el control de varias ciudades de esa región acosadas por bandas de narcotraficantes vinculados al cartel mexicano Los Zetas. Según el secretario de Comunicación de la Presidencia, Ronaldo Robles, la medida, que ya ha entrado en vigor, se prolongará durante 30 días "o por el tiempo que sea necesario para recuperar la gobernabilidad en ese departamento". Robles ha precisado que la decisión fue tomada por el presidente Colom y su Consejo de Ministros, como resultado de las investigaciones que los aparatos de inteligencia del Estado han venido realizando "durante varios meses" en la zona.
Las investigaciones apuntan a que células de Los Zetas, en su mayoría integradas por sicarios mexicanos y ex militares guatemaltecos, "tomaron el control" de Alta Verapaz, en la conflictiva frontera sur de México, desde hace más de un año y están causando problemas a sus habitantes. "Las ciudades de Cobán y Carcha, principalmente, son utilizadas por Los Zetas para trasegar drogas y dirigir operaciones delictivas en todo el país", ha asegurado una fuente del Ejecutivo.
Las comisarias de la Policía Nacional Civil (PNC) de ese departamento, ha precisado la misma fuente, "se encuentran totalmente infiltradas por Los Zetas, hasta tal punto que les permiten cometer cualquier tipo de crimen con absoluta impunidad".
Desde primera hora de hoy se han enviado contingentes de militares y agentes de la PNC a puntos estratégicos de Alta Verapaz para que se desplieguen por todas las ciudades y comunidades hasta recuperar el control del territorio.
El estado de sitio, contemplado en la Ley de Orden Público, permite al Estado suspender las garantías constitucionales en el área geográfica donde sea declarado. Así, el Gobierno ha informado, en un comunicado oficial, a los pobladores de Alta Verapaz de que "cualquier sospechoso de conspirar contra el Estado" puede ser detenido sin orden judicial previa. Además, las fuerzas de seguridad podrán "repeler o reprimir cualquier acción individual o colectiva" de grupos que se opongan a la recuperación del control del Estado en ese lugar.
El grupo de sicarios y narcotraficantes Los Zetas, antiguo brazo armado del cartel mexicano del Golfo, opera en Guatemala desde hace más de dos años y, según fuentes oficiales, se ha convertido en uno de los grupos más sanguinarios del país.
Las investigaciones apuntan a que células de Los Zetas, en su mayoría integradas por sicarios mexicanos y ex militares guatemaltecos, "tomaron el control" de Alta Verapaz, en la conflictiva frontera sur de México, desde hace más de un año y están causando problemas a sus habitantes. "Las ciudades de Cobán y Carcha, principalmente, son utilizadas por Los Zetas para trasegar drogas y dirigir operaciones delictivas en todo el país", ha asegurado una fuente del Ejecutivo.
Las comisarias de la Policía Nacional Civil (PNC) de ese departamento, ha precisado la misma fuente, "se encuentran totalmente infiltradas por Los Zetas, hasta tal punto que les permiten cometer cualquier tipo de crimen con absoluta impunidad".
Desde primera hora de hoy se han enviado contingentes de militares y agentes de la PNC a puntos estratégicos de Alta Verapaz para que se desplieguen por todas las ciudades y comunidades hasta recuperar el control del territorio.
El estado de sitio, contemplado en la Ley de Orden Público, permite al Estado suspender las garantías constitucionales en el área geográfica donde sea declarado. Así, el Gobierno ha informado, en un comunicado oficial, a los pobladores de Alta Verapaz de que "cualquier sospechoso de conspirar contra el Estado" puede ser detenido sin orden judicial previa. Además, las fuerzas de seguridad podrán "repeler o reprimir cualquier acción individual o colectiva" de grupos que se opongan a la recuperación del control del Estado en ese lugar.
El grupo de sicarios y narcotraficantes Los Zetas, antiguo brazo armado del cartel mexicano del Golfo, opera en Guatemala desde hace más de dos años y, según fuentes oficiales, se ha convertido en uno de los grupos más sanguinarios del país.
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