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| Vicepresidente Alvaro Garcia Linera. |
La Paz, 18 Feb (Atipiri / Erbol).- “Hemos cometido errores y con humildad pedimos disculpas. Perdón por los errores”. Eso dijo la noche del jueves el vicepresidente Álvaro García Linera en referencia al decreto del “gasolinazo”, que a pesar de su abrogación generó una escalada de incremento de precios de los alimentos, por la que protestan este viernes diversos sectores sociales en el país.
Ante la ausencia del presidente Evo Morales, el 26 de diciembre de 2010 el segundo hombre del Gobierno firmó el Decreto Supremo 748, que subió el precio del diesel en 82% y el de la gasolina en 73%. La medida duró cuatro días, hasta el retorno al país del mandatario, que la eliminó ante la ola de protestas que amenazaba al país.
Ante la ausencia del presidente Evo Morales, el 26 de diciembre de 2010 el segundo hombre del Gobierno firmó el Decreto Supremo 748, que subió el precio del diesel en 82% y el de la gasolina en 73%. La medida duró cuatro días, hasta el retorno al país del mandatario, que la eliminó ante la ola de protestas que amenazaba al país.
Hasta ayer, el Gobierno sólo había justificado el fallido decreto, en sentido de que ameritaba ante el costo millonario del subsidio de los carburantes en el país. Sin embargo, García Linera salió anoche para intentar aplacar las protestas de hoy con una disculpa y un perdón que en los primeros días del año ya le habían reclamado algunos dirigentes sectores sociales al Gobierno.
No obstante, en la presentación del libro “Debate sobre el cambio”, escrito por intelectuales de distintas corrientes, el Vicepresidente culpó de las consecuencias de la emisión y posterior abrogación del decreto a algunos canales de televisión, que, sin embargo, no los nombró. Incluso, consideró que esos cuestionamientos periodísticos rayaron en el racismo.
“Esto (el decreto) no es argumento para que a partir de un error, magnificado por los tres canales de televisión partidarios, que lo convierten en un fenómeno histérico, porque ahora la política se ha histerizado a través de los medios de comunicación. Encontraron el argumento (y dijeron) ‘ahora hay que acabar con el indio’. Que salió inmediatamente, (esos medios) habían estado esperando el momento (para decir) ‘qué rato le saco la mugre al indio’, y apenas surgió un error, una debilidad o una falta cálculo nuestra, que los admitimos, por ahí vino todo el racismo cargado contra el Presidente y contra el Gobierno”, arengó García Linera ante un aplauso del auditorio del Banco Central de Bolivia, donde se cumplió el acto.
Aunque no se supo de quién o quiénes partió la iniciativa del decreto en cuestión, varios sectores sociales del país apuntaron al Vicepresidente del Estado, contra quien desataron una serie de protestas. El Comité Cívico de Potosí y un ala del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) decidieron propiciar un referéndum revocatorio contra la autoridad.
Aunque la abrogación del “gasolinazo” aplacó eventualmente algunas protestas anunciadas para finales de diciembre, la decisión no consiguió frenar la ola de especulación, escasez e incremento de precios de algunos productos, como esencialmente el azúcar. Desde el 26 de diciembre, largas filas caracterizaron la demanda del endulzante.
El Gobierno intenta de todos modos asegurar la provisión del endulzante, cuyos precios oficiales oscilan entre 7,5 bolivianos y 8 bolivianos el kilogramo, dependiendo su venta por parte de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) y los ingenios, respectivamente. La ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales prometió que el precio bajará a menos de 5 bolivianos el kilo a partir de la segunda semana de abril, cuando comience la zafra de la caña.
Otros productos también incrementaron su costo. Ante esa situación, esta semana el país sufrió una serie de protestas contra los choferes, quienes pretenden ahora subir el precio de las tarifas de transporte local. La Central Obrera Boliviana (COB) convocó para este viernes un paro nacional de actividades.
No obstante, en la presentación del libro “Debate sobre el cambio”, escrito por intelectuales de distintas corrientes, el Vicepresidente culpó de las consecuencias de la emisión y posterior abrogación del decreto a algunos canales de televisión, que, sin embargo, no los nombró. Incluso, consideró que esos cuestionamientos periodísticos rayaron en el racismo.
“Esto (el decreto) no es argumento para que a partir de un error, magnificado por los tres canales de televisión partidarios, que lo convierten en un fenómeno histérico, porque ahora la política se ha histerizado a través de los medios de comunicación. Encontraron el argumento (y dijeron) ‘ahora hay que acabar con el indio’. Que salió inmediatamente, (esos medios) habían estado esperando el momento (para decir) ‘qué rato le saco la mugre al indio’, y apenas surgió un error, una debilidad o una falta cálculo nuestra, que los admitimos, por ahí vino todo el racismo cargado contra el Presidente y contra el Gobierno”, arengó García Linera ante un aplauso del auditorio del Banco Central de Bolivia, donde se cumplió el acto.
Aunque no se supo de quién o quiénes partió la iniciativa del decreto en cuestión, varios sectores sociales del país apuntaron al Vicepresidente del Estado, contra quien desataron una serie de protestas. El Comité Cívico de Potosí y un ala del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) decidieron propiciar un referéndum revocatorio contra la autoridad.
Aunque la abrogación del “gasolinazo” aplacó eventualmente algunas protestas anunciadas para finales de diciembre, la decisión no consiguió frenar la ola de especulación, escasez e incremento de precios de algunos productos, como esencialmente el azúcar. Desde el 26 de diciembre, largas filas caracterizaron la demanda del endulzante.
El Gobierno intenta de todos modos asegurar la provisión del endulzante, cuyos precios oficiales oscilan entre 7,5 bolivianos y 8 bolivianos el kilogramo, dependiendo su venta por parte de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) y los ingenios, respectivamente. La ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales prometió que el precio bajará a menos de 5 bolivianos el kilo a partir de la segunda semana de abril, cuando comience la zafra de la caña.
Otros productos también incrementaron su costo. Ante esa situación, esta semana el país sufrió una serie de protestas contra los choferes, quienes pretenden ahora subir el precio de las tarifas de transporte local. La Central Obrera Boliviana (COB) convocó para este viernes un paro nacional de actividades.
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