La Paz, 2 Sep. (ATIPIRI / ABI).- El general Alberto Paz Soldán, el "último piloto sobreviviente de la Guerra del Chaco" que enfrentó a Bolivia y Paraguay entre 1932-1935, cumplirá el domingo 100 años de vida, por lo que fue condecorado por las Fuerzas Armadas con la Medalla al Mérito en el Grado de Gran Cruz de la Orden "Cnl. Eduardo Avaroa".
Rodeado de sus seres queridos, amistades e integrantes de la institución castrense, en especial de la Fuerza Aérea, una vez que es destacado como el "último héroe del aire de la Guerra del Chaco", el militar recibió la condecoración.
Durante el acto celebrado este viernes, Paz Soldán fue agasajado incluso con mariachis en su domicilio de la zona de Irpavi, al sur de La Paz.
"Gracias...gracias...gracias...compren más aviones", dijo a los invitados con su voz entrecortada, aunque se mostraba muy lúcido al momento de compartir el homenaje que organizó en su honor el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas.
Con la convicción de que a las personas se las debe honrar en vida, el Jefe de Estado Mayor del Comando en Jefe de las FFAA, general Ramiro Orellana, le entregó al general Paz Soldán la medalla al único piloto sobreviviente de la Guerra del Chaco que está en vísperas de celebrar su natalicio.
"Las FFAA hacen llegar su máximo reconocimiento al héroe de la Guerra del Chaco y como testimonio de reconocimiento por su participación en las acciones bélicas derribando aviones de Paraguay en defensa de los recursos naturales de Bolivia", remarcó Orellana.
La distinción no sólo responde a una de las actividades desarrolladas por el 76 aniversario del cese de hostilidades de la Guerra del Chaco, sino también para rendir en vida un imperecedero homenaje al último héroe de la aviación militar en ese conflicto bélico, remarcó el comandante de la Fuerza Aérea, general Tito Gandarillas.
A su vez, Jorge Paz Soldán Zegarra, hijo del héroe de la aviación, agradeció a las Fuerzas Armadas y a los comandantes de fuerza por promover "no solamente el milagro de la vida, sino el deber cumplido".
"Destaco la fortaleza de mi padre y su principio de vencer que tuvo desde cadete, sobre todo en el combate. Ese principio lo inculcó en la familia y en su diario vivir. Nosotros adquirimos ese valor y constantemente tratamos de practicarlo siguiendo su conducta", apuntó.
El héroe boliviano nació en la ciudad de Cochabamba el 4 de septiembre de 1911, 20 años antes de que estallaran los horrores de una guerra que enfrentó a los países más pobres y menos poblados de Sudamérica.
En 1935, cuando se declaró el armisticio, fue nombrado por el Senado Héroe nacional y en 1996 elegido como personaje notable.
Es el último sobreviviente de su escuadrón y el único de los cadetes de su generación que ascendió en 1965 al grado superior de general.
Cien mil hombres de su generación dejaron la vida en las ardientes arenas del Chaco Boreal. Los que quedaron de la generación perdida, de aquel tiempo de borrasca, cambiaron -o intentaron hacerlo- el destino del país.
Embarcado en un viaje de ida y vuelta en el tiempo, el general Paz Soldán lleva aún impreso en la memoria los vuelos eternos realizados en la Guerra del Chaco.
"Volamos noche y día sobre el infierno verde", por el Chaco, balbuceó mientras su memoria arroja recuerdos de aquel tiempo.
Pese a la edad, tampoco olvida la disciplina férrea que se impuso durante el conflicto.
La Fuerza Aérea ingresó al teatro de operaciones en 1932 y formó la Escuadrilla de Reconocimiento, que participó activamente junto a los Bolivian Scout.
Tanto Bolivia como en Paraguay habían hecho grandes esfuerzos por organizar fuerzas aéreas eficaces para la guerra que se avecinaba.
Al estallar el conflicto, Bolivia poseía un poderío aéreo pequeño, pero capaz, que incluía aviones de combate y de transporte, e instructores con experiencia.
Paz Soldán se formó como aviador militar en 1934, en plena Guerra del Chaco, como discípulo del mayor Rafael Pabón, obteniendo el brevet de "Piloto de Guerra".
Participó en innumerables incursiones aéreas a la retaguardia y contra posiciones enemigas de todo el frente de la batalla.
Protagonizó varios y exitosos combates aéreos, el más memorable fue el suscitado el 23 de septiembre de 1934 en el sector La Rosa-Picuiba, cuando al mando de un avión Curtis "Hawk" puso fuera de combate a una aeronave paraguaya de caza Fiat CR-20.
Pasado el conflicto bélico con Paraguay, ejerció importante cargos como Jefe de Estado Mayor de la Aviación e Inspector General de la Fuerza Aérea Boliviana.
Es autor de la obra histórica "La Conducción de la Fuerza Aérea Boliviana en la Guerra del Chaco", editado en 1990.
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