Mujeres traen agua en autos
Oruro, 7 Nov. (ATIPIRI / Erbol).- La secretaria de la Coordinadora en Defensa del Río Desaguadero, Lagos Uru Uru y Poopó (CORIDUP), María Luisa Rafaela, desde la comunidad de Callipampa ayllu Cabeza Primera Tapacarí del municipio de Poopó, denunció que los mineros con dinamitazos les callan el reclamo por la contaminación ambiental.
“Los hermanos mineros a punta de dinamita nos hacen callar a la gente de las comunidades (afectadas). Por eso, acudimos a las autoridades porque las dos mineras (de la empresa Candelaria y la cooperativa El Carmen) que sacan por una bocamina (contaminan la zona), problema que desde hace seis años enfrentamos”, afirmó.
Sin embargo, los funcionarios de los ministerios de Minería y Justicia este lunes fueron a inspeccionar a la zona afectada; pero que simplemente estuvieron al menos 10 minutos sin hacer el verificativo serio en la comunidad de Callipampa, argumentó la comunaria.
Desplazadas en busca de sobrevivencia
Entre tanto, las mujeres son las que sufren más la contaminación junto al menos 200 familias que viven en la zona. Por las consecuencias de las mineras “muchas hemos salido (de las comunidades) y estamos en lugares cercanos como Poopó, Pazña, Machacamarca y Oruro” manteniéndonos con pequeños negocios, sostuvo.
Los sembradíos de papa, quinua y otros productos que antes rendían buena cosecha, ahora son a pérdida; aunque la comunaria, señaló que podría ser el efecto del cambio climático “pero la empresa dejó todo el desmonte” que afecta a los terrenos agrícolas.
Las mujeres desplazadas “van a mendigar trabajo a las poblaciones cercanas” y vuelven a sus comunidades simplemente “como visitantes” a consecuencia de la contaminación y la crisis ambiental que afectó la obtención de los productos alimenticios en la zona.
Compromisos incumplidos
Anteriormente, los comunarios de la región y el empresario Marco Antonio Gutiérrez Valdivia, suscribieron un acta de compromiso, entre ellas que el 80 por ciento de los trabajadores mineros deberían ser de la comunidad, la minera debía construir las baterías de tratamiento de aguas, mecanizar la producción agrícola y otros que fueron incumplidos.
Es más, Gutiérrez, arrendó la concesión minera al empresario Walter Sauciri, que es “bastante abusivo y pareciera que tuviera una actitud delincuencial porque a nosotras nos persigue y nos amenaza atenido a su plata, en especial a las mujeres, porque a los hombres les conquista con trabajos temporales y mal remunerados”, sostuvo la dirigente.
Traen agua en flotas y taxis
“El agua es totalmente contaminada, nos llevamos en bidones para sobrevivir; cuando vamos de siembra (el agua) llevamos desde la localidad de Poopó. Tomamos las flotas o contratamos taxis para transportar el líquido elemento”, indicó María.
¿Prepotencia empresarial?
Además, las mujeres no somos dignas de efectuar reuniones en la comunidad porque constantemente somos amenazadas con dinamitas. Los empresarios mineros son “los encargadas de nombrar a las autoridades originarias (desde) hace tres años” porque el jilacata en favor de nosotros “fue desvestido y pegado”, lamentó María.
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