La Paz, 8 Ago. (ATIPIRI / ABI).- "No solamente hay que buscar un crecimiento económico en Latinoamérica, sino democratizarlo para que sirva al pueblo y no a los poderosos", manifestó el lunes el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma.
Durante la posesión de la Directiva del Parlamento Andino, que estará presidido por la diputada boliviana Rebeca Delgado, el Mandatario hizo una serie de reflexiones sobre la integración y la necesidad de introducir cambios estructurales en sus instituciones.
Se refirió a la crisis financiera que afecta al capitalismo, expresado en las economías de Estados Unidos y Europa. Manifestó que se trata de un problema estructural y no temporal "que debe hacer que los países en desarrollo adopten políticas que defiendan sus intereses".
Señaló que "la situación del capitalismo no es una esperanza, por lo que los países en desarrollo deben ampliar sus mercados con una política de solidaridad y de complementariedad, dejando atrás la competitividad".
Morales hizo patente su convencimiento de que en el marco de la competitividad, ganan los más poderosos en detrimento de las naciones menos desarrolladas.
Reiteró que en la actual coyuntura las naciones latinoamericanas y del Caribe deben adoptar políticas en defensa de sus economías y desarrollo ante la crisis desatada en el capitalismo debido a la excesiva concentración de los recursos públicos en manos privadas.
"Estados Unidos debe al mundo más de lo que recauda, por lo que debe reducir las ganancias de sus megaempresas y bancos para no perjudicar los derechos del pueblo", subrayó el presidente boliviano.
"El capitalismo busca descargar el peso de la crisis en sus trabajadores y en los países en desarrollo con sus políticas de agresión hacia el sur", enfatizó.
Por ello convocó a los trabajadores y a las clases medias a impedir que la crisis recaiga contra sus derechos y conquistas ganados en más de 100 años.
"Que sean los patrones, los que paguen la crisis, no los trabajadores", enfatizó.
Según el analista Hilario Barcelata Chávez, "El sistema financiero mundial se ha convertido en un enorme riesgo para el mundo; porque es un sistema globalizado que opera sin restricciones internacionales".
Señala que si bien los mercados son mundiales, las autoridades monetarias son nacionales y ninguna de ellas tiene el poder para regular las operaciones financieras mundiales y las internacionales existentes, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM), no tienen capacidad para actuar como tales y, peor aún, cada uno de los Bancos centrales nacionales (El Banco de China, la Reserva Federal norteamericana, el Banco Central Europeo, por ejemplo) pueden tomar decisiones en sentidos diferentes desatando fuerzas contrapuestas que pueden profundizar las crisis financieras.
Agrega que a ello se suma que la economía mundial está dominada por la especulación financiera que influye en el rumbo de las economías nacionales, con decisiones individuales orientadas a la reproducción de sus ganancias.
Enfatiza que ese hecho ha convertido a la economía mundial en un enorme casino en el que los ganadores minimizan sus riesgos y los países sin participar directamente, o porque lo han permitido, pueden convertirse en perdedores sin haber apostado.
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