El Alto, 14 Abr. (Atipiri / La Prensa).- Pocos clientes y la apertura de modernas empresas de lavado de coches pusieron en aprietos a los hombres y mujeres que munidos de trapo y escobilla generan su empleo en la ciudad de El Alto. La mayoría se encuentra instalada al borde del río Seco, donde presta servicios utilizando las aguas que corren libres por el lugar. Los lavadores devuelven el brillo a dos o tres carros por día y generan un ingreso de 30 a 50 bolivianos.
Coinciden en afirmar que el negocio no produce ganancias como hace un tiempo. Identificaron como los principales problemas a la reubicación a la que fueron obligados por la Alcaldía alteña en 2003 y a la apertura de modernas empresas que prestan un servicio completo. A los anteriores factores se agregan la contaminación del río, que afecta su salud y deja un mal olor en los motorizados. Estos sitios de lavado, ubicados en inmediaciones del puente Bolivia y avenida Costanera del distrito 4 de El Alto, operan en condiciones precarias. Cuentan con una rampa hecha de piedras y cemento, una bomba para extraer agua del río, además de escobillas y trapos. Ellos afirman que sólo ganan lo suficiente para vivir al día y mantener a sus familias. “Ésta es la única fuente de ingresos que tenemos”, expresó Pablo, que se dedica a esta labor en ese sitio. “Nosotros ganamos sólo para la comida de nuestras familias y generamos de 30 a 50 bolivianos porque lavamos tres veces al día”. El joven lavador explicó también que la contaminación del agua incide en su trabajo, puesto que los propietarios no quieren que la limpieza de sus autos se haga con agua sucia. Opiniones
“Me dedico a este trabajo desde que tenía 15 años. Antes se ganaba mejor porque llegábamos a lavar entre 15 a 20 autos por día. Pero ahora, con la reubicación ordenada por la Alcaldía en 2003, perdimos a nuestros clientes y sólo logramos lavar entre dos a tres coches, y no se gana mucho dinero”.
Pablo / Lavador de autos Río Seco
“Los precios que manejamos son muy económicos. Cobramos entre 10 a 30 bolivianos y el precio es de acuerdo al tamaño del vehículo. Realizamos la limpieza total del coche y así el cliente se siente satisfecho por el buen trabajo que realizamos y no duda en regresar y recomendarnos con sus amigos”.
Remberto Condori / Lavador de coches
“Como nos encontramos en un lugar alejado, que pocos conocen, el negocio ya no es como antes. Nos situábamos en la avenida Juan Pablo II y los coches venían en montón. Ahora con las nuevas estaciones de lavado que se han abierto y ofrecen un mejor servicio, nuestro trabajo entró en crisis”.
Leonardo Aruquipa / Lavador de coches
“Como soy un transportista viajero, el coche siempre está lleno de polvo, por lo cual frecuentemente vengo a este lugar a hacerlo lavar, porque el precio es barato y no racionan el agua como en otros lugares. Además, considero que esta es una buena manera de ganarse la vida sin hacer mal a nadie”.
Lucas Bautista / Conductor de camión
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