Afganistán 16 Ene (Atipiri/eluniversal).- Unos 15 civiles, entre ellos dos niños, perdieron la vida en dos ataques con bomba ocurridos en carreteras de diferentes zonas de Afganistán, dijeron hoy los funcionarios.
El estallido de un artefacto en un camino de la provincia de Baghlan destruyó un vehículo que llevaba a nueve civiles a una boda en el noreste afgano, causando la muerte de todos los pasajeros, entre los que había un niño, informó un funcionario local, reseñó Reuters. Las otras víctimas mortales del atentado fueron seis mujeres y dos hombres, añadió el gobernador provincial Abdul Majid.
Además, en el distrito de Sangin, en la violenta provincia sureña de Helmand, otros seis civiles murieron y tres más resultaron heridos por la explosión de otra bomba al costado del camino, informó el despacho del gobernador.
El distrito de Sangin es uno de los principales campos de batalla en la lucha entre las fuerzas afganas y de la OTAN y los talibanes de las provincias sureñas de Helmand y Kandahar.
Seis personas, incluyendo una mujer y un niño, murieron el sábado cuando el vehículo en el que viajaban resultó alcanzado por la bomba colocada en un camino de Sangin, dijo Dawood Ahmadi, portavoz del gobernador en Helmand.
La violencia en Afganistán se encuentra en sus peores niveles desde que las fuerzas lideradas por Estados Unidos derrocaron a los talibanes en noviembre de 2001 tras negarse a entregar a militantes de Al Qaeda, entre ellos a Osama bin Laden, luego de los atentados del 11 de septiembre contra el país norteamericano.
Una reciente ola de atentados en el país ha esfumado la esperanza de que el invierno boreal reduciría la violencia.
En otro incidente, tres niños estaban entre las víctimas letales de un ataque aéreo a dos casas en la zona de Kodagai que abarca los distritos de Dangam de Kunar y Shigal, dijo a Reuters el sultán Sediqi, miembro del consejo provincial.
La OTAN sólo dijo en un comunicado que la redada aérea en el distrito de Dangam de Kunar había causado la muerte a "numerosos insurgentes", después de que fueran identificados como una inminente amenaza a las fuerzas en terreno.
Aunque los rebeldes usualmente atacan a soldados extranjeros y afganos, los civiles a menudo se llevan la peor parte de los combates al quedar atrapados en el fuego cruzado.
El estallido de un artefacto en un camino de la provincia de Baghlan destruyó un vehículo que llevaba a nueve civiles a una boda en el noreste afgano, causando la muerte de todos los pasajeros, entre los que había un niño, informó un funcionario local, reseñó Reuters. Las otras víctimas mortales del atentado fueron seis mujeres y dos hombres, añadió el gobernador provincial Abdul Majid.
Además, en el distrito de Sangin, en la violenta provincia sureña de Helmand, otros seis civiles murieron y tres más resultaron heridos por la explosión de otra bomba al costado del camino, informó el despacho del gobernador.
El distrito de Sangin es uno de los principales campos de batalla en la lucha entre las fuerzas afganas y de la OTAN y los talibanes de las provincias sureñas de Helmand y Kandahar.
Seis personas, incluyendo una mujer y un niño, murieron el sábado cuando el vehículo en el que viajaban resultó alcanzado por la bomba colocada en un camino de Sangin, dijo Dawood Ahmadi, portavoz del gobernador en Helmand.
La violencia en Afganistán se encuentra en sus peores niveles desde que las fuerzas lideradas por Estados Unidos derrocaron a los talibanes en noviembre de 2001 tras negarse a entregar a militantes de Al Qaeda, entre ellos a Osama bin Laden, luego de los atentados del 11 de septiembre contra el país norteamericano.
Una reciente ola de atentados en el país ha esfumado la esperanza de que el invierno boreal reduciría la violencia.
En otro incidente, tres niños estaban entre las víctimas letales de un ataque aéreo a dos casas en la zona de Kodagai que abarca los distritos de Dangam de Kunar y Shigal, dijo a Reuters el sultán Sediqi, miembro del consejo provincial.
La OTAN sólo dijo en un comunicado que la redada aérea en el distrito de Dangam de Kunar había causado la muerte a "numerosos insurgentes", después de que fueran identificados como una inminente amenaza a las fuerzas en terreno.
Aunque los rebeldes usualmente atacan a soldados extranjeros y afganos, los civiles a menudo se llevan la peor parte de los combates al quedar atrapados en el fuego cruzado.
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