miércoles, 2 de noviembre de 2011

FAMILIAS INSTALAN MESAS DE OFRENDA EN EXTERIORES DE CEMENTERIOS ALTEÑOS


Rosario Mamani recuerda a sus padres (ATIPIRI).
El Alto, 2 Nov. (ATIPIRI).- Muchas familias han instalado, este miércoles, la mesa de ofrenda para sus seres queridos en los exteriores de los cementerios de la ciudad de El Alto, porque sus familiares fallecieron en el exterior del país y otros no hallaron la tumba del ser querido en el camposanto.

En el interior del cementerio de Santiago I de El Alto se observó a varias familias preparando las mesas de ofrenda en los nichos de sus seres queridos y otros despedían con la interpretación de conjuntos musicales el alma de sus familiares.

En cambio, Manuel Quispe Laura, padre de familia de su hijo Macario Quispe Condori y su esposa Mauricia Tinta Corani, instalaron una mesa de ofrenda en 200 metros de la puerta de ingreso al cementerio de Santiago I. Contó que su hijo y su conyugue fallecieron victimas de la inseguridad ciudadana en la Argentina. La familia no tuvo la oportunidad de visitar la tumba de sus seres queridos, razón por la cual optó por preparar la mesa en plena vía pública, donde esperan a las personas que desean elevar una oración a cambio de darles un plato de alimentos.

“Nosotros somos del municipio de Umala, de la comunidad de Yaurichambi. Mi hijo y su esposa fallecieron muchos años, pero al margen de los años yo siempre me recuerdo de ellos. Estas costumbres no hay que olvidar. Hace dos años fui a la Argentina y se recuerda así también en la Argentina la festividad de Todos los Santos”, sostuvo Quispe.  

Manuel Quispe recuerda a su hijo y suegra (ATIPIRI).
Unos metros más atrás, encontramos a la Rosario Becerra, madre de familia de dos hijas, quien preparó una mesa de ofrenda para su madre Lucy Gutiérrez y su padre José Luís Becerra a quienes perdió cuando ella estaba niña. “Adentro (del cementerio) el nicho ya se lo habían sacado y por eso afuera no más lo recordaremos estamos diciendo. Además bien lleno esta el cementerio no hay caso de entrar”, afirmó Becerra.

La madre de familia junto a sus dos hijas tendió un mantel en el piso donde colocó todos los alimentos que en vida gustaba a sus padres. Luego llegaron los resiris, personas que elevan oraciones a cambio de un plato de comida. “Yo siento su ausencia, porque yo he sido la única hija, sin padres he crecido, ahora si lo estamos recordando, es la ley de la vida vivir y morir…”, dijo entrecortada, mientras se asomaban las lágrimas en sus ojos por la impotencia de no tenerlos ahora.

Según la creencia el 1 de noviembre, Día del Difunto, llegan las almas del más allá para llevarse los alimentos que en vida gustaban y el 2 de agosto se despiden de la vida terrenal, por eso las familias preparan mesas con los alimentos que le gustaban en vida al difunto. Estas son preparadas en las tumbas, acompañadas con la música de la pinquillada.

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Agencia Regional de Noticias -- ARN

1 comentario:

  1. JULIO M.:LA MEJOR RADIO Y WEB COMPLETA DE EL ALTO, SIGAN ADELANTE POR INFORMARNOS.

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