La Paz, 24 Mar. (Atipiri / Erbol).- Cubrir conflictos continúa siendo lo más peligroso para los periodistas y los mayores agresores de los trabajadores de la prensa, junto a los movilizados, son los efectivos policiales, según un reciente informe presentado por la Fundación UNIR Bolivia.
En el 2010, las agresiones a periodistas se produjeron en mayor medida durante manifestaciones y movilizaciones de protesta, siguiendo la tendencia de los últimos tres años. Asimismo, algunos funcionarios públicos continuaron con las agresiones verbales públicas contra los trabajadores de la prensa. Del total de casos registrados (59) en el 2010, el 20,6 % corresponde a agresiones físicas perpetradas por sectores sociales movilizados.
En el informe relativo al año 2009 publicado por la Fundación, se registró que hubo 82 casos visibilizados de agresión. Entonces, comparativamente, el 2010 fueron denunciados menos sucesos de agresión (59 en total), pero un similar número de periodistas (107) resultó afectado. Es importante señalar que pueden resultar afectados varios periodistas en un solo suceso.En el 2010, las agresiones a periodistas se produjeron en mayor medida durante manifestaciones y movilizaciones de protesta, siguiendo la tendencia de los últimos tres años. Asimismo, algunos funcionarios públicos continuaron con las agresiones verbales públicas contra los trabajadores de la prensa. Del total de casos registrados (59) en el 2010, el 20,6 % corresponde a agresiones físicas perpetradas por sectores sociales movilizados.
El Informe de Agresiones 2010 comprende los datos de las agresiones correspondientes a este año visibilizadas por los medios de difusión y las organizaciones sindicales. No es un documento que incluya todos los casos ocurridos en Bolivia; pretende mostrar tendencias y contribuir a que los actores involucrados tomen acciones concretas para prevenir y también para sancionar los hechos denunciados, en busca de garantizar mejores condiciones laborales para los periodistas y fortalecer así la calidad informativa en el país en pro de una cada vez mejor y mayor democracia.
La Fundación UNIR Bolivia, mediante el Observatorio Nacional de Medios (ONADEM), trabaja activamente en la promoción del Derecho a la Información y la Comunicación. Desde esa perspectiva, concibe a la información periodística como un bien público y un componente central de la vida democrática y del desarrollo ciudadano, por lo que entiende al trabajo periodístico como eje en torno al cual gira la información noticiosa de calidad. En consecuencia, el trabajo periodístico, sus condiciones, dificultades y rutinas son temas priorizados por el ONADEM desde su nacimiento hace cinco años.
Cuatro departamentos concentraron las agresiones
La Paz fue el departamento con mayor número de agresiones visibilizadas (39), continuando la tendencia del año 2009. El conflicto de Caranavi, con bloqueos de caminos por la demanda de ser la sede de una planta industrializadora de cítricos, así como otras movilizaciones sociales en el centro de la ciudad de La Paz y en El Alto registraron violentas agresiones a periodistas protagonizadas por policías y sectores movilizados.
En el año 2010 aumentó a más del doble (de 6 a 15) el número de periodistas agredidos en Cochabamba. En Sucre se registraron 13 trabajadores de la información afectados, en casos vinculados con los conflictos por la Alcaldía; se trata de un incremento considerable dado que en el año 2009 no se visibilizó más que un caso.
¿En qué consistieron?
En el 2010 se centraron en agresiones físicas y verbales, aunque generalmente suceden de manera paralela. En ese año se incrementaron de manera notable la obstaculización y el entorpecimiento del trabajo periodístico por acciones de funcionarios públicos ligados con los órganos Ejecutivo y Judicial.
La policía protagonizó un número mayor de agresiones contra periodistas respecto a los tres años anteriores. En el año 2010 fue protagonista de 19 casos de agresión, mientras que en el año 2009 estuvo involucrada en 8 sucesos denunciados. Las denuncias de periodistas contra policías se duplicaron y más (de 8 a 19) respecto del año 2009, mientras que algunos funcionarios públicos y miembros del poder judicial continuaron de manera pública con agresiones y obstaculizaron el trabajo periodístico.
Por otro lado, los despidos injustos, las trabas que impiden conformar sindicatos dentro de las empresas, las condiciones laborales en creciente precarización, la falta de seguro médico, seguro de vida, estabilidad laboral, entre otras carencias, son agresiones internos que reciben cotidianamente muchos periodistas en Bolivia. Las organizaciones sindicales han denunciado este tipo de problema de manera permanente.
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