Santa Cruz, 17 Abr. (Atipiri / ANF).- El Papa Benedicto XVI derramó sus bendiciones a Bolivia, según informó el Cardenal Julio Terrazas, este domingo en su homilía por el domingo de Ramos desarrollado en la ciudad de Santa Cruz.
“De manera especial con el Santo Padre, que ayer cumplía 84 años de edad, él mismo hace poco dio su bendición a Bolivia y me pidió que les expresara su saludo paternal”, comunicó el Cardenal.
Joseph Aloysius Ratzinger, nombre de pila de Benedicto XVI, celebró este sábado su onomástico trabajando, atendiendo sus tareas pontificales y recibiendo felicitaciones de líderes mundiales, entre ellos la reina Isabel II de Gran Bretaña. El Papa nació en la ciudad Bávara de Marktl am Inn, en Alemania, el 16 de abril de 1927.
La homilía del Cardenal, referida sobre todo a la pasión de Cristo y de la importancia de ingresar purificados a la Semana Santa, tuvo especial énfasis en el cambio de actitud que debe atravesar la población, un cambio que lleve a las personas a creer en Cristo y en su palabra, de tal forma que a partir de ello se empiece a predicar sus enseñanzas.
“Cada mañana el señor nos habla, en esta semana dejemos que él nos dé palabra y abra nuestros oídos, no importa si esto nos va a traer como consecuencia el sufrimiento, la maldad, la cárcel, la muerte. Tenemos que ser capaces de actuar como Dios, escuchando y dando palabras de esperanza a aquellos que las necesitan con urgencia”, dijo la autoridad eclesiástica.
En lo que respecta a la Semana Santa, Terrazas indicó que la población debe ser capaz de abrir su corazón y sus pensamientos, hacerse servidores de todos, para que de esa forma no llegue a cometer lo que hace muchos años pasó con Cristo, cuando se pidió a gritos “crucifíquenlo”.
Señaló, de acuerdo a la lectura de la Pasión de Cristo, que es muy fácil manipular a las personas, prueba de ello fueron las expresiones de los sumos sacerdotes que pedían a la población apoyar la condena a Jesús, dijo que ello es una enseñanza, para que la población no termine la Semana Santa con aquellas actitudes del pasado, sino pidiendo la paz y la libertad de Dios.
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