EL DISTRIBUIDOR DE LA CEJA DE EL ALTO COBIJA A PERSONAS EN SITUACIÓN DE CALLE

Personas indigentes en el distribuidor de la Ceja (ATIPIRI).

El Alto, 27 Oct. (ATIPIRI).- Los vecinos y vecinas de la ciudad de El Alto han denunciado, este jueves, que el Municipio alteño y el Gobierno Nacional no tienen políticas serías para rehabilitar a las personas en situación de calle, porque diariamente observan a varias personas cobijándose por debajo del puente distribuidor de la Ceja de El Alto, algunos bajo la sombra de las pasarelas adyacentes a ella y en el día salen a solearse al frente de los anaqueles del puente distribuidor.

La Radio Atipiri dialogo con algunos vecinos y vecinas que se encontraban observando a las personas en situación de calle desde la pasarela que conecta el Puente Distribuidor de la Ceja con las oficinas del Servicio Regional de Registro Civil (SERECI) El Alto. Parte de la población alteña aseguró que el municipio y el Gobierno Central no solucionan la falta de desempleo y las condiciones económicas en el país para evitar que algunas personas caigan en el consumo de bebidas alcohólicas y luego ingresen a engrosar el mundo de la calle.  

Alfredo Mamani, uno de los vecinos se quedó observando a las personas indigentes desde la pasarela. Desde ahí se vio ha algunas personas indigentes que estaban despertando (11:45), otros recogiendo los cartones y algunos llamando a los perros que les acompañan en la noche. “Muy lamentable, porque no hay quién se recuerde de ellos, están realmente abandonados a su suerte en la calle. No hace nada el Gobierno ni la alcaldía de El Alto. Deberían de construir un centro para ellos”, afirmó Mamani.

Julio Quispe, otro vecino quien a modo de descansar por subir las gradas se arrimó a la pasarela y observó detenidamente a las personas en situación de calle. Justo en ese momento se sorprendió, porque observó que debajo de la pasarela estaba botada una persona con las manos extendidas y un perro cerca tratándole de levantar, pero la persona apenas levantaba sus manos. “Deben darles un trabajo en un centro de rehabilitación, más antes en los cuarteles había un trabajo y sería que esa modalidad se adopte. Muy lamentable así…son seres humanos también…a uno le duele ver así, bueno ojala el Gobierno y la Alcaldía se recuerden”, comentó Quispe.

Mas cerca del panorama estaba, Lidia Mita, una vecina que se detuvo para observar quien le había hecho timbrar al celular en ese instante. Al ver que no era de interés, observó y dijo: “Yo pienso que el Gobierno debería de hacer algo. Tiene que ayudarles de alguna forma, tal vez con centros de rehabilitación para que aprendan algún trabajo. Yo no veo nada, el municipio y el gobierno totalmente se han olvidado de estas personas”, afirmó Mita.

EL MUNICIPIO ALTEÑO   

Para conocer ¿como el Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA) enfrenta esta situación?, nos trasladamos hasta las oficinas de Prima Quispe, Directora de Asuntos Generacionales. Nos anunciamos mediante la secretaria y esperamos 15 minutos para luego dialogar.

Quispe explicó que el Municipio alteño gestiona recursos para la construcción de un Centro de Rehabilitación en la zona Valle Hermoso del distrito municipal 7 de El Alto, el cual se encuentra en etapa de actualización de los costos. Sin embargo, afirmó que a corto plazo se continúa coordinando con los albergues y hogares transitorios la acogida de los indigentes.

“En realidad a estas personas no se los puede obligar a que vayan a un centro de rehabilitación. Como Municipio no contamos con una propia infraestructura donde se les puede llevar a ellos. Nosotros por los meses de junio y julio por las épocas de frio trabajamos en coordinación con las ONG´s para habilitar albergues”, manifestó Quispe.

La autoridad agregó que durante la época fría del año recomendaron a las personas indigentes no estar en las calles, sino esforzarse por rehabilitarse. “Pero no ellos deciden vivir de esa manera. Nosotros si los obligamos el Defensor del Pueblo a ellos los defienden, son sus derechos y no podemos vulnerar sus derechos que ellos tienen. Ellos no quieren ir a los Centros de rehabilitación, están acostumbrados a vivir así”, complementó Quispe.