Perú, 7 Nov. (ATIPIRI / La Tercera).- Desde la bancada parlamentaria de la alianza oficialista Gana Perú (GP), se informó que el segundo vicepresidente del Perú, Omar Chehade, podría renunciar por el escándalo de supuesto tráfico de influencias en que está envuelto.
Según detalló el vocero de la bancada, Freddy Otálora, todo dependerá de la reunión que sostendrán con Chehade, en medio de la cual se debatiría la posible renuncia, de la que es partidario incluso el Presidente Ollanta Humala.
El segundo vicepresidente es acusado con diversos testimonios e indicios, de buscar que tres generales de la Policía ejecutaran una acción ilegal para desalojar a los trabajadores que administran a la azucarera Andahuasi, una de las mayores del Perú.
Chehade, ex procurador anticorrupción de 40 años que llegó al poder con la bandera de la moralidad, niega haber impulsado la operación, que de lanzarse habría tenido como beneficiario al poderoso conglomerado económico Wong, que lucha en los tribunales por la propiedad de Andahuasi.
La ya precaria situación de Chehade empeoró la noche del domingo, cuando Humala dijo en una entrevista de televisión que debería dejar la segunda vicepresidencia. "Haría bien (Chehade) en dar un paso al costado. Pero eso tiene que nacer de él", dijo Humala al reconocer que la situación daña al gobierno pero que no procederá a la destitución por respeto al funcionamiento institucional.
Otálora también aclaró que GP no está dispuesta a darle ningún tipo de blindaje al vicemandatario, que además es congresista.
Los vicepresidentes son figuras sin función específica en el gobierno, salvo reemplazar al jefe de Estado en caso de necesidad. Aunque se estima que la caída de Chehade podría ser un golpe para el oficialismo, los analistas coinciden en que la marcada de distancia de Humala podría amortiguar los efectos.
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