SEGÚN DEFENSOR DEL PUEBLO, LOS DERECHOS MÁS VULNERADOS EN BOLIVIA SON DE NIÑOS Y NIÑAS.

La Paz, 22 Mar. (Atipiri / GAIA).- Quizás la función primordial del Defensor del Pueblo es la de “Recibir y procesar quejas de la población acerca de los abusos de los poderes públicos y de la violación de derechos humanos”. A estos últimos los entendemos como aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna.

 Por ser personas todos merecemos ser tratados como tales. Lastimosamente, en la realidad nacional estos derechos universales no siempre son respetados, especialmente de aquellos que son más frágiles. De acuerdo al Defensor del Pueblo, Rolando Villena, explica que muchas de las denuncias están relacionadas a abusos a niños, niñas y adolescentes.

Muchas veces éstos son forzados a desempeñar trabajos denigrantes o de sobre explotación. Hay varios niños que se encuentran en situaciones casi de servidumbre, porque no se reconocen sus derechos económicos ni políticos. Esto sucede por ejemplo en la zafra de la castaña y también la segada de la caña en Santa Cruz, y también ocurre en las zonas mineras.

La tendencia de casos presentes durante el primer trimestre de esta gestión continúa siendo marcada por situaciones muy similares a las del año pasado. El primer motivo de denuncias tiene que ver con la violación de los derechos laborales. Por otra parte, a decir de Villena, resulta irónico que la institución que más quebranta los derechos humanos es la Policía. Resulta que en muchas ocasiones no practican la presunción de inocencia y tratan fácilmente como a criminales a ciertos individuos.

Para este año, se ha planteado un reto para el trabajo del Defensor del Pueblo, apunta Villena. “La exigibilidad que tenemos como reto constitucional es el cumplimiento de los derechos colectivos, derechos económicos, sociales y culturales, particularmente de los pueblo indígenas, por ejemplo el derecho a la consulta para todo proceso de cambio o desarrollo de las comunidades”, apunta. Es fundamental  -explica-, ejercer  el dentro de  la normativa internacional, el cumplimiento del artículo 169 de la OIT.

Se espera que con la nueva ley contra el racismo, la tendencia en ciertos aspectos pueda tener un verdadero cambio, señaló.