Cochabamba, 29 Abr. (ATIPIRI / ABI).- El grupo de mercenarios extranjeros encabezado por el boliviano-húngaro Eduardo Rózsa Flores pretendía contar con 20 millones de dólares para desencadenar en el año 2009 una oleada de violencia en Bolivia con la movilización de 500 combatientes locales y dos centenares de extranjeros.
Un informe exclusivo publicado el viernes por el diario Los Tiempos de Cochabamba señala una serie de hechos poco conocidos sobre la conspiración terrorista y separatista que fue desarticulada por la Policía en la ciudad de Santa cruz de la Sierra a mediados de abril de 2009.
Según el informe de este diario boliviano, "Rózsa tenía el objetivo de movilizar en Bolivia a 500 combatientes locales y dos centenares extranjeros".
Subraya que Rózsa, quien llegó a Bolivia con financiamiento local, pretendía contar con unos 20 millones de dólares para costear sus acciones supuestamente "en defensa de una región, como Santa Cruz, que estaba bajo riesgo de ser agredida por el Poder Central", según sus justificativos.
Para el efecto, el mercenario, que participó en la guerra de Los Balcanes, no dudaba en manifestar su disposición a traer más milicianos extranjeros que refuercen esos objetivos.
El viceministro César Navarro recuerda que en 2009, los miembros de la Comisión Multipartidaria quedaron impresionados cuando uno de ellos, Pablo Banegas, preguntó al húngaro Elod Tóásó por Tibor Révész, un rumano, líder de una logia nacionalista, quien estuvo en Bolivia, junto a Rózsa. "Y Tóásó empezó a morderse las uñas, no pudo declarar. Empezó a temblar; entonces, todos los de la comisión percibieron que era peligroso"", recuerda Navarro.
En noviembre de 2008 Michael Martin Dwyer viajó desde Irlanda, junto a Tíbor Révész, líder de la logia Selkzer, a Bolivia para participar en un curso de capacitación para guardaespaldas, entre ellos 17 extranjeros.
Los Tiempos publicó el informe en base a datos que recogió de las investigaciones y que constaban en los mensajes que Rózsa intercambiaba con sus cómplices por internet.
Esos datos están incluidos en el disco duro de su computadora portátil que fue recogida por el Ministerio Público para las investigaciones y desenvolver el ovillo de la conspiración terrorista-separatista.
La publicación señala "Casi aislado, con el bolsillo cada vez más vacío y la presión de volver a Hungría, Rózsa trabajaba en Santa Cruz de la Sierra en busca de apoyo para implementar el denominado "plan de defensa".
"Si en septiembre de 2008 disfrutó de bonanza, en febrero de 2009 sobrevino la sequía de recursos y la escasez de respaldo".
Agrega que, "Pese al poco apoyo de sus intermediarios, Rózsa insistía en llevar adelante el plan que ideó para ser consumado por extranjeros y jóvenes cruceños. La información obtenida en sus computadoras, chats, e-mail, declaraciones y entrevistas, lo señalan así".
Los Tiempos enfatiza, en base a la documentación que recopiló que, en ese ejercicio, el mercenario buscó información de seguridad, tomó contacto con grupos, hacía tratativas con supuestos proveedores de armas, organizó e hizo viajes, definió criterios del plan, esbozó condiciones del personal que iba a reclutar y, como si fuera poco, era el ecónomo del grupo.
"Estaba en su salsa y seguro de que lo hacía en absoluta reserva. En febrero, en amplía conversación por chat, dice a Mario Tádic, que estaba de ida a Bolivia. "Hasta ahora aquí, todo bien? nadie saca la información".
Tadic fue detenido en el operativo de desarticulación de la cúpula de la organización mercenaria y actualmente está en la cárcel de La Paz. Es uno de los imputados en el proceso que ingresó a su fase conclusiva.
El informe agrega que en la hipótesis de conflicto que formuló Rózsa para lograr adhesiones, partía de que, tras la victoria del referéndum constitucional del 25 de enero de 2009, "El Gobierno decidió emprender acciones conjuntas con las FFAA, la Policía y los movimientos sociales afines destinadas a eliminar los focos de resistencia e implantar medidas de control militar-policial sobre las ciudades y poblaciones que se resistan, al tiempo de desplegar contingentes de "movimientos sociales" para realizar un cerco a los departamentos "rebeldes" y, de persistir en su actitud, proceder a su "ocupación social"".
Con esa hipótesis, Rózsa elaboró el denominado "plan de defensa departamental" expuesto en una presentación de 36 diapositivas y en el que destacó la división geográfica de Santa Cruz en seis grandes regiones; la identificación de los puntos vitales y críticos de cada una de estas zonas, y el levantamiento de "cordones sanitarios" en los sectores de fuerte presencia masista: el Plan 3000, el mercado de La Ramada o Los Lotes.
La publicación señala que el caldo de cultivo para el planteamiento delineado por Rózsa fue la presión desatada por los movimientos sociales liderados por Fidel Surco, entonces cabeza de la Coordinadora Nacional para el Cambio (CONALCAM). Fue el famoso cerco a Santa Cruz de la Sierra de septiembre de 2008.
"Hizo una presentación en power point en el que mostraba el trabajo que había hecho para defender los lugares estratégicos (?) Eduardo manifestó que estaban 5 ó 7 personas en Bolivia y que si era necesario podían llegar más personas del extranjero, entre ellos los Carapintadas, de Argentina, y otros que estaban en Croacia", relató Zvonko Matkovic Ribera ante el fiscal Marcelo Soza el 29 de marzo de 2010.
Para la compra de armas, Rózsa pretendía recaudar hasta 20 millones de dólares en una región y proyectar la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) para convertirla en la Unión Juvenil Nacional (UJN) como mecanismo de defensa social.
Rózsa dio lecciones militares a jóvenes de la Unión Juvenil Cruceñista y la derechista Falange Socialista Boliviana.
La capacitación en defensa personal se hizo bajo la apariencia de seguridad para las comparsas carnavaleras. ?Fueron unos muchachos que iban a cuidar a la gente, tenían que ser guardias de comparsas o de algo?, declaró Mario Tádic, colaborador de Rózsa. Ahora bien, los reclutados de la UJC fueron llevados al Polígono de Río, ubicado entre Paila y San Lorenzo, según contó Ignacio Villa Vargas, en una de sus declaraciones.
El propio Matkovic confirma que Rózsa reclutó a jóvenes falangistas para su plan que, a fines de marzo, no contaba con el respaldo de Rubén Costas, prefecto de Santa Cruz. El miliciano lo llamó "maricón".
Señala que Rózsa esperaba definiciones cuando el respaldo de la llamada bilogía (Toborochi y Caballeros del Oriente) había llegado a su fin.
"Cuando hizo la citada presentación en power point, Rózsa tenía en mente cambiar la dirección de su plan, en lugar de uno de defensa departamental, podría ser de protección de las cooperativas de Santa Cruz: COTAS, CRE, SAGUAPAC", enfatiza. "Hay que mejorar la orientándola más a la defensa de organizaciones estratégicas de Santa Cruz", le habría dicho el miliciano a Matkovic.
Otras de las revelaciones sobre la forma cómo Rózsa se movía en Bolivia indica que manejaba el grupo verticalmente, el cabecilla administraba la gotera económica. "En uno de los hoteles cuando dejaron de darles servicio de restaurante por la altísima deuda, Rózsa montó un escándalo por teléfono hasta que uno de los intermediarios pagó la cuenta", indica.
Elod Tóásó contó también que "cuando necesitaba dinero para comida o algo, él me daba cinco bolivianos". Tádic, el otro superviviente, dijo que Eduardo controlaba todo, incluso el dinero para los cigarrillos y la Coca Cola.
Citando a una fuente gubernamental, Los Tiempos enfatiza que el Gobierno también sabía que Rózsa no estaba en condiciones de ejecutar su plan. "Estaba buscando la manera de salir del país, eran sus últimos días en Bolivia", señala.
Sin embargo agrega que, aislado, Rózsa estaba decidido a ejercer presión para lograr apoyo. Sólo así se puede entender que Hugo Achá, uno de los intermediarios y esposo de una diputada opositora, haya recibido una torta con un mensaje de QEPD (Que en paz descanse).
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