La Paz, 18 Ago. (ATIPIRI / ABI).- El ex candidato a la Presidencia de Chile, Marco Enríquez Ominami, demandó el jueves a los gobiernos de La Paz y Santiago "crear las condiciones" para restablecer el diálogo bilateral "sin exclusiones" sobre la Agenda de los 13 Puntos, negociada entre 2006 y 2010, como también evitar cualquier mecanismo que amenace bloquearlo.
"Hay que crear las condiciones para que ese diálogo sea fructífero y eso está en la tabla (de la Agenda de los 13 Puntos), un diálogo sin exclusiones", afirmó el político chileno, líder del novísimo Partido Progresista, tercera fuerza política en Chile.
"Yo exijo que ambos países retomen el diálogo. Es muy importante, es una exigencia que la hacen sus pueblos", afirmó en una clara exhortación a los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Sebastián Piñera.
Cineasta y filósofo formado en centros franceses, el también ex diputado chileno dijo que la reanudación del diálogo bilateral debe contemplar los intereses que se juegan en las regiones fronterizas, en el caso de Chile, y el comercio que se sustancia en Bolivia.
"La economía del norte de Chile también tiene mucho que decir; la economía del norte de Chile depende de la relación con Bolivia", esgrimió.
Enríquez Ominami consideró, además, que otros principios de interés regional se baten en el entendimiento boliviano chileno.
"Ya no es solamente el tema del gas, el tema del armamentismo en el continente tiene que ver con las relaciones bilaterales. Es fundamental también que tengamos mejores relaciones", advirtió.
Enríquez Ominami, que se dijo "fanático de la integración" regional, estimó, desde su posición de "ciudadano chileno" que el camino elegido por Bolivia, de recurrir a los tribunales internacionales de La Haya para obtener una salida soberana al Océano Pacífico, vetará el diálogo sobre el inciso 6 de la Agenda de los 13 Puntos, referido a la reivindicación marítima boliviana.
"El camino de Bolivia hacia La Haya es un camino complicado para nosotros en Chile, porque supone un veto al diálogo. Cuando tú judicializas algo cierra las puertas al diálogo. Ir a La Haya también es vetar el diálogo (..) Si tú vas a La Haya, la materia, el punto 6 de la tabla (la reivindicación marítima boliviana) queda puesto frente a un tercero. Yo pido a ambas partes: no al veto", afirmó.
"Entonces es La Haya el espacio de debate y de diálogo. Será en términos judiciales, jurídicos, será sobre la base de la revisión de los tratados, pero eso tiene una dinámica distinta a la diplomacia de los pueblos, a la diplomacia parlamentaria y a otra forma de diplomacia", exhortó el líder político chileno.
Miembro del Partido Socialista chileno, que integró la Concertación que gobernó Chile desde la restauración democrática de principios de los '90 hasta 2009, Enríquez Ominani, de 38 años, obtuvo poco más del 20% de los votos en la primera vuelta de las elecciones chilenas a finales de 2009.
El sorprendente caudal de votos que cosechó no alcanzó sin embargo para acceder a la segunda vuelta (balotaje) que disputaron el ex presidente Eduardo Frey Ruiz Tagle y el actual presidente Piñera.
Las declaraciones de Enríquez Ominami, que llegó a La Paz como miembro de una misión de personalidades chilenas, "para que se reponga el diálogo", se registran poco más de tres semanas después que Piñera y Morales se encontraran en Lima en un intento por restaurar el diálogo bilateral, en el limbo desde el 23 de marzo último, cuando el gobernante boliviano anunció su decisión de sentar a Chile en los estrados de La Haya, tras 132 años de conversaciones estériles relativos a la cuestión marítima.
También después que el canciller de Chile, Alfredo Moreno, dejara en claro la posición de su país respecto al secular reclamo marítimo boliviano, que se funda en la intangibilidad del Tratado de 1904, que sentenció el encierro marítimo boliviano.
Enríquez Ominami citó, sólo como ejemplo, la situación del reclamo planteado en La Haya por Perú a Chile, por el control de 100.000 km2 de aguas marítimas en la bisectriz que marca la Línea de la Concordia, a la altura de las fronterizas Arica y Tacna.
"Nosotros con Perú no estamos discutiendo en los foros bilaterales lo que La Haya está discutiendo", sostuvo.
El líder chileno, cuya candidatura y posterior legitimidad, voló por los aires en 2009 las estructuras tradicionales de la política chilena, pidió, por lo tanto, a La Moneda y el Palacio Quemado, reconstruir los vínculos forjados entre 2006 y 2010 por Morales y su colega chilena a la sazón, la socialista Michelle Bachelet.
"Creo que hay que reconstruir, reconquistar el derecho al diálogo, hay que crear las condiciones para que haya diálogo y he venido a eso como simple ciudadano fundador de un movimiento, el Movimiento Progresista, que convoca a decenas de miles de chilenos y ese movimiento que es la continuidad de 2009, tiene una mirada muy crítica de la relación boliviana chilena que se está entrampando. Hay que recrear las condiciones para el futuro", concluyó.
Bolivia demanda a Chile un acceso soberano al Pacífico que, aliada de Perú, perdió en una guerra territorial en 1879.
Cineasta y filósofo formado en centros franceses, el también ex diputado chileno dijo que la reanudación del diálogo bilateral debe contemplar los intereses que se juegan en las regiones fronterizas, en el caso de Chile, y el comercio que se sustancia en Bolivia.
"La economía del norte de Chile también tiene mucho que decir; la economía del norte de Chile depende de la relación con Bolivia", esgrimió.
Enríquez Ominami consideró, además, que otros principios de interés regional se baten en el entendimiento boliviano chileno.
"Ya no es solamente el tema del gas, el tema del armamentismo en el continente tiene que ver con las relaciones bilaterales. Es fundamental también que tengamos mejores relaciones", advirtió.
Enríquez Ominami, que se dijo "fanático de la integración" regional, estimó, desde su posición de "ciudadano chileno" que el camino elegido por Bolivia, de recurrir a los tribunales internacionales de La Haya para obtener una salida soberana al Océano Pacífico, vetará el diálogo sobre el inciso 6 de la Agenda de los 13 Puntos, referido a la reivindicación marítima boliviana.
"El camino de Bolivia hacia La Haya es un camino complicado para nosotros en Chile, porque supone un veto al diálogo. Cuando tú judicializas algo cierra las puertas al diálogo. Ir a La Haya también es vetar el diálogo (..) Si tú vas a La Haya, la materia, el punto 6 de la tabla (la reivindicación marítima boliviana) queda puesto frente a un tercero. Yo pido a ambas partes: no al veto", afirmó.
"Entonces es La Haya el espacio de debate y de diálogo. Será en términos judiciales, jurídicos, será sobre la base de la revisión de los tratados, pero eso tiene una dinámica distinta a la diplomacia de los pueblos, a la diplomacia parlamentaria y a otra forma de diplomacia", exhortó el líder político chileno.
Miembro del Partido Socialista chileno, que integró la Concertación que gobernó Chile desde la restauración democrática de principios de los '90 hasta 2009, Enríquez Ominani, de 38 años, obtuvo poco más del 20% de los votos en la primera vuelta de las elecciones chilenas a finales de 2009.
El sorprendente caudal de votos que cosechó no alcanzó sin embargo para acceder a la segunda vuelta (balotaje) que disputaron el ex presidente Eduardo Frey Ruiz Tagle y el actual presidente Piñera.
Las declaraciones de Enríquez Ominami, que llegó a La Paz como miembro de una misión de personalidades chilenas, "para que se reponga el diálogo", se registran poco más de tres semanas después que Piñera y Morales se encontraran en Lima en un intento por restaurar el diálogo bilateral, en el limbo desde el 23 de marzo último, cuando el gobernante boliviano anunció su decisión de sentar a Chile en los estrados de La Haya, tras 132 años de conversaciones estériles relativos a la cuestión marítima.
También después que el canciller de Chile, Alfredo Moreno, dejara en claro la posición de su país respecto al secular reclamo marítimo boliviano, que se funda en la intangibilidad del Tratado de 1904, que sentenció el encierro marítimo boliviano.
Enríquez Ominami citó, sólo como ejemplo, la situación del reclamo planteado en La Haya por Perú a Chile, por el control de 100.000 km2 de aguas marítimas en la bisectriz que marca la Línea de la Concordia, a la altura de las fronterizas Arica y Tacna.
"Nosotros con Perú no estamos discutiendo en los foros bilaterales lo que La Haya está discutiendo", sostuvo.
El líder chileno, cuya candidatura y posterior legitimidad, voló por los aires en 2009 las estructuras tradicionales de la política chilena, pidió, por lo tanto, a La Moneda y el Palacio Quemado, reconstruir los vínculos forjados entre 2006 y 2010 por Morales y su colega chilena a la sazón, la socialista Michelle Bachelet.
"Creo que hay que reconstruir, reconquistar el derecho al diálogo, hay que crear las condiciones para que haya diálogo y he venido a eso como simple ciudadano fundador de un movimiento, el Movimiento Progresista, que convoca a decenas de miles de chilenos y ese movimiento que es la continuidad de 2009, tiene una mirada muy crítica de la relación boliviana chilena que se está entrampando. Hay que recrear las condiciones para el futuro", concluyó.
Bolivia demanda a Chile un acceso soberano al Pacífico que, aliada de Perú, perdió en una guerra territorial en 1879.
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