La Paz, 14 Jun. (ATPIRI / ABI).- El presidente Evo Morales Ayma destacó que una de las enseñanzas de la cruenta Guerra del Chaco fue que permitió "recuperar el patriotismo y la defensa de los recursos naturales no solamente en las Fuerzas Armadas, sino en toda la ciudadanía".
Esas reflexiones fueron realizadas al recordarse los 76 años del cese de hostilidades de esa cruenta contienda que enfrentó a Bolivia con Paraguay entre 1932 y 1935.En ese solemne acto los excombatientes recibieron la condecoración Mariscal Andrés de Santa Cruz en La Paz y en los lugares donde residen.
El Jefe de Estado lamentó que muchas de las contiendas bélicas en Latinoamérica hayan sido alentadas por trasnacionales petroleras que operaban en la región que instaron a sus ejércitos a la confrontación.
En esas épocas, "Las Fuerzas Armadas fueron usadas por intereses del exterior", dijo, al reiterar que la Guerra del Chaco trajo en Bolivia un profundo sentimiento en defensa de los recursos naturales.
Subrayó que una vez concluida la guerra con Paraguay, en 1938 el presidente Enrique Toro, quien era general del Ejército, dispuso la nacionalización de los hidrocarburos y desalojó a las compañías petroleras extranjeras.
El mandatario dijo que posteriormente y por intereses políticos, esos recursos volvieron a ser enajenados a transnacionales hasta que en 1969 otro presidente y general de las Fuerzas Armadas, Alfredo Ovando Candia, determinó una nueva nacionalización y el desalojo de la Gulf Company.
Morales agregó que después en la década de los años 90 los recursos petrolíferos de Bolivia volvieron a ser entregados a capitales extranjeros hasta que en mayo de 2006 volvieron a ser nacionalizados por el actual Gobierno.
Anotó que el patriotismo, el sacrificio y la defensa de los recursos naturales de los combatientes de la Guerra del Chaco "deben ser un ejemplo a las nuevas generaciones para ver con optimismo el futuro".
"Gracias a los recursos petrolíferos que defendieron los combatientes bolivianos del Chaco, Bolivia ha comenzado a liberarse económicamente porque permiten el desarrollo social y económico del país", aseveró.
Los Ejércitos de Bolivia y de Paraguay se enfrentaron entre mediados de 1932 y junio de 1935 en la zona boreal del Chaco con la movilización total de unos 400.000 hombres, de los que murieron 60.000 bolivianos y 30.000 paraguayos.
Las balas y cañones no fueron los únicos que provocaron víctimas en esa guerra, sino las enfermedades, la hostilidad del teatro de operaciones y la falta de agua.
A la conclusión del conflicto, se descubrió que no existían en la zona de conflicto yacimientos petrolíferos, aparte de los que ya se descubrieron en la precordillera boliviana y que eran explotados por la transnacional Standard Oil.
Después del cese de hostilidades, ambas naciones comenzaron a esbozar un marco histórico de cooperación, amistad e interrelación con el fin de forjar un mejor destino para sus pueblos.
La definitiva paz del Chaco fue suscrita el 21 de julio de 1938 tras largas negociaciones en las que participaron os cancilleres de Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina, Tomás Guillermo Elío, Luis Riart, E. Martínez Thedy y Carlos Saavedra Lamas, respectivamente.
Después de largas negociaciones, el Protocolo de Paz fue firmado en Argentina el 21 de julio de 1938.
El canciller argentino Carlos Saavedra Lamas, quien obtuvo el premio Nobel de la Paz de 1936 por su labor en pro de la paz e inspirado un Pacto antibélico firmado por 21 naciones, convocó a una Conferencia de Paz de Buenos Aires y fue un articulador importante de la paz entre Bolivia y Paraguay.
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